viernes, 3 de febrero de 2017

Delirio hermenéutico

Cd. Victoria.- Problema de interpretación, en efecto, sobre un hecho concreto, la conversación telefónica entre dos presidentes. Ahí, donde una incómoda filtración de la agencia ASOCIATED PRESS destapa fragmentos que levantan ámpula.
El mandatario del norte le hace saber al colega del sur que podría enviarle tropas para capturar individuos a los que califica de “bad hombres allá abajo” (¿delincuentes?, ¿más abajo?, ¿terroristas, políticos?).
Champurrado bilingüe. Tras publicarse la nota a media tarde del miércoles en portales de la capital mexicana, sería después retirada o bien recubierta con negativas fulminantes.
Vendría después CNN a retomar lo que antes dijo AP, pero no para negarlo sino para confirmarlo con distinto giro interpretativo.
-“Fue oferta, no amenaza.”
¡Ah bueno!... Aunque ello no le resta gravedad si recordamos el tono de las ofertas que se acostumbran en esos ámbitos (“I’ll make him an offer he can’t refuse”, decía don VITO).
Peor todavía, CNN enmarca dicho ofrecimiento entre una cascada de opiniones negativas expresadas por el mandatario estadounidense en la susodicha llamada telefónica.
En traducción algo arcaica, habría expresado que en México hay “hombres verdaderamente difíciles” y “tienen que ser eliminados”.
Versión paralela: “Tienes un montón de bad hombres allá abajo”, “no estás haciendo lo suficiente para detenerlos, creo que tu ejército está asustado, nuestros militares no lo están, así que simplemente podría enviarlos para que se ocupen de ello.”

LA HISTERIA
¡Ora pues!... Los desmentidos del lado mexicano se fueron desgranando uno tras otro al cerrar la jornada del mismo miércoles. De Cancillería a Los Pinos, el grito monocorde de la palabra “no” se escuchó de todas las maneras posibles.
Quejándose unos de falsedad absoluta, otros de poca veracidad y alguien más de lectura sesgada por ausencia de contexto.
Detalle curioso que el lado mexicano manifieste mayor interés en negar el tono de amenaza que el hecho mismo.
Como si le estuvieran diciendo a la opinión pública y a los propios medios: “miren, acá entre nos, sí hubo algo, pero no como ustedes lo dicen.”
Tema aparte sería identificar la fuente de la filtración y, de paso, sus intenciones. Golpe bajo pero ¿de quién?
¿Quién se encuentra en condiciones de interceptar una llamada entre dos mandatarios, amen de los ayudantes a un lado y otro de la hebra?
¿A quien le interesa que esto se sepa y, al saberse, enturbie el agua, la lleve de nuevo a temperaturas de ebullición?
Quien lo haya ordenado parecería estar mostrándonos en qué términos trata DONALD a ENRIQUE, cómo le habla, regaña y le hace ver sus errores, dándole nivel de subordinado.

TANTITA DIGNIDAD
Ahora bien, que sea un país más rico no lo hace dueño de la razón. No son nuevos nuestros argumentos exitosos.
De tiempo en tiempo, entre MIGUEL DE LA MADRID (MM), ERNESTO ZEDILLO (EZ) y FELIPE CALDERÓN (FC) los reclamos a la doble moral del gobierno americano han sido oportunos y muy necesarios.
Ellos nos venden las armas y nos compran la droga (FC), la mayor parte de la estructura mafiosa, mayoreo, medio mayoreo, menudeo, está del lado americano (MM), el negocio es de ellos pero los muertos los ponemos nosotros (EZ, FC).
Que la discusión se empantane ahora en el significado de las palabras nos sitúa en un umbral lejano a los hechos. En el prólogo apenas, cuando todavía no distinguimos la realidad de sus fantasmas.
Discurría GARCÍA MÁRQUEZ a propósito de cierta masacre obrera en Macondo como la verdad sucumbió en pocas horas.
No solo desaparecieron los muertos sino que el mismo victimario de la compañía bananera parecía no haber existido.
Y al final de aquel delirio hermenéutico, un bando solemne proclamó la inexistencia de los propios trabajadores.