Cd. Victoria.- De visita en Tampico y Ciudad Madero al arranque de
esta semana, la exgobernadora yucateca IVONNE ORTEGA PACHECO reiteró sus deseos
de convertirse en candidata del PRI a la primera magistratura del país.
Interesante el que
evite (hasta hoy) romper con su partido y, por ende, la opción de asumir una
candidatura independiente siga siendo su “plan B”.
Institucionalidad
que en buena medida la hermana con MARGARITA ZAVALA, cuya militancia panista se
mantiene intacta y continúa moviéndose en la tesitura de contendiente interna,
sin cerrar la puerta a la posibilidad de competir sin partido.
De paso por el
sur tamaulipeco, IVONNE hizo propuestas interesantes como el reducir al 50% el
impuesto a los hidrocarburos. Aunque la atención de los medios se centró en su relación
cercana con exgobernadores como el hoy prófugo JAVIER DUARTE de Veracruz.
Lo cuál no
niega, como igualmente refrenda su amistad con HUMBERTO MOREIRA de Coahuila y
EUGENIO HERNÁNDEZ de Tamaulipas.
Nacida en 1972
(tiene 44 años) la suya es una carrera meteórica y con un largo record de
triunfos. Conquistó la alcaldía de su natal Dzemul, Yucatán, a los 28 años,
siendo luego diputada local, diputada federal y senadora.
Y aunque su despegue
estuvo ligado al apoyo de su tío, el cacique y exgobernador VÍCTOR CERVERA
PACHECO, al paso de los años la inquieta dama pugnó por formarse una imagen
propia. Por méritos personales, más allá de parentescos.
Abogada con
maestría en políticas públicas, tenía IVONNE ORTEGA 34 años cuando alcanzó la
gubernatura de Yucatán. Su paso por dicha encomienda le dejó un saldo polémico
de denuncias por obras inconclusas y presuntos desvíos.
Hiperactiva, ocuparía
luego el puesto número dos del CEN tricolor (Secretaría General) para repetir
en la curul federal durante la contienda de 2015.
Cargo al que
pidió licencia el pasado 16 de enero de 2017, con la intención explícita de
buscar la nominación presidencial.
LA VIEJA HISTORIA
Y, bueno, insisten
los medios en la presunta reedición del (real o ficticio) pacto que el PRI y el
PAN habrían diseñado desde 2006 para impedir el ascenso de ANDRES MANUEL LÓPEZ
OBRADOR.
Acuerdo no
escrito según el cuál, tricolores y albiazules lo mismo compiten que comparten
el poder, según convenga el caso.
La disputa de
gubernaturas, alcaldías y cargos legislativos es real. El sillón de Los Pinos,
en cambio, se decide en función de aquel (o aquella) aspirante que esté mejor posicionado
(a) para derrotar a la izquierda.
Desde luego, en
el mundo de los “valores entendidos” no hay ni puede haber documentación que
avale tales supuestos. Nos movemos en el terreno de la especulación pura.
Ciertamente, los
gobernadores del PRI jugaron en 2006 un papel clave (se diría que crucial) para
que FELIPE CALDERÓN pudiera imponerse en los números oficiales del IFE al
favorito LÓPEZ OBRADOR.
Y también para
tomar posesión ante una bancada perredista en franca rebeldía que se había
propuesto impedir su acceso al palacio de San Lázaro.
Los videos
todavía están en YouTube para quien quiera verlos. Por puerta trasera entraron presurosos
CALDERÓN y FOX para cumplir con el protocolo sucesorio en menos de un minuto y
desaparecer tras las cortinas, bajo una feroz turbamulta.
Episodio que
GERMÁN DEHESA, el desaparecido escritor y columnista de REFORMA, comparó con
las suertes del gran mago HOUDINI, por su compleja mezcla de tramoya y audacia.
Seis años
después, de nueva cuenta con AMLO como adversario, la campaña de JOSEFINA
VAZQUEZ MOTA observaría un bajísimo perfil mientras ENRIQUE PEÑA NIETO se iba a
las nubes con el apoyo (entre otros) de VICENTE FOX.
El 2018 podría cocinarse
así, opinan. La duda descansa en la identidad del beneficiario (a). ¿MIGUEL
ANGEL, LUIS, MARGARITA, RAFAEL o RICARDO?