viernes, 20 de octubre de 2017

No se hagan bolas

Cd. Victoria, Tam. – El método es lo de menos. Hoy habrá humo negro en la sede nacional tricolor de Insurgentes norte, anunciando la forma de elegir candidato. Aunque la expresión correcta es que definirán, lisa y llanamente, la ruta del destape.
Recordará usted que la primera fumata oscura se elevó al cielo en la asamblea nacional de agosto pasado cuando el PRI de ENRIQUE PEÑA NIETO y su tocayo OCHOA REZA reformó los estatutos para aceptar candidaturas ciudadanas en todos los cargos de elección popular.
Lo cual fue interpretado por la opinión pública como una adecuación con dedicatoria a JOSÉ ANTONIO MEADE. Señal que activó de inmediato la fila de besamanos, la cargada.
Una segunda humarada color azabache se conocerá este viernes 20 de octubre y servirá para precisar los términos del proceso interno.
Pero es asunto de mero trámite. Sin margen de competencia, el candidato será de unidad. Una vez cubiertos ambos requisitos, queda puesta la mesa para el destape. La fumata final, el humo blanco, con nombre y apellido.
Cuentan los conocedores que, durante los cónclaves de toda sucesión papal, el humo negro de la Capilla Sixtina lleva potasio y azufre, mientras que el blanco contiene lactosa. La salida de este último antecede al clásico grito de “habemus papam”.
Mire usted, que tan arcaico será el tan mexicano dedazo que aún la elección vaticana resulta más moderna en su procedimiento que la imposición del candidato tricolor.
El primer caso depende de un grupo cerrado, el segundo de una decisión absolutamente unipersonal, la voluntad del presidente en turno. Por lo menos en Roma votan (poquitos, pero votan) acá solamente acatan, obedecen, aplauden.
La designación inapelable se boletina desde lo alto con cierto holgado disfraz de consenso, presuntamente emanado de todos los sectores y organizaciones partidistas.
En los tiempos de FIDEL VELÁZQUEZ se decía que “tras una profunda consulta a la voluntad mayoritaria” se habría llegado al desenlace final, por naturaleza, inequívoco.
Y no hay derecho al pataleo, aunque sí (de tiempo en tiempo) inconformidades aisladas, como la del exgobernador oaxaqueño ULISES RUIZ, que en la asamblea de agosto se opuso abiertamente a la nominación de candidatos externos.
Y también la yucateca IVONNE ORTEGA quien anunció su intención de registrarse como aspirante presidencial en el proceso interno priísta, identificando dicha acción como parte de su muy particular guerra contra el dedazo.
Ello, a pesar de haber sido beneficiaria de dicho método digital por lo menos en cinco ocasiones, cuando sucesivamente fue postulada para alcaldesa, diputada local, diputada federal, senadora y gobernadora.
Quejumbres, en ambos casos, que solo añaden una pisca de pimienta a la noticia, sin permear mayormente entre los consejeros ni afectar (menos) el desenlace dispuesto por el gran elector de Los Pinos.
Sabido es que, además de MEADE, aún se apuntan los señores NUÑO y OSORIO. Más la inclusión de NARRO, un mero relleno.
Aunque la reforma de agosto pasado ya sienta un precedente que al menos retrata la voluntad de PEÑA en ese momento.
Si luego cambió su decisión, si el terremoto le sacudió la conciencia o trastocó los escenarios, ya será otra historia.
Por lo menos hasta fecha reciente, la señal de lo alto apunta hacia el titular de SHCP, primer candidato presidencial que emane de dicha secretaría desde la nominación de JOSÉ LÓPEZ PORTILLO.
Se recordará que hace seis años ERNESTO CORDERO la buscó, sin fortuna. O que, en décadas intermedias, hombres como DAVID IBARRA, JESÚS SILVA HERZOG y PEDRO ASPE quisieron hacer lo propio.
La diferencia hoy estriba en que ser candidato del partido oficial no significa el pase automático a Palacio Nacional. Mal que bien, la incompetencia tiene competencia.