lunes, 28 de noviembre de 2016

Bono democrático

Cd. Victoria.- Contados los 31 días de octubre, más los 28 que este lunes alcanza noviembre, la luna de miel electoral del gobierno tamaulipeco va en su jornada número 59, ojo.
Los cien días del gobernador CABEZA DE VACA se cumplen el 8 de enero. Aunque el carácter histórico y las dimensiones amplias de su triunfo electoral permiten pensar en un plazo extendido.
Finalmente, ¿qué es la luna de miel?...
Una disposición mental de individuos y comunidades.
Necesidad de congruencia entre (1) el voto de papel otorgado en la urna al candidato y (2) el voto de confianza dirigido al gobernante.
Un plazo de gracia que aguarda resultados, en base a la esperanza general de bienestar y la expectativa de avances reales.
Siguiendo la lógica de RUDOLPH GIULIANI, habría que identificar tal esperanza en el reino etéreo de la poesía, mientras que la expectativa pertenece al terreno tangible de la prosa.
El primer caso alude a los grandes ideales expuestos durante la campaña y el segundo a los resultados alcanzados desde el poder.
Dado que el triunfo de FRANCISCO JAVIER fue contundente y superó incluso la previsión más optimista, cabe esperar una paciencia mayor del electorado.

REFERENCIA
Lo cuál nos remite al fenómeno de la alternancia nacional que vivimos en 2000 tras la victoria de VICENTE FOX.
El entonces canciller JORGE CASTAÑEDA solía calificar la popularidad inicial del nuevo presidente como un “bono democrático”.
Temporal, como todo bono. Sujeto al natural desgaste del tiempo, pero suficiente para alargar al doble o al triple los 100 días tradicionales de gracia.
Recuérdese que el PRI también quedó noqueado en aquella gesta del 2000. Por eso la gente se siguió de largo festejando el triunfo de FOX hasta el verano siguiente.
Aunque todo plazo se agota y llega un momento en que la legitimidad del voto se debe refrendar con hechos.
Es entonces cuando el apoyo razonado reemplaza al argumento puramente sensorial de la buena imagen. La prosa desplaza a la poesía, la convicción a la simpatía.
En Tamaulipas, el nuevo gobernador goza hoy de un periodo amable. Las luces de junio aún iluminan su llegada y el aplauso es sincero en todas las regiones.
Pero es el inicio. Su desafío será conservar dicha confianza en los meses y años posteriores.
Esa etapa madura del régimen cuando todo gobernante consolida su liderazgo político y afianza las riendas del Estado.
Los actuales son tiempos de bono. El aval del votante es todavía un surtidor de agua fresca y abundante.
Aunque los días por venir entrañan retos mayores y comprenden escenarios que podrían ser previstos desde ahora.

COMANDANTE
El adiós de FIDEL CASTRO pone en aprietos cualquier análisis porque en la misma persona coinciden héroe y verdugo.
Fue el ROBIN HOOD que bajó de la sierra para derrocar al tirano FULGENCIO BATISTA.
Ya en el poder, mutiló libertades, aniquiló opositores y ancló la economía de Cuba en un estado de emergencia crónica, de terapia intensiva permanente, bajo pretexto del bloqueo norteamericano.
Importa el quiebre generacional. Al amanecer del primero de enero en aquel 1959, BATISTA abandona el poder a los 57 años cumplidos, en contraste con los 32 de FIDEL, los 30 del CHE y los 26 de CAMILO.
Revolucionario al fin, FIDEL hizo suyo el compromiso de otorgar salud y educación a todos sus gobernados.
Brillante orador, sus enemigos aún se sorprenden como sobrevivió al sinnúmero de conjuras urdidas para asesinarlo. Murió pacíficamente en su cama, a los 90 años.
Desde 2008 había dejado el poder a su hermano RAUL, quien tiene programado retirarse en 2018.
Vivirá entonces Cuba aquellos “tiempos interesantes” de los que habla la tradición china, para bien y para mal. Cuando lo viejo choca con lo nuevo.