Cd.
Victoria.- El PRI tamaulipeco parece haber abdicado
a la función de generar noticia, dejando vacíos dentro de la opinión pública regional
que el gobernante PAN llena con creces y hasta minipartidos como MORENA y
Encuentro Social (PES) parecen interesados en ocupar.
Y esto va más allá del traído y llevado
“estado de shock” donde habría quedado desfalleciente luego de su derrota.
Alguien debiera avisarles que perder no significa morir y existe vida después
de la alternancia.
A estas alturas resulta ingenuo suponer
que lo ignoren. Máxime cuando conservan su condición de partido gobernante en
el plano federal, por lo menos hasta el 30 de noviembre del 2018.
Lastimoso, que la única noticia generada
por organización tricolor sean las especulaciones sobre el pospuesto relevo de
RAFA GONZÁLEZ, asunto que debió quedar resuelto hace bastante tiempo.
Y resulta que de aquel 5 de junio ya
pasaron cinco meses (estamos a noviembre, ¿ya se fijaron?) sin que el aparato se
digne salir de un abandono postraumático que (para mi gusto) ya se alargó
demasiado.
INOPERANCIA
Innecesario, incluso, el traer y llevar
nombres sobre los presuntos “fieles de la balanza” en cuyas manos quedaría el
entuerto.
Ningún exgobernador tiene ya que ver en este
asunto. Aquí ya no es tarea de EGIDIO, ni de EUGENIO, ni (menos) de BALTAZAR.
En casos así, la responsabilidad
principal recae en el CEN de ENRIQUE OCHOA y cuyo liderazgo moral (no se hagan
bolas) radica en Los Pinos.
Resulta tétrico, incluso, que solamente
los murmullos sean noticia, como en alguna mala imitación de PEDRO PÁRAMO y su
mítico pueblo de espectros, Comala.
Puras charlas de panteón que al propio
RULFO espantarían. Lamentos ahogados, voces entrecortadas que van rebotando
como ecos por subterráneos y catacumbas de la vida social.
Pero ninguna acción efectiva, a la luz
del día.
Y todo se mueve en el pantanoso terreno
de las aproximaciones. Si BETICO puede, si HERIBERTO se anima, si ENRIQUE ya no
quiso, o bien, si GUEVARA será el salvador o su función se reducirá a vender la
vieja maquinaria por kilo a cambio de una senaduría plurinominal.
La verdad no es para tanto. Ya deberían
estar trabajando en un diagnóstico interesante, alguna autocrítica útil y,
desde luego, un proyecto ejecutivo.
Habrá que insistir. Le compete a la
oficina de Insurgentes norte ponerse las pilas, convocar al relevo, dar curso a
una nueva historia y saltar a la cancha otra vez.
ESPACIO
CEDIDO
Porque (ojo) la oportunidad se presenta
dorada para el comité albiazul a cargo de KIKO ELIZONDO, entre cuyas opciones
destaca el convertir esos 721 mil votos de junio pasado en capital permanente.
Reciclar el apoyo actual (que es de
sufragio) en una fuerza de largo plazo y de militancia real que les permita
superar la prueba del tiempo.
Se dice fácil pero, mire usted, dejar que
la gente se estacione en el mero sentimiento antipriísta sería inconveniente
para el propio gobernador CABEZA DE VACA.
Cualquier día se presenta alguien con la
misma bandera y similar discurso (antitricolor, antisistema) y podría sacar
bastante agua del mismo pozo, en detrimento del voto panista.
Ejemplo claro y aleccionador el caso de
Baja California entre 1988 y 1989. En aquel emblemático 6 de julio del 88, el
ingeniero CUAUHTEMOC CÁRDENAS, candidato presidencial del Frente Democrático
Nacional (FDN), prácticamente arrasó en las tres urnas de dicha entidad
norteña.
Aunque un año después (ver para creer) el
2 de julio de 1989, el mismo encono antipriísta le otorgó un triunfo
contundente al primer gobernador del PAN en la historia, ERNESTO RUFFO.
¿Qué ocurrió entre una y otra
contiendas?... En términos electorales, el nicho de mercado seguía ahí, pero un
actor diferente llegó a capitalizarlo. Tal cuál.