miércoles, 1 de febrero de 2017

Segundo gasolinazo

Cd. Victoria.- Al mediodía de este martes, el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO recibió en Los Pinos a los integrantes de la CONAGO, gobernadores todos.
El tema del anfitrión sería informar sobre el curso de las negociaciones con el gobierno de Estados Unidos y su nuevo presidente DONALD TRUMP.
Ello, hasta donde se pueda y dentro de lo que cabe decir. Muy poco creo, avances pírricos sujetos con alfileres y voto de silencio.
Aunque los mandatarios estatales llegaron con una preocupación más urgente, convertida en propuesta clara. Frenar el segundo gasolinazo previsto para febrero.
Y es que los gobernadores son los principales afectados a la hora de contener la protesta ciudadana (marchas, mítines, saqueos, barricadas). Se diría que a les toca bailar con la más fea.
Son, en buena medida, autoridades corresponsables en el mantenimiento de la paz social y la seguridad nacional.
De ahí la razón para externarle a PEÑA NIETO el más comprensible de los apremios si recordamos que tras el primer gasolinazo, las calles de todo el país estuvieron tomadas durante semanas.
Inconformidad que arrastró a medios y redes sociales, dejando un saldo negro de daños cuantiosos al comercio, destrucción de obra civil y centenares de detenidos.
Amen del efecto multiplicador que suelen tener las alzas en los combustibles sobre todo el esquema nacional de precios. Particularmente en la canasta básica.
Lo sufren las entidades federativas sin que la decisión haya pasado por autoridad estatal alguna, pues se adoptó como una medida del primer círculo político nacional.
Tiene sentido, pues, que quienes ven de cerca el problema alerten sobre los efectos de estos golpes al bolsillo. Alzas recurrentes que, hasta hace poco, buena parte de los mexicanos creíamos superadas.

¿MUÉGANOS?
Por cierto, en torno a CONAGO se escucha una consigna acaso entresacada de la cultura política que privó a mediados del siglo pasado. “Cerrar filas con el Presidente”.
En esta línea de pensamiento, se habla mucho de que la adversidad internacional representa una oportunidad para reconstruir la unidad de los mexicanos.
La noticia es que ya no estamos en el siglo 20. Tampoco el PRI es partido único, ni los gobernadores se doblegan en bloque ante la voluntad del jefe político nacional.
En efecto, se habla de “unidad”, aunque hoy abundan las voces que preguntan: “¿Para qué?”. Es decir, con qué objetivos y propósitos, para alcanzar cuáles metas.
De ahí la frase un tanto estentórea expresada en la víspera por el ingeniero CUAUHTEMOC CÁRDENAS cuando declaró el lunes pasado al Grupo Imagen que “estar juntos como muéganos no sirve para nada.”
Se refería a la unidad por la unidad misma. El emplear como eslogan propagandístico un mensaje conciliador, sin propósito definido. Como medida, acaso, de control social.
México, dice CÁRDENAS, no se fortalece “solo con declaraciones”. Por ello indicó algunas metas concretas, como elevar el ingreso de las familias, combatir corrupción, inseguridad y delincuencia.
Paralelamente, se ha estado filtrando entre columnistas capitalinos la versión de que el gobierno ya habría aceptado suspender el gasolinazo de febrero.
Suena bien pero la noticia mala es que, en sentido estricto, no se cancela y tan solo se pospone para marzo.
¿Habrá que esperar?... El problema sigue siendo la falta de información sobre los incrementos periódicos a los hidrocarburos en el mediano y largo plazos.
¿En qué porcentajes y por cuánto tiempo más?... Acaso de arriba respondan que los incrementos dependerán del diagnóstico y por ello no es factible precisarlos ahora.
Lo cuál no alivia la duda ni aminora la angustia de ver subir precios y tarifas de bienes y servicios públicos con un desparpajo que nos remonta al lamadridato.