Cd.
Victoria.- Poco antes de que se instaurara la veda
electoral de 2012, el entonces presidente FELIPE CALDERÓN concedió una larga
entrevista a la televisión donde, entre otras cosas, le preguntaron por sus
encuentros y desencuentros con los medios.
Se trataba del desaparecido programa
“Tercer Grado”, ya sabe usted, con DENISE, ADELA, JOAQUÍN, LEOPOLDO, CIRO, MARÍN,
LORET y BROZO.
Aquel miércoles 28 de marzo, FELIPE confesó
estar conciente de que cuando se ejerce el poder, los errores suelen
magnificarse y los aciertos se reconocen poco o son ignorados.
La incomprensión, pues, como fantasma
ineludible. Y aunque habló de mezquindad en quienes le escatiman sus méritos,
rechazó sentirse frustrado.
Y añadió: “uno quisiera que todo mundo
pudiera entender las razones de lo que hace.”
Comentando luego que si él tuviera un
periódico le llamaría “Balance” pues buscaría el equilibrio, dividiendo su
primera plana para poner de un lado las 10 noticias más positivas y del otro
las 10 más negativas.
A lo cuál MARÍN interrumpió de un grito:
-“¡No!, ¿Veneno y antídoto?, ¡Nadie lo
lee!..”
DON
BENITO
El tema de la amargura en los
mandatarios, su soledad, la desilusión ante una opinión pública que los
interpreta mal (o los calumnia) ya había sido tocado por CALDERÓN una semana
atrás, 21 de marzo de 2012, en la ceremonia relativa al 206 aniversario de
BENITO JUÁREZ.
Evento que tuvo lugar en el patio central
de Palacio Nacional, con el gabinete ampliado y frente a la célebre estatua de
JUÁREZ.
Esa inmensa mole en bronce que el
gobierno del general PORFIRIO DÍAZ encargó al escultor capitalino MIGUEL NOREÑA
y que (según la leyenda en su pedestal) se fundió con el metal de los cañones
arrebatados al invasor francés.
Ese día FELIPE dijo que “en medio de la
mezquindad colectiva, de la envidia” JUÁREZ fue “el más férreo defensor de la
soberanía.”
Para luego citar una meditación del Benemérito
que data de 1861, tras finalizar la Guerra de Reforma:
“Me considero”, habría dicho BENITO, “como
un arquitecto en medio de ruinas, que me afano por lograr la unión y la solidez
de los multiplicados materiales para la grande obra del gobierno, mirando, a
veces, con tristeza, que no se secundan los esfuerzos.”
MOVER
O JODER
Todo esto viene a cuento por la polémica alocución
que emitió el presidente PEÑA NIETO el pasado 25 de octubre donde abordó el
viejo asunto de las buenas y malas noticias.
Ello, durante el foro “Impulsando a
México”, organizado en Atlacomulco por el Grupo Interacciones que preside
CARLOS HANK RHON.
Por supuesto, de los muchos
posicionamientos que hizo PEÑA NIETO, la parte que dio vuelta al mundo fue la
menos afortunada.
Ocurrió en el segmento final, cuando le
dice a su público “y déjenme cerrar con esto”, dando curso a una reflexión
sobre los hechos positivos y negativos que ocurren cada día. Expresó:
-“No caigo en autocomplacencias. Soy el
primero en reconocer fallas, errores, desaciertos, pero, también, reconocer
avances y logros.”
Para rematar:
“Nadie despierta, un Presidente no creo
que se levante, ni creo que se haya levantado pensando, y perdón que lo diga,
cómo joder a México. Siempre han pensado en cómo hacer las cosas bien.”
El discurso completo se encuentra
transcrito en el portal de Presidencia y (de viva voz) en YouTube. El contexto
en que lo dijo venía de un razonamiento amplio y el tono mismo que empleó fue por
demás casual.
Pese a ello, la respuesta de la opinión
pública fue demoledora. La palabra “joder” ardió en las redes y muy pronto los
“memes” la vincularon al eslogan de campaña “mover a México”.
Incomprensión, en efecto, aunque también
problemas no resueltos de comunicación en ambos casos, CALDERÓN y PEÑA