miércoles, 8 de febrero de 2017

Gasto inteligente

Cd. Victoria.- Cuentan, lo dicen y platican quienes conocen de estas cosas. Uno de los secretos del presidente BILL CLINTON para inducir la época de bonanza que caracterizó a su octanato, descansó en el origen sano de los recursos aplicados al gasto social.
Su intensa obra civil no se financió con deuda, ni con déficit, ni con mayores impuestos ni (menos) incrementando la masa circulante, como lo hacían sus antecesores demócratas.
Se trabajó, sencillamente, con dinero ya etiquetado al que solo se movió de lugar. En concreto, importantes partidas del presupuesto militar se reciclaron como inversión en infraestructura.
Y también de ese subsistema de la industria armamentista (que a veces no vemos) como es la dispendiosa carrera aeroespacial, consumidora voraz de recursos que estarían bastante mejor aplicados en hospitales, escuelas, obras de irrigación o carreteras.
Acaso por ello CLINTON concitó tantos odios entre una élite tecnocrático-militar que lucra (como el dragón del cuento) del temor social y pide cada año cuotas mayores de la renta nacional.
Cuestión de recordar el escándalo de la chica LEWINSKY que estuvo a punto de costarle el cargo, en asuntos de alcoba que todos los predecesores de CLINTON han practicado de rutina, aunque solapados por las agencias de seguridad.
Y, desde luego, la posterior derrota de AL GORE quien (como HILLARY en 2016) sacó más votos que su contrincante republicano pero menos delegados estatales.
Por eso quien gobernó fue GEORGE BUSH (y no GORE) como ahora lo hace el señor TRUMP (en vez de HILLARY).

OTRO CASO
Hace algunos años, el laborista TONY BLAIR hizo lo propio con el presupuesto de la monarquía británica. Armado con un buen equipo de expertos, canceló prebendas costosísimas, cotos de poder otorgados a parientes de la reina hasta en cuarto y quinto grado.
Toda una runfla de holgazanes con peluquín, amparados en títulos de nobleza que nada aportaban al crecimiento de su país, pero si administraban privilegios muy caros.
De paso, BLAIR mandó a su casa a los integrantes de la Cámara Alta (los lores) cuyo cargo no pasaba por las urnas sino por nombramiento directo de la monarquía, siendo además vitalicio y hereditario.
A partir de entonces serían electos, como los miembros de la cámara baja, los “comunes”.
Por todo ello cabe preguntar si un país (entidad federativa, municipio) en verdad es pobre por falta de recursos o (sencillamente) por una deficiente (equívoca, dolosa, amañada) distribución del dinero.
Los bienes son para resolver los males, dicen. Y, en efecto, uno de los grandes retos que tiene México está relacionado con las dos reflexiones anteriores. No es necesario endeudar más, ni incrementar impuestos.
Solo administrar mejor.

FIN DE CICLO
El próximo jueves 9 de febrero a partir de las 7 horas habrán de retornar a sus actividades normales los estudiantes, maestros y empleados pertenecientes a la Unidad Académica de Trabajo Social y Ciencias para el Desarrollo Humano de la UAT.
El lector recordará que las tareas en dichas facultades se habían mudado temporalmente a las instalaciones de la Escuela Normal, tras la huelga loca encabezada por las huestes de GONZALO HERNÁNDEZ, exlíder moral, exfuncionario universitario, hoy en franco retiro.
Las instalaciones ya están bajo la autoridad de la maestra MIRNA MARIBEL MEDRANO, actual encargada de la dirección y esto quiere decir que se acabaron las clases extramuros y todo mundo regresa al Alma Mater.
En paralelo, fueron dispuestas labores de restauración, pintura y reparaciones diversas, tras la pasajera retención de dichas aulas por parte de inconformes, miembros del llamado “Grupo Azul”.
Se impuso la cordura, la legalidad y el camino del diálogo emprendido por ENRIQUE ETIENNE y su equipo rectoral.