Cd. Victoria.- Problema de interpretación, en efecto, sobre un hecho
concreto, la conversación telefónica entre dos presidentes. Ahí, donde una
incómoda filtración de la agencia ASOCIATED PRESS destapa fragmentos que
levantan ámpula.
El mandatario
del norte le hace saber al colega del sur que podría enviarle tropas para
capturar individuos a los que califica de “bad hombres allá abajo”
(¿delincuentes?, ¿más abajo?, ¿terroristas, políticos?).
Champurrado bilingüe.
Tras publicarse la nota a media tarde del miércoles en portales de la capital
mexicana, sería después retirada o bien recubierta con negativas fulminantes.
Vendría después
CNN a retomar lo que antes dijo AP, pero no para negarlo sino para confirmarlo
con distinto giro interpretativo.
-“Fue oferta, no
amenaza.”
¡Ah bueno!... Aunque
ello no le resta gravedad si recordamos el tono de las ofertas que se
acostumbran en esos ámbitos (“I’ll make him an offer he can’t refuse”, decía
don VITO).
Peor todavía,
CNN enmarca dicho ofrecimiento entre una cascada de opiniones negativas
expresadas por el mandatario estadounidense en la susodicha llamada telefónica.
En traducción
algo arcaica, habría expresado que en México hay “hombres verdaderamente
difíciles” y “tienen que ser eliminados”.
Versión paralela:
“Tienes un montón de bad hombres allá abajo”, “no estás haciendo lo suficiente
para detenerlos, creo que tu ejército está asustado, nuestros militares no lo
están, así que simplemente podría enviarlos para que se ocupen de ello.”
LA HISTERIA
¡Ora pues!... Los
desmentidos del lado mexicano se fueron desgranando uno tras otro al cerrar la
jornada del mismo miércoles. De Cancillería a Los Pinos, el grito monocorde de
la palabra “no” se escuchó de todas las maneras posibles.
Quejándose unos
de falsedad absoluta, otros de poca veracidad y alguien más de lectura sesgada por
ausencia de contexto.
Detalle curioso
que el lado mexicano manifieste mayor interés en negar el tono de amenaza que
el hecho mismo.
Como si le
estuvieran diciendo a la opinión pública y a los propios medios: “miren, acá
entre nos, sí hubo algo, pero no como ustedes lo dicen.”
Tema aparte
sería identificar la fuente de la filtración y, de paso, sus intenciones. Golpe
bajo pero ¿de quién?
¿Quién se
encuentra en condiciones de interceptar una llamada entre dos mandatarios, amen
de los ayudantes a un lado y otro de la hebra?
¿A quien le
interesa que esto se sepa y, al saberse, enturbie el agua, la lleve de nuevo a
temperaturas de ebullición?
Quien lo haya
ordenado parecería estar mostrándonos en qué términos trata DONALD a ENRIQUE, cómo
le habla, regaña y le hace ver sus errores, dándole nivel de subordinado.
TANTITA DIGNIDAD
Ahora bien, que
sea un país más rico no lo hace dueño de la razón. No son nuevos nuestros
argumentos exitosos.
De tiempo en
tiempo, entre MIGUEL DE LA MADRID (MM), ERNESTO ZEDILLO (EZ) y FELIPE CALDERÓN
(FC) los reclamos a la doble moral del gobierno americano han sido oportunos y
muy necesarios.
Ellos nos venden
las armas y nos compran la droga (FC), la mayor parte de la estructura mafiosa,
mayoreo, medio mayoreo, menudeo, está del lado americano (MM), el negocio es de
ellos pero los muertos los ponemos nosotros (EZ, FC).
Que la discusión
se empantane ahora en el significado de las palabras nos sitúa en un umbral lejano
a los hechos. En el prólogo apenas, cuando todavía no distinguimos la realidad
de sus fantasmas.
Discurría GARCÍA
MÁRQUEZ a propósito de cierta masacre obrera en Macondo como la verdad sucumbió
en pocas horas.
No solo desaparecieron
los muertos sino que el mismo victimario de la compañía bananera parecía no
haber existido.
Y al final de
aquel delirio hermenéutico, un bando solemne proclamó la inexistencia de los propios
trabajadores.