Cd.
Victoria, Tam. – Dos noticias de
amplio espectro habían competido una semana atrás por la atención del lector a
media mañana del viernes 6 de octubre, en portales y redes sociales.
La renuncia de MARGARITA ZAVALA al
Partido Acción Nacional y la captura del exgobernador tamaulipeco EUGENIO
HERNÁNDEZ, al salir de su residencia, en esta capital.
Eventos prácticamente simultáneos,
tienen significados inversos para el PRI y el PAN. En la trinchera tricolor se
observa con preocupación el caso de EUGENIO, pero saben que les conviene la ruptura
panista.
Y al revés, para Acción Nacional la
caída del ingeniero HERNÁNDEZ es meta alcanzada que fortalece al gobernador CABEZA
DE VACA. Aunque la defección de la señora ZAVALA es factor que escinde y debilita
a este partido.
El tema es que este jueves volvieron a
coincidir ambas personalidades en los medios, al dar MARGARITA el paso definitivo
y consumar su (pospuesto) registro en el INE.
A horas cercanas le fue dictado a
EUGENIO el auto de formal prisión. Reporte oficial que de inmediato circuló en los
espacios electrónicos regionales y también nacionales.
La defensa, como suele ocurrir, habló de
buscar amparo y contrademandar a su contraparte, la fiscalía (procuraduría, juez
segundo) argumentando que dichas autoridades no habrían comprobado “fehacientemente
los delitos que le imputan” al detenido.
Relevante también que entre el equipo de
abogados apareciera ANTONIO COLLADO, el prestigiado defensor de la firma
capitalina Collado & Asociados. En sus clientes figuran casos de éxito como
el de RAUL SALINAS y CARLOS AHUMADA.
Aunque también tropiezos como el de
MARIO VILLANUEVA y el litigio apenas en curso de ROBERTO BORGE, exgobernadores ambos
de Quintana Roo.
El más antiguo, VILLANUEVA (1993-1999) ha
vivido un auténtico viacrucis desde su arresto en 2001, por cargos como lavado
de dinero y complicidades diversas con el narcotráfico.
Nueve años estuvo preso entre Almoloya y
el Reclusorio Norte. Por si ello no fuera suficiente, en 2010 fue extraditado a
Estados Unidos para que respondiera por cargos similares, siete años más.
Pagada su deuda con la justicia norteamericana,
en enero de 2017 fue enviado de nueva cuenta a México. Hoy sigue preso, por
delitos contra la salud.
El segundo exmandatario de dicha entidad,
ROBERTO BORGE (2011-2016), está detenido en Panamá desde junio pasado en
respuesta a una orden de aprehensión girada por autoridades mexicanas que lo
acusan de peculado y delitos financieros.
Incipiente todavía el trabajo con BORGE
para valorar los resultados de la glamorosa defensoría Collado & Asociados,
que ahora hace causa profesional en favor del victorense EUGENIO HERNÁNDEZ.
En cuanto a MARGARITA, el pasado lunes 9
de octubre me pregunté desde esta columna si se había consumado realmente la
fractura panista.
Respondí ahí mismo que “no todavía”,
hasta que la señora ZAVALA registrara su candidatura independiente ante el INE.
Lo cual tardó en llegar seis días.
La decisión de postergar dicho registro estuvo
avalada, en buena medida, por la prórroga dispuesta en el Tribunal Electoral que
cambió la fecha límite del pasado domingo 8 al entrante sábado 14 de octubre.
Sin embargo, aunque MARGARITA pudo
contar con tan oportuno “plus” de tiempo para pensar mejor las cosas,
finalmente decidió registrarse. Ahora si podemos afirmar que su ruptura con el
PAN constituye un hecho irreversible.
La exprimera dama competirá en la
elección próxima contra quien postule el PAN y quien resulte nominado por el
PRI, amén de LÓPEZ OBRADOR en MORENA.
Habrá dos candidatos por la misma
corriente ideológica de la que abreva el partido albiazul. Su voto se parte, lo
cual tendrá consecuencias aún pendientes de sopesar.