Cd.
Victoria, Tam. – Este martes 6 de
marzo, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal (CCSPJP)
que preside el abogado JOSE ANTONIO ORTEGA SÁNCHEZ dio a conocer su conocido ranking
de las 50 ciudades más violentas del mundo,
edición 2017.
Son 48 páginas en formato PDF, cuyo
archivo está disponible para descarga en la página oficial de dicho organismo: www.seguridadjusticiaypaz.org.mx
Abogado penalista, catedrático de la
UNAM, ORTEGA es también fundador de la asociación México Unido Contra la
Delincuencia (MUCD) y autor de un estudio sobre la violencia que lleva por
título: “México, ¿Rumbo al Estado Fallido?”, publicado en 2010.
Año que (por cierto) los tamaulipecos
recordamos con horror por muchas razones.
En cuanto al informe anual divulgado
ayer, ofrece un seguimiento a las tasas de homicidio en ciudades con más de 300
mil habitantes.
Busca con ello dejar un registro estadístico
de la criminalidad urbana, para recordar a los gobernantes su obligación de garantizar
el derecho a la seguridad pública.
La nota es que, entre las 50 ciudades
reportadas, 12 son mexicanas, empezando por el centro turístico de Los Cabos,
que aparece en primer lugar.
Le siguen localidades como Acapulco (tercer
sitio), Tijuana (quinto), La Paz (sexto) y Ciudad Victoria, Tamaulipas
(octavo).
Enseguida vienen Culiacán, (lugar 12),
Ciudad Juárez (20), Chihuahua (29), Ciudad Obregón (31), Tepic (36), Reynosa,
Tamaulipas (38) y Mazatlán (43).
Para detalles me remito al sitio de
Internet arriba señalado. Importa aclarar que los estudios de este corte ofrecidos
por organismos oficiales y no gubernamentales pueden variar en sus mediciones,
a veces de manera sustantiva.
Ello se debe a comprensibles diferencias
de metodología y también por ser distintas las variables estimadas. En el caso
que hoy nos ocupa, fue la tasa de homicidios.
Los medios nacionales manejan estas
cifras al momento en que la administración tamaulipeca cocina el relevo en la Secretaría
de Seguridad Pública.
El jueves pasado se boletinó de manera
simultánea la salida del vicealmirante LUIS FELIPE LÓPEZ CASTRO y también del contralmirante
AUGUSTO CRUZ MORALES, quien venía desempeñándose como director de la Agencia
Estatal de Investigaciones en la Procuraduría de Nuevo León desde el mes de
mayo de 2016.
Antes de ello estuvo al frente de la Dirección
Operativa y de Despliegue Territorial en la misma Procuraduría nuevoleonesa.
Se mueve, pues, el tablero en dos entidades
vecinas, con marinos en posiciones clave de seguridad y justicia, que paralelamente
se despiden de su respectivo cargo.
En ambos casos, por disposición del alto
mando en SEMAR, con motivo semejante: “para reconcentrarse en sus funciones
navales” y en espera de “una nueva encomienda.”
Señalándose además que se trata de
mecanismos cíclicos de rotación dispuestos por la Marina Armada cada dos años,
a manera de rutina.
Por igual, desde el primer día se estuvo
manejando con insistencia el nombre del propio contralmirante CRUZ MORALES como
posible relevo del vicealmirante LÓPEZ CASTRO.
De confirmarse, la responsabilidad será
distinta. En Nuevo León encabezó una dependencia de carácter ministerial (“de
Investigaciones” le llaman allá) mientras que, en Tamaulipas, el cargo en vías
de renovación comprende un particular énfasis en las tareas de carácter
preventivo.
Quien asuma el mando tiene mucho trabajo
por delante. Los avances en este campo, no son todavía lo suficientemente visibles
para que la gente los valore.
Eso que llaman “sensación” de seguridad
o inseguridad, entre la ciudadanía llana y la consecuente opinión pública.
Ello, a pesar de la insistente campaña
contra negocios vinculados a la delincuencia organizada, como antros, casinos,
yonques, salones de table-dance, taxis piratas, contrabando de licor y géneros
afines.