miércoles, 10 de febrero de 2016

Feminicidios y más

Cd. Victoria.- Estadística escalofriante, México se encuentra en el tenebroso “top-ten” de las naciones que registran el mayor número de asesinatos con armas de fuego cometidos contra mujeres en todo el mundo,
Triste liderazgo donde destacan estados (Guerrero, Edomex) y también localidades que ya son leyenda fúnebre como Ciudad Juárez.
En Tamaulipas, la comisión legislativa de justicia que preside la reynosense AÍDA FLORES trabaja en una iniciativa que pretende sancionar con mayor severidad al feminicidio.
La propuesta, pendiente de dictamen, reformaría el artículo 337 bis del Código Penal añadiendo 10 añitos al castigo que hoy oscila entre 30 y 50 años de prisión, para quedar entre 40 y 60.
Preocupación válida aunque con algunos “asegunes”. Por ejemplo, la vieja polémica entre criminalistas expresada a manera de pregunta: ¿El incremento de la pena desalienta al delito?
La otra duda (disculpe usted mi ignorancia) es si el concepto de feminicidio incluye a los asesinatos donde víctima y victimaria son mujeres.
Y, bueno, ya encarrerados en las variantes, ¿Si una mujer mata a un hombre podríamos calificar la acción como violencia de género?
Ahí la dejamos. Por cierto la iniciativa en manos de AÍDA propone la destitución, así como penas entre 3 y 8 años de prisión y la inhabilitación de 3 a 10 años para el ejercicio de un cargo público, al servidor que (por maldad o negligencia) entorpezca la acción de la justicia.

¿SUCIEDAD ANUNCIADA?
Leyendo y tomando nota, medios nacionales y locales presagian una competencia muy sucia en Tamaulipas. Cabe preguntar si el pronóstico se funda en previsiones serias o en simples deseos de que así suceda.
Aflora la tentación de hacer de esto un show mediático plagado de golpes bajos, revelaciones sórdidas, historias de alcoba, grabaciones telefónicas, expedientes criminales y una colección interminable de “memes”.
Si desde el sótano de cada campaña salen los cochinitos a retozar, por principio (1) no sería la primera vez, (2) ni Tamaulipas representa un caso aislado, pues (3) así ocurre en las contiendas muy competidas, aunque sí (4) habría más tema para el columnismo y la primera plana.
La pregunta es hasta dónde están dispuestos los candidatos a involucrarse en dicho lodazal. Debo remitirme de nuevo a la elección del 2006 entre los señores CALDERÓN y LÓPEZ OBRADOR.
La más peleada desde que la revolución se bajó del caballo. Más que las de VASCONCELOS y ORTIZ RUBIO (1929), ALMAZÁN y ÁVILA CAMACHO (1940), PADILLA y ALEMÁN (1946), CÁRDENAS y SALINAS (1988) o la de FOX y LABASTIDA (2000).
En 2006 todavía no funcionaban los candados que hoy prohíben la contratación privada de spots propagandísticos.
A las vísceras siempre expuestas, palpitantes y dispuestas de ANDRES MANUEL se sumaría el pavor que este despertaba en el dueto FOX-SAHAGÚN.
Motivo central de la costosa campaña negra emprendida desde Los Pinos, con apoyo de cúpulas patronales, organizaciones de extrema derecha y empresas televisivas.
Interesaría sobre el particular rescatar un punto. El consejo que los asesores de marketing dieron a su entonces candidato FELIPE CALDERÓN.
Enfrentar con ideas y programas los exabruptos de AMLO. Mostrarse impasible, imperturbable, evitar los ataques personales o (mejor dicho) cederle ese privilegio a LÓPEZ OBRADOR.
Y aunque después FELIPE sería un presidente de bajísimo perfil, cabe reconocer que durante su etapa de candidato hizo bien la tarea y aprendió puntual la lección, logrando remontar la ventaja de dos dígitos que traía el perredista.
No es novedad, pues, que de tiempo en tiempo aparezca algún retador haciendo muecas y caras feas, lanzando escupitajos, con vocabulario de albañal y talante amenazador. La clave está en la respuesta.