miércoles, 16 de noviembre de 2016

¿Incomprensión?

Cd. Victoria.- Poco antes de que se instaurara la veda electoral de 2012, el entonces presidente FELIPE CALDERÓN concedió una larga entrevista a la televisión donde, entre otras cosas, le preguntaron por sus encuentros y desencuentros con los medios.
Se trataba del desaparecido programa “Tercer Grado”, ya sabe usted, con DENISE, ADELA, JOAQUÍN, LEOPOLDO, CIRO, MARÍN, LORET y BROZO.
Aquel miércoles 28 de marzo, FELIPE confesó estar conciente de que cuando se ejerce el poder, los errores suelen magnificarse y los aciertos se reconocen poco o son ignorados.
La incomprensión, pues, como fantasma ineludible. Y aunque habló de mezquindad en quienes le escatiman sus méritos, rechazó sentirse frustrado.
Y añadió: “uno quisiera que todo mundo pudiera entender las razones de lo que hace.”
Comentando luego que si él tuviera un periódico le llamaría “Balance” pues buscaría el equilibrio, dividiendo su primera plana para poner de un lado las 10 noticias más positivas y del otro las 10 más negativas.
A lo cuál MARÍN interrumpió de un grito:
-“¡No!, ¿Veneno y antídoto?, ¡Nadie lo lee!..”

DON BENITO
El tema de la amargura en los mandatarios, su soledad, la desilusión ante una opinión pública que los interpreta mal (o los calumnia) ya había sido tocado por CALDERÓN una semana atrás, 21 de marzo de 2012, en la ceremonia relativa al 206 aniversario de BENITO JUÁREZ.
Evento que tuvo lugar en el patio central de Palacio Nacional, con el gabinete ampliado y frente a la célebre estatua de JUÁREZ.
Esa inmensa mole en bronce que el gobierno del general PORFIRIO DÍAZ encargó al escultor capitalino MIGUEL NOREÑA y que (según la leyenda en su pedestal) se fundió con el metal de los cañones arrebatados al invasor francés.
Ese día FELIPE dijo que “en medio de la mezquindad colectiva, de la envidia” JUÁREZ fue “el más férreo defensor de la soberanía.”
Para luego citar una meditación del Benemérito que data de 1861, tras finalizar la Guerra de Reforma:
“Me considero”, habría dicho BENITO, “como un arquitecto en medio de ruinas, que me afano por lograr la unión y la solidez de los multiplicados materiales para la grande obra del gobierno, mirando, a veces, con tristeza, que no se secundan los esfuerzos.”

MOVER O JODER
Todo esto viene a cuento por la polémica alocución que emitió el presidente PEÑA NIETO el pasado 25 de octubre donde abordó el viejo asunto de las buenas y malas noticias.
Ello, durante el foro “Impulsando a México”, organizado en Atlacomulco por el Grupo Interacciones que preside CARLOS HANK RHON.
Por supuesto, de los muchos posicionamientos que hizo PEÑA NIETO, la parte que dio vuelta al mundo fue la menos afortunada.
Ocurrió en el segmento final, cuando le dice a su público “y déjenme cerrar con esto”, dando curso a una reflexión sobre los hechos positivos y negativos que ocurren cada día. Expresó:
-“No caigo en autocomplacencias. Soy el primero en reconocer fallas, errores, desaciertos, pero, también, reconocer avances y logros.”
Para rematar:
“Nadie despierta, un Presidente no creo que se levante, ni creo que se haya levantado pensando, y perdón que lo diga, cómo joder a México. Siempre han pensado en cómo hacer las cosas bien.”
El discurso completo se encuentra transcrito en el portal de Presidencia y (de viva voz) en YouTube. El contexto en que lo dijo venía de un razonamiento amplio y el tono mismo que empleó fue por demás casual.
Pese a ello, la respuesta de la opinión pública fue demoledora. La palabra “joder” ardió en las redes y muy pronto los “memes” la vincularon al eslogan de campaña “mover a México”.
Incomprensión, en efecto, aunque también problemas no resueltos de comunicación en ambos casos, CALDERÓN y PEÑA