martes, 16 de enero de 2018

Aplausómetro sur

Cd. Victoria, Tam. – Había curiosidad, desde luego, con algo de picante morbo, por saber quién juntaría más gente, al cruzarse las agendas de ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR y RICARDO ANAYA por el sur tamaulipeco.
Con diferencia de un día, en efecto, viernes y sábado. Amén de estilos muy diferentes de hacer proselitismo. Populachero el primero, más ciudadano el segundo.
No es poca cosa la doble visita si recordamos que son el primero y el segundo lugares en las encuestas presidenciales.
Con PEPE MEADE, hasta ahora en tercero y una MARGARITA ZAVALA, hoy independiente, a la que sus partidarios auguran que podría rebasar al tricolor, para llevarse, al menos, la medalla de bronce.
Seguidores de la causa frentista subrayan las atenciones reiteradas de ANAYA hacia el gobernador CABEZA DE VACA, ahí presente con su esposa MARIANA GÓMEZ y cuadros albiazules de toda la entidad.
Tema fundamental en sus discursos de precampaña es combatir lo que RICARDO llama “pacto de impunidad”. Asunto de difícil digestión, aún para los propios panistas, pues involucra a los últimos cuatro presidentes de la república.
Léase: ZEDILLO, FOX, CALDERÓN y PEÑA, entre 1994 y 2018 (24 años, en efecto). Administraciones cuyo común denominador es el propio MEADE.
Esas líneas de continuidad que las democracias incipientes suelen ocultar. Y mire usted que han sido dos las alternancias, de ZEDILLO a FOX en 2000 y de CALDERÓN a PEÑA, en 2012.
En lo que llevamos de la presente centuria, el barco ha cambiado de bandera un par de veces, aunque algunos vicios permanecen, más allá de la rivalidad partidista.
Ni FOX ni CALDERÓN se atrevieron a tocar (mucho menos a desmantelar) la estructura corporativa, antidemocrática (dictatorial, incluso) de las grandes organizaciones gremiales.
O peor aún, se aliaron con la dirigente magisterial ELBA ESTHER GORDILLO, acaso el más preclaro ejemplo del charrismo sindical en el último cuarto de siglo, junto al (no menos dineroso y opaco) líder petrolero CARLOS ROMERO DESCHAMPS.
Aunque esas tres palabras (“pacto de impunidad”) dan para más. Detallitos como el que (1) FOX jamás investigó a su antecesor ZEDILLO, (2) CALDERÓN tampoco lo hizo con FOX y (3) PEÑA le cubrió las espaldas a CALDERÓN.
Los cuatro (ERNESTO, VICENTE, FELIPE y ENRIQUE) son amigos de MEADE, de quien fueron sus jefes, en diferentes niveles.
Ciertamente, el mejor escenario para CALDERÓN habría sido una candidatura ganadora del PAN para su esposa MARGARITA.
Ya no fue posible. La señora ZAVALA está fuera del partido y busca apenas conseguir su registro como independiente.
Candidatura testimonial y nada más, al no tener estructura que le otorgue soporte en las regiones, ni gobernador alguno que se la juegue con ella, ni comités estatales o municipales que le puedan garantizar su dosis necesaria de calor político.
ANDRÉS MANUEL, por su parte, como abanderado de la coalición “Juntos haremos historia” (nombre de alto impacto, sin duda) celebró en el Espacio Metropolitano de Tampico, con mariachi y “Mañanitas”, el cumpleaños 49 de su cónyuge, la doctora BEATRIZ GUTIÉRREZ MÜLLER.
Subrayó AMLO cinco puntos en su agenda inicial de gobierno, en caso de ganar la elección entrante: (1) “Acabar con la corrupción”, (2) “gobierno austero”, “sobrio, sin privilegios”, (3) impulso de “actividades productivas” (4) “que haya empleo” (5) y “que haya bienestar.”
Ande usted, cualquiera diría que, por su concisión casi telegráfica y su exposición en orden numérico, estaría haciendo uso de aquellas “ideas fuerza” que el marketing político tomó del viejo positivismo francés.
Aunque desglosadas con tal desparpajo (la 3, la 4 y la 5 parecen hablar de lo mismo) y dejando fuera asuntos urgentes como la inseguridad, los bajos salarios o la impunidad sindical. En todo caso, no serían ideas sino “ocurrencias fuerza”.