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Victoria.- En una época de medias tintas y perfiles
acomodaticios a lo largo y ancho del panorama nacional, premiar a un héroe con
la presea cuyo nombre honra a otro héroe representa una acción relevante y de
gran significado.
Van los perfiles:
BELISARIO
DOMÍNGUEZ
Médico de profesión, nacido en Comitán,
Chiapas, fue alcalde y luego senador, identificado con la causa liberal.
Vivió de cerca el derrocamiento del
presidente MADERO y se opuso al dictador VICTORIANO HUERTA quien lo mandó
secuestrar y asesinar, cortándole la lengua. Su sacrificio, perpetrado el 7 de
octubre de 1913, fue clave para la caída del régimen.
La presea que lleva su nombre se instituyó
por decreto del presidente RUIZ CORTINES el 3 de enero de 1953 y es la máxima distinción
que otorga el Senado.
Reconoce a mexicanos servidores de la
patria o la humanidad que se hayan distinguido, por ciencia o virtud “en grado
eminente.”
Incluye diploma y medalla con el escudo
nacional en cuyo reverso figura la efigie de BELISARIO y el lema:
"Ennobleció a la Patria”, colgante de un listón tricolor.
Variopinta es la lista de los personajes
que se han hecho acreedores a ella, no todos brillantes, algunos merecidos,
otros polémicos.
DE
CHILE, DULCE
La primera edición se otorgó a dos figuras
de perfil algo bajo, como fueron la profesora bajacaliforniana ROSAURA ZAPATA, pionera
de la educación preprimaria en el país y el académico de la lengua ERASMO
CASTELLANOS.
Merecidísima la de 1958, entregada a don ANTONIO
DÍAZ SOTO Y GAMA, abogado magonista y luego zapatista, colaborador del diario
“Regeneración”, fundador del Partido Nacional Agrarista y la Casa del Obrero
Mundial.
La han recibido también profesionales de
la medicina como IGNACIO CHÁVEZ (1975), GUSTAVO BAZ (1978), SALVADOR ZUBIRÁN
(1986), JESÚS KUMATE (2006) y el tampiqueño CARLOS CANSECO GONZÁLEZ (2004),
entre otros.
Y gente de la pluma como el general y
escritor PANCHO URQUIZO (1967), los poetas ANDRES HENESTROSA (1993), JAIME
SABINES (1994) y ERACLIO ZEPEDA (2014).
Sin olvidar al novelista CARLOS FUENTES (1999),
el periodista MIGUEL ÁNGEL GRANADOS (2008) y académicos como MIGUEL LEÓN
PORTILLA (1995), LEOPOLDO ZEA (2000) y LUIS GONZÁLEZ (2003).
Amén de algunos pintores: GERARDO
MURILLO, el “Dr. Atl” (1956) y RUFINO TAMAYO (1988).
Y, bueno, con el advenimiento de la
pluralidad, desde los años noventas tenemos a exdirigentes partidistas en dicho
listado.
Por la izquierda, HEBERTO CASTILLO (1997)
y CUAUHTÉMOC CÁRDENAS (2011). Por el PAN, JOSÉ ÁNGEL CONCHELLO (1998), CARLOS
CASTILLO PERAZA (2007), LUIS H. ÁLVAREZ (2010) MANUEL GÓMEZ MORÍN (2013,
póstuma).
El pasado 2015 causó escozor que la
selección haya recaído en el empresario ALBERTO BAILLERES, patriarca de la
industria minera y metalúrgica.
MÉRITO
CIVIL
Empleado de gasolinera en Chilpancingo, ingeniero
de profesión oriundo de Veracruz, GONZALO RIVAS CÁMARA murió a consecuencias de
la conflagración ocurrida en su centro de trabajo el 12 de diciembre de 2011.
Eran días de mucha agitación. El
estudiantado normalista había prendido fuego a la estación de combustible
ubicada en la Autopista del Sol.
Armado con un extinguidor, el solitario
trabajador logró contener el siniestro, evitando el estallido de los depósitos
que habría sido devastador, en vidas y daños materiales.
Concluida su labor fue trasladado
gravemente herido a un hospital cercano para fallecer días después.
Gesto de generosidad que en buena medida
recuerda al de JESÚS GARCÍA CORONA, aquel maquinista que un 7 de noviembre de
1907 salvó al pueblo de Nacozari, Sonora, a costa de su vida.
El próximo 24 de noviembre, la viuda y
los hijos de GONZÁLO recibirán la presea “BELISARIO DOMÍNGUEZ” en el Senado de
la República.