martes, 14 de febrero de 2017

Puertos y marinos

Cd. Victoria.- La Administración Portuaria Integral de Tampico (API) amaneció este lunes fuertemente custodiada ante la visita del titular de Marina, almirante secretario VIDAL FRANCISCO SOBERÓN.
El funcionario se reunió con personal de las capitanías de Tampico y Altamira para abordar la reestructuración de mandos, hoy en marcha.
La meta, despejar las dudas entre los trabajadores del ramo, en presencia de los alcaldes de la zona conurbada.
Importa recordar que el pasado 9 de abril de 2016 el presidente PEÑA NIETO envió al Congreso una iniciativa que dispuso transferir las capitanías de SCT a la SEMAR, en todo el país.
El documento se denominó “Decreto por el que se Modifican, Adicionan y Derogan diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, la Ley de Navegación y Comercio Marítimos y la Ley de Puertos”.
Fue aprobado el 24 de noviembre pasado por las comisiones unidas de Comunicaciones y Transportes, Marina y Estudios Legislativos del Senado.
Su publicación en el Diario Oficial de la Federación data del 19 de diciembre de 2016, abriéndose con ello un plazo de 180 días naturales para su plena entrada en vigor, teniendo por fecha última el 17 de junio de 2017.
El decreto estipula que la autoridad marítima nacional la ejercerá el Ejecutivo Federal a través de la SEMAR en las tareas de protección, seguridad y mantenimiento del estado de derecho en aguas mexicanas.
Entre las nuevas atribuciones conferidas a los marinos destaca el abanderar y matricular embarcaciones y artefactos navales, inspeccionar y certificar el cumplimiento de la legislación nacional y los Tratados Internacionales en materia de seguridad y contaminación.
La SEMAR podrá inspeccionar a embarcaciones extranjeras, otorgar autorización de inspectores a personas físicas, realizar investigaciones, designar peritos y emitir dictámenes de accidentes e incidentes marítimos, fluviales y lacustres.
Podrá imponer sanciones a infractores, así como nombrar y remover a capitanes de puerto. Por ello se le habrán de reasignar los recursos humanos, financieros y materiales con que contó la SCT en la ejecución de tales funciones.

MARCO PREVIO
La iniciativa de PEÑA NIETO revierte una reforma anterior promovida en 1976 por el expresidente JOSÉ LÓPEZ PORTILLO quien trasladó el control de las capitanías al sector civil.
Se buscaba entonces impulsar la marina mercante y consolidar la flota petrolera mediante la construcción de astilleros en Veracruz, Mazatlán, Guaymas y Ensenada.
Sin embargo, en años posteriores irrumpió con fuerza el fantasma de la inseguridad, tras la infiltración del crimen organizado en las zonas portuarias.
Fecha clave en el cambio de estrategia fue el 5 de noviembre de 1992 cuando la denominada Red Operativa de Cooperación Regional de Autoridades Marítimas de Sudamérica, Cuba, México y Panamá (ROCRAM) signó el llamado “Acuerdo de Viña del Mar” (Valparaíso, Chile), hoy suscrito por 15 naciones del continente.
Dicho tratado sentó las bases para una colaboración estrecha entre autoridades marítimas, estableciendo medidas de supervisión de buques extranjeros, con un fuerte acento en materia de seguridad.
No debe extrañar entonces el que, una vez enviada la iniciativa de PEÑA NIETO (y mientras se discutía en las cámaras) el puerto mexicano de Veracruz haya sido sede de la XXIII Reunión del Acuerdo Viña del Mar el pasado 5 de septiembre de 2016, reuniendo a especialistas de los países miembros.
Igual como antecedente importa mencionar el programa piloto que entregó a SEMAR el control de dos puertos con alto índice delictivo: Lázaro Cárdenas, Michoacán, y Manzanillo, Colima, logrando resultados importantes en el combate a la criminalidad.
Este cambio se extiende ahora a toda la República.