lunes, 19 de febrero de 2018

Coprofilia virtual


Cd. Victoria, Tam. – La polémica se desató a lo largo del miércoles 14 de febrero, fue tema de medios los días jueves y viernes, para tornarse escándalo el fin de semana.
En pleno “día de la amistad”, el expresidente FOX descargó desde Twitter una pestilente letanía de insultos contra todo un sector del electorado que simpatiza con AMLO.
Empleó argumentos que ya le conocíamos, como sus recurrentes diatribas sobre el populismo, Venezuela y temas aledaños.
Aunque esta vez con una diferencia sustantiva. El que haya profundizado el empleo de exabruptos, su redacción descuidada, errática, ruin.
Provocación abierta de un hombre que parecería pedir a gritos el linchamiento virtual de los agraviados, como efectivamente ocurrió.
Sus propios simpatizantes pusieron en duda que fuera él quien escribía esos tuits. “Le hackearon la cuenta, ese no es FOX.”
Pero ocurre que, en caso de hackeo, lo habríamos sabido a las pocas horas o al día siguiente (jueves 15), mediante el consabido comunicado a los medios. Puesto que no hubo aclaración, nada impide creer que el hombre de las botas fue el autor del desaguisado.
Más aún, porque intentó justificarse horas después, alegando que sus mensajes habrían sido “un experimento social digital”, para observar la respuesta de las redes.
Pretexto ranchero y sin credibilidad alguna. El susodicho no se distingue como estudioso de la opinión pública ni de temáticas cercanas.
No es (en suma) estudioso de nada. Por tanto, tampoco le cuadra la inquietud del provocador que deliberadamente incita a determinada audiencia para estudiar los efectos.
Y esto es algo que comenté online, en alguno de los foros que se abrieron ex-profeso. En el fondo, se trata de la misma diarrea mental que le conocimos siendo presidente.
Difundida ahora sin freno por el vertedero de Twitter, de manera muy similar a los delirios nocturnos de DONALD TRUMP.
También apunté que, si algo revela VICENTE en dicho episodio, es que el deterioro de su salud mental está escalando. Alarmante erosión en el ejercicio del lenguaje, en todos sus aspectos. Ortografía, vocabulario, gramática, sintaxis.
Ausencia de discernimiento, su voluntad expresiva parece conectar directamente con los intestinos. Un ejemplo, entre varios…
-“hey perrada twitera de lopitos, probemos si pueden responder sus tonterías más rápido, tienen 30 segundos, un, dos, tres arrancan… a ver quien dice mas groserías.”
Al respecto, las interpretaciones varían. Aunque si de algo podemos estar seguros es que ni fue hackeado, ni hubo experimento alguno.
Parece, más bien, apanicado, febril. Acaso sea necesario leer el más reciente libro del reportero RAUL OLMOS (“FOX, negocios a la sombra del poder”, Grijalbo & Random House, 2017) para entender la dimensión de los intereses ligados al personaje y su clan, hoy en peligro ante el inminente cambio de régimen.
El vaquero tiene un expediente abierto en la PGR desde tiempos de FELIPE CALDERÓN, por delitos económicos graves como evasión fiscal, lavado de dinero, operaciones con recursos de procedencia dudosa, tráfico de influencias, donaciones de empresas fantasma.
Corrupción, en suma. Y mire usted, lo más llamativo es que quien ordenó la investigación fue un gobierno panista. El caso sigue vigente, no ha sido cerrado ni prescrito y podría ser retomado en cualquier momento.
En particular, si el resultado de los próximos comicios le es adverso, en una contienda donde el candidato de VICENTE (el del PRI, TOÑO MEADE) marcha en tercer lugar.
Para colmo, el puntero (AMLO) lo odia y el segundo lugar (RICARDO ANAYA) trae por consejero cercano a DIEGO FERNÁNDEZ, viejo enemigo de FOX.
Acaso por ello, su fase maniaca de miércoles y jueves habría durado más de lo común, causando estragos mayúsculos en su imagen pública. Y todo indica que lo peor está por venir.