miércoles, 7 de marzo de 2018

Mucho por hacer


Cd. Victoria, Tam. – Este martes 6 de marzo, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal (CCSPJP) que preside el abogado JOSE ANTONIO ORTEGA SÁNCHEZ dio a conocer su conocido ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo, edición 2017.
Son 48 páginas en formato PDF, cuyo archivo está disponible para descarga en la página oficial de dicho organismo: www.seguridadjusticiaypaz.org.mx
Abogado penalista, catedrático de la UNAM, ORTEGA es también fundador de la asociación México Unido Contra la Delincuencia (MUCD) y autor de un estudio sobre la violencia que lleva por título: “México, ¿Rumbo al Estado Fallido?”, publicado en 2010.
Año que (por cierto) los tamaulipecos recordamos con horror por muchas razones.
En cuanto al informe anual divulgado ayer, ofrece un seguimiento a las tasas de homicidio en ciudades con más de 300 mil habitantes.
Busca con ello dejar un registro estadístico de la criminalidad urbana, para recordar a los gobernantes su obligación de garantizar el derecho a la seguridad pública.
La nota es que, entre las 50 ciudades reportadas, 12 son mexicanas, empezando por el centro turístico de Los Cabos, que aparece en primer lugar.
Le siguen localidades como Acapulco (tercer sitio), Tijuana (quinto), La Paz (sexto) y Ciudad Victoria, Tamaulipas (octavo).
Enseguida vienen Culiacán, (lugar 12), Ciudad Juárez (20), Chihuahua (29), Ciudad Obregón (31), Tepic (36), Reynosa, Tamaulipas (38) y Mazatlán (43).
Para detalles me remito al sitio de Internet arriba señalado. Importa aclarar que los estudios de este corte ofrecidos por organismos oficiales y no gubernamentales pueden variar en sus mediciones, a veces de manera sustantiva.
Ello se debe a comprensibles diferencias de metodología y también por ser distintas las variables estimadas. En el caso que hoy nos ocupa, fue la tasa de homicidios.
Los medios nacionales manejan estas cifras al momento en que la administración tamaulipeca cocina el relevo en la Secretaría de Seguridad Pública.
El jueves pasado se boletinó de manera simultánea la salida del vicealmirante LUIS FELIPE LÓPEZ CASTRO y también del contralmirante AUGUSTO CRUZ MORALES, quien venía desempeñándose como director de la Agencia Estatal de Investigaciones en la Procuraduría de Nuevo León desde el mes de mayo de 2016.
Antes de ello estuvo al frente de la Dirección Operativa y de Despliegue Territorial en la misma Procuraduría nuevoleonesa.
Se mueve, pues, el tablero en dos entidades vecinas, con marinos en posiciones clave de seguridad y justicia, que paralelamente se despiden de su respectivo cargo.
En ambos casos, por disposición del alto mando en SEMAR, con motivo semejante: “para reconcentrarse en sus funciones navales” y en espera de “una nueva encomienda.”
Señalándose además que se trata de mecanismos cíclicos de rotación dispuestos por la Marina Armada cada dos años, a manera de rutina.
Por igual, desde el primer día se estuvo manejando con insistencia el nombre del propio contralmirante CRUZ MORALES como posible relevo del vicealmirante LÓPEZ CASTRO.
De confirmarse, la responsabilidad será distinta. En Nuevo León encabezó una dependencia de carácter ministerial (“de Investigaciones” le llaman allá) mientras que, en Tamaulipas, el cargo en vías de renovación comprende un particular énfasis en las tareas de carácter preventivo.
Quien asuma el mando tiene mucho trabajo por delante. Los avances en este campo, no son todavía lo suficientemente visibles para que la gente los valore.
Eso que llaman “sensación” de seguridad o inseguridad, entre la ciudadanía llana y la consecuente opinión pública.
Ello, a pesar de la insistente campaña contra negocios vinculados a la delincuencia organizada, como antros, casinos, yonques, salones de table-dance, taxis piratas, contrabando de licor y géneros afines.