Cd.
Victoria, Tam. – Dos mujeres van a la
vanguardia en la colecta de autógrafos para obtener el registro definitivo de las
candidaturas independientes a la Presidencia.
La exprimera dama MARGARITA ZAVALA y la
curandera zapatista MARICHUY PATRICIO. Ambas, hasta hoy, con un récord superior
a los tres varones que les siguen en la lista.
El senador de Guerrero con licencia
ARMANDO RIOS PITER, el gobernador de Nuevo León con licencia JAIME RODRÍGUEZ y
el ingeniero capitalino con licencia (de locutor) PEDRO FERRIZ.
En la primera semana, salta a la vista el
contraste entre el camino andado y lo mucho que falta por recorrer. La dificultad
compartida de alcanzar una meta tan alta.
En el corto plazo de 120 días, entre el 16
de octubre y el 12 de febrero de 2018, cada uno necesitará un total de 866 mil
593 firmas.
La mejor ubicada, MARGARITA, rebasó
apenas las 13 mil 033, mientras que MARICHUY, la indígena nahua oriunda de
Jalisco, llevaría 4 mil 734. Mas abajo andarían ARMANDO (2 mil 899), JAIME (2
mil 663) y PEDRO (2 mil 214).
La lucha es contra el tiempo y la mejor
de estos cinco “punteros” (ZAVALA) muy apenas rebasa el 1.5% de la cantidad
fijada por el INE.
De ahí para abajo están los demás,
mientras el calendario sigue su marcha y nos permitirá conocer el tamaño de sus
sueños, las posibilidades reales de cada cual.
Primer paso, apenas, para ganar un lugar
en la boleta. La gesta constitucional en la que deberán competir contra los candidatos
de la partidocracia organizada.
Donde, desde luego, ya está apuntado AMLO
por MORENA, faltando por definir el abanderado del PRI (MEADE, salvo algún
imponderable) y el candidato del Frente Ciudadano (PAN, PRD, MC), ANAYA o MORENO
VALLE.
Poco se puede decir sobre la treintena
de independientes, mientras solo cinco se encuentren en posibilidad de lucir
sus logros.
Los demás no pintan y hasta podría
dudarse de que existan, bien porque se trate de meras simulaciones o (en el
mejor de los casos) floridas ilusiones. Sueños guajiros que rápido se
desvanecen al contacto con el mundo real.
Si personalidades con la proyección de
MARGARITA tienen problemas para reunir el apoyo, cuestión de imaginar como
andará el resto.
En medios cercanos al panismo nacional
no se descarta que la señora ZAVALA pudiera reconsiderar su postura rupturista
si el grupo que impulsa al exgobernador poblano RAFAEL MORENO VALLE logra
desplazar a RICARDO ANAYA del liderazgo y arrebatarle la candidatura.
En el entendido de que RICARDO no está
en condiciones de enfrentar a un rival con la experiencia, colmillo y
proyección de LÓPEZ OBRADOR.
Peor todavía, si recordamos el severo
desgaste que sufrió ANAYA en su guerra interna contra la pareja CALDERÓN-
ZAVALA. A quienes finalmente derrotó, pero pagando un precio muy alto. Quedó
maltrecho, odiado, desprestigiado.
También suele pasar que las acusaciones surgidas
al calor de las contiendas internas, son retomadas luego por el adversario
externo, en la constitucional.
El mejor ejemplo son los duros cargos
que como precandidato lanzó ERNESTO CORDERO contra JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA hace
seis años, cuando ambos competían por la nominación.
Argumentos de ERNESTO como el ausentismo
legislativo de JOSEFINA y su bajo nivel de participación en la cámara, fueron
adoptados después por la trinchera obradorista.
Nada impediría, pues, que en el entrante
2018, los cuartos de guerra del PRI y MORENA reciclen las acusaciones lanzadas
por el calderonismo contra ANAYA.
Otra razón para que el candidato sea
MORENO VALLE es que podría amarrar el voto duro magisterial, incorporando como
cuarto aliado al PANAL.
Detalle interesante, el que esa combinación
de siglas que RAFAEL pretende ahora (PAN, PRD, MC, PANAL) es la misma que lo
apoyó tras la gubernatura poblana en 2010.