Cd.
Victoria, Tam. – La nota policiaca no
conoce descanso. Mucho que reportar cada día, hiperactividad delictiva a cualquier
hora, eventos cuya frecuencia rebasa la capacidad de los informadores.
A escasas horas de consignado un hecho, se
activa de nuevo la alarma, más reportes, fotografías, videos. Telefonemas, consulta
apresurada a portales y redes sociales. Los eventos matutinos se hacen viejos, desplazados
por los de mediodía, media tarde, noche.
Tres puntos neurálgicos, Reynosa, Nuevo
Laredo y Victoria, dieron tema durante la jornada de este miércoles. Aún dando
por buena la versión minimizada de los acontecimientos, cada episodio es por sí
mismo grave.
Los bloqueos y enfrentamientos de
Reynosa fueron opacados por el incidente ocurrido en las inmediaciones de un
evento oficial que encabezaba el alcalde laredano ENRIQUE RIVAS.
Videos grabados por los asistentes
muestran el momento en que las autoridades municipales, acompañadas por maestros,
alumnos y padres de familia, se estremecen ante la irrupción cercana de las
detonaciones.
Entre los gritos de gente aterrorizada y
el forzoso pecho a tierra, es posible ver a RIVAS y su equipo corriendo en
estampida hacia las camionetas, mientras un cordón de soldados les cubre la
retirada.
Más tarde, el propio jefe edilicio
enviaría un mensaje en redes sociales buscando tranquilizar los ánimos y con la
clara consigna de reducir la noticia a un hecho incidental, que describió con
rostro sombrío, atropellando las palabras:
- “Gracias a los trabajos y a la
realización de las operaciones que ha venido haciendo la marina Armada de
México, se logró detectar ahí un vehículo que… pues… echó a corrida (sic) y se
generó ahí una tensión… caos, pánico, confusión… pero que finalmente Nuevo
Laredo es mucho más que este tipo de situaciones y de hechos lamentables.”
Para añadir luego que “seguimos
adelante, nada nos va a distraer de llevar a cabo nuestra función, nuestro
trabajo, la generación del bien, la promoción de la ciudad, de las cosas
positivas. Seguimos hacia arriba y estamos de pie.”
Ello, aunque su lenguaje no verbal parecía
decir lo contrario. Aun así, el mensaje cumplió con un propósito implícito, no
abordado ni asumido, pero muy necesario.
Desmentir los rumores que circularon en
los primeros momentos y donde se especulaba sobre un posible atentado en su
contra. Especie que, por fortuna, resultó falsa.
Lo lógico sería que ahora este columnista
escribiera algo así como “la investigación permitirá saber” o bien “queda
pendiente por aclarar” la naturaleza del suceso, “quiénes, por qué o contra qué”
habrían accionado sus gatillos.
Pero mucho me temo que antes siquiera de
que se formulen y difundan las primeras hipótesis, otras noticias igual de escandalosas
acapararán la atención de la comunidad tamaulipeca y nacional.
Ayer mismo en la esta capital hubo varios
episodios de similar magnitud, entre ejecuciones, persecuciones y arrestos de
importancia contra una célula delincuencial.
El gobernador CABEZA DE VACA ha dicho
que el recrudecimiento de la actividad criminal obedece al hecho mismo de que se
les esté combatiendo.
Sería, en este caso, una respuesta ante
el avance de las corporaciones federales y estatales que atajan, investigan y
persiguen. En algunos casos logrando arrestos, en otros abatiendo a quienes se
resisten.
Por su cuenta, partidos y candidatos en
campaña añaden, como factor, la corrupción a todos los niveles que ampara o
solapa al delito.
Aunque de manera anterior a cualquier explicación
de orden político o de moral pública, subyace la injusta distribución del
ingreso. La caída brutal que ha registrado el poder adquisitivo de la población
mayoritaria en los últimos 30 años.
Factor que otorgó a la vida delincuencial
su carácter masivo, desde la última década del siglo 20 al presente 2018.