jueves, 22 de febrero de 2018

Yahvé en campaña


Cd. Victoria, Tam. – La contienda tamaulipeca de 2016 significó el estreno del Partido Encuentro Social (PES) a escala regional, donde por vez primera postuló candidato a gobernador en la persona del diazordacense ABDÍES PINEDA, quien, por cierto, obtendría el 1.44% de los votos.
Apenas en 2014, el PES alcanzó su registro como partido nacional, ocupando PINEDA la Secretaría General para conquistar luego una curul federal en la votación de 2015.
El PES cosechó entonces 1 millón 319 mil votos en todo el país y una cuota de 9 asientos en San Lázaro, donde el tamaulipeco fungiría como secretario en las comisiones de Recursos Hidráulicos y Vivienda, perteneciendo también a la de Frontera Norte.
Se separó del cargo el primero de febrero de aquel 2016 para dar la batalla por la gubernatura, aunque su trabajo fue, más que nada, testimonial, en una competencia muy polarizada entre el panista FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA y el tricolor BALTAZAR HINOJOSA.
De creación reciente, conservador y marginal, el PES no parecía un rival del que sus competidores tuvieran que preocuparse mucho.
Al menos eso pensaban hasta el pasado noviembre de 2017 cuando su prospectiva cambió al anunciarse su alianza con MORENA, tras el acuerdo entre LÓPEZ OBRADOR y HUGO ERIC FLORES, líder de Encuentro Social.
La opinión pública recordó entonces la filiación evangélica del matrimonio formado por don ANDRES LÓPEZ y doña MANUELA OBRADOR, padres de AMLO.
Al respecto, una nota del diario LA JORNADA nos recordó hace tiempo que Tabasco registra (de acuerdo al INEGI) uno de los porcentajes más altos de población protestante. El censo del 2000 lo calculó en 17%. Algo así como el triple de la media nacional.
Y bueno, una rápida consulta a las cuentas de 2010 ofrecidas por el mismo INEGI, arroja datos más reveladores de la misma entidad tabasqueña.
En números redondos, entre cristianos evangélicos (411 mil) y no evangélicos, como adventistas, mormones y testigos de Jehová (125 mil), oiga usted, sumados ya rebasan el medio millón frente al millón 400 mil de católicos.
Por supuesto, la unión de fuerzas entre MORENA y un partido enemigo del aborto y la diversidad sexual, provocó que intelectuales y feministas encabezadas por ELENA PONIATOWSKA pusieron el grito en el cielo.
Nada cambiaría la decisión de ANDRÉS MANUEL. Hoy es candidato oficial de la coalición “Juntos Haremos Historia”, donde MORENA, PT y PES van del brazo.
En este contexto habrá que entender ese intercambio de citas evangélicas en que se convirtió la toma de protesta de AMLO este martes 20 de febrero, ante el pleno nacional de dicho partido.
Ceremonia que (mire usted) tuvo lugar en un recinto muy especial, el Expo Reforma, propiedad de la CANACO, ubicado en la calle de Morelos 67, colonia Juárez, delegación Cuauhtémoc. Contexto idóneo, acaso, para el eclecticismo de AMLO.
Importa repetir los nombres por si algún lector desea evocar sus referencias simbólicas dentro de la historia patria: Reforma, Morelos, Juárez, Cuauhtémoc. Y como anfitriona, la Cámara de Comercio.
Fue ahí donde ANDRÉS MANUEL sacó su espíritu galileo con un discurso salpicado de conceptos como el amor al prójimo, el bienestar del alma y los valores cristianos.
Y, en paralelo, aclaraciones pertinentes en defensa de su compromiso juarista con el estado laico, entre citas más mundanas de EDUARDO GALEANO, ALFONSO REYES y el viejo ARISTÓTELES.
Aplausos y canciones. Los congresistas del PES lo hicieron suyo, mezclando una melodía cristiana dedicada al patriarca CALEB, con imágenes de LÓPEZ OBRADOR.
Es entonces cuando HUGO ERIC FLORES decide otorgar una dimensión bíblica a la misión del PEJE al decirle: “usted para nosotros es CALEB a punto de conquistar el Monte Hebrón”.
La tierra prometida, en efecto, donde fluyen leche y miel. Caso insólito.