Cd. Victoria.- Se diría que hay de todo en la historia general de las
mudanzas partidistas, desde mutaciones heroicas hasta reubicaciones
oportunistas.
El partido
tricolor ha sufrido en sus ocho décadas defecciones dolorosas como las de
CUAUHTEMOC CÁRDENAS, PORFIRIO MUÑOZ LEDO y RODOLFO GONZÁLEZ GUEVARA.
Pero también
claudicaciones morralla, como ocurre aquí en Tamaulipas. Deserciones aldeanas,
carentes de cualquier contenido ideológico.
Querido por sus
amigos empresarios, distante del elector popular, ensalzado por los medios donde
su familia es propietaria pero con pobre imagen en la comunidad reporteril, el
tampiqueño FERNANDO ÁZCARRAGA no aguantó más la banca fría, dijo adiós al PRI y
va al encuentro de MORENA.
Bajo diversas
lecturas, puede ser o no oportunismo. Si creemos en la especie de que alguna
vez fue priísta, su salida tiene visos de traición.
Por el
contrario, si ubicamos su militancia como un ornamento de mero trámite para
trepar a cargos públicos, diríamos entonces que cambiar de membrete es un gesto
más de realismo. De lealtad a lo único que le importa, el poder.
El caso es que a
sus 67 años, este comunicólogo tampiqueño graduado en la Universidad
Iberoamericana, alza de nuevo su rimbombante apellido en pos del presupuesto,
la diputación federal o acaso su tercera presidencia municipal.
Ya ocupó ese
cargo dos veces, coincidiendo en ambas con el primer trienio de MANUEL CAVAZOS
(1993-1995) y EUGENIO HERNÁNDEZ (2005-2007).
Ello, amen de
cargos como la titularidad de la COMAPA conurbada y la administración general
de la aduana Tampico-Altamira.
VECINDARIO
Está por verse
si esta vez lo acompaña quien fuera su primer jefe de prensa, un chico de
nombre CARLOS ACEVEDO cuyas malas maneras hacia el gremio periodístico lo
hicieron acreedor al mote de “CHUCKY”, en alusión al conocido personaje
cinematográfico.
La imagen de
ACEVEDO está hoy ligada a un individuo bastante más siniestro, como es el
exgobernador veracruzano JAVIER DUARTE, de cuyo régimen fue representante en la
capital del país y encargado de los acuerdos publicitarios con medios
nacionales.
ACEVEDO habría
trepado al círculo cercano de DUARTE con el padrinazgo de quien fuera primero
subsecretario de Finanzas y luego Secretario del Trabajo en dicha
administración, un caballero de nombre GABRIEL DEANTES RAMOS.
Y mire usted lo
que son las cosas. Se trata del mismo señor DEANTES por cuyas manos habría
pasado el presunto apoyo financiero que el gobierno de DUARTE otorgó, mes con
mes, al partido de LÓPEZ OBRADOR.
Al menos eso
dice el mandatario actual MIGUEL ÁNGEL YUNES mostrando documentos y hasta un
audio para sustentar su acusación.
Según el propio
YUNES, el gobierno duartista habría acordado un pago de dos millones y medio de
pesos mensuales en efectivo “para tener tranquilos a los de MORENA”, convenio
que data del 2014.
La respuesta de
AMLO fue de lo más previsible, al llamar a YUNES “corrupto”, identificando sus
acusaciones como una maniobra más de “la mafia del poder.”
Sin embargo,
haciendo una relectura de los resultados, la estrategia electoral de DUARTE en
2016 se antoja clara. Inflar a MORENA para debilitar a la alianza PAN-PRD.
Se recordará que
el ganador de dicha elección fue el candidato por la coalición “Unidos para
Rescatar Veracruz” (PAN-PRD) MIGUEL ANGEL YUNES, con 34.40% de los votos.
En segundo lugar
quedó el abanderado de la coalición “Para mejorar Veracruz” (PRI-PVEM-PANAL)
HECTOR YUNES LANDA con 30.29% del sufragio y en tercero el aspirante de MORENA
CUITLÁHUAC GARCÍA, con 26.40%
Se diría,
incluso, que (en su urgencia por “vitaminar” al obradorismo jarocho) se le pasó
la mano a JAVIER DUARTE.
El “adversario a
modo” se le salió de control y poco faltó para que MORENA rebasara al PRI para
mandarlo al tercer lugar.