Cd. Victoria, Tam.-
Del Golfo al Pacífico la mitad del país se encuentra en apuros por la
concurrencia de dos meteoros que entremezclan humedades y ponen en jaque a los
tres niveles de gobierno.
Este
miércoles, mientras INGRID perdía fuerza, MANUEL avanzaba por el Mar de Cortés,
península arriba, ahora convertido en huracán.
En
Tamaulipas el gobernador EGIDIO TORRE CANTÚ puso a todo su gabinete en
movimiento para enfrentar las secuelas del fenómeno luego de presidir la
ceremonia del Grito la noche del 15 cuando ya los vientos de INGRID empezaban a
rugir sobre cielo huasteco.
Lo cuál
inevitablemente nos remite a los días del huracán GILBERTO y aquel segundo
Grito que encabezaría el ingeniero AMERICO VILLARREAL en 1988.
Ello, a
escasas horas de que el singular meteoro iniciara su paso por el litoral para
tocar tierra en La Pesca el día 17, desencadenar toda su furia sobre Monterrey
y llevar sus últimos resoplidos hasta las praderas desérticas de Nuevo México.
Desde
luego, INGRID es sustantivamente menor. Aún así cargó de manera copiosa las
cuencas hidrológicas y por ello el jefe del Ejecutivo estatal movilizó su
aparato administrativo para atender a las familias siniestradas.
El
presidente ENRIQUE PEÑA NIETO quien había cancelado su cena patria del domingo
15 para dirigirse a las costas de Guerrero, recorrió este miércoles la
desembocadura del Pánuco y la zona sur de Tamaulipas evaluando daños y
disponiendo medidas de emergencia, junto al gobernador TORRE CANTÚ, su colega
veracruzano JAVIER DUARTE y el secretario de Marina SALVADOR CIENFUEGOS, entre
otros.
Se
comprometió PEÑA NIETO a que las familias afectadas recibirían la ayuda sin
intermediario alguno. Así dijo, mire usted.
En
Victoria el ingeniero TORRE CANTÚ había visitado los puntos críticos de la
cabecera, entre ellos el vado de la Colonia Moderna, disponiendo la atención
urgente a la toda la región afectada y el recuento de las comunidades aisladas.
Sobrevoló
asimismo puntos álgidos de la zona centro como la presa Vicente Guerrero, las cuencas
de los ríos Corona y Purificación, así como las municipalidades de Padilla,
Guémez, Casas y Soto la Marina donde se registran daños en puentes y cortes en
carreteras.
Se
reportan inundaciones severas en Tampico, Madero, Altamira, Mante, Ocampo, Soto
la Marina, Aldama, Abasolo, Hidalgo, Casas, Llera y Gómez Farías.
El
gobierno de Tamaulipas solicitó ante la Secretaría de Gobernación las
respectivas declaratorias de zona de emergencia y zona de desastre para 33
municipios.
El Río
San Marcos nos recuerda de tiempo en tiempo su latente potencial destructivo,
pasando por encima de puentes y vados, aunque en el caso de la Moderna lo
impactante para fines del periodismo gráfico fue el dramático socavón abierto
por las aguas.
Y como
septiembre es mes de aniversarios siniestros, este jueves 19 se recuerda
también el terremoto que sufrió la Ciudad de México en 1985, acaso el más
destructivo que registre la memoria nacional.
El
sismo sacudiría durante seis minutos a la capital del país con una magnitud de
8.1 grados y una cifra que superó los 10 mil muertos.
Así
pues, PEÑA NIETO tendrá que multiplicar su agenda temática entre:
(1) La
atención urgente a los damnificados del Golfo donde INGRID ya se disipó pero
dejó graves secuelas que apenas se empiezan a cuantificar.
(2) Los
daños y víctimas del Pacífico (bastante mayores en gravedad y número) donde
MANUEL ha causado estragos espectaculares y (peor aún) se dirige todavía con
mayor fuerza hacia Sinaloa y Sonora.
(3) Y,
bueno, también deberá encontrar algún resquicio para recordar a las víctimas
del sismo en su aniversario 28.
Y,
mucho ojo, este miércoles las redes sociales difundían imágenes de satélite
donde se observan dos nuevas perturbaciones, una entre Quintana Roo y Belice
con trayectoria hacia el Golfo de México y otra por el Pacífico frente a las
costas de Michoacán, moviéndose en dirección norte.
Las
tareas de protección civil van para largo.