Cd. Victoria.- Gobernador y hacendado panista, cualquiera diría que con su trayectoria previa (diputado local, diputado federal, senador) el abogado y administrador público GUILLERMO PADRÉS tendría oficio suficiente para ejercer con prudencia la jefatura política de Sonora.
No ha sido así y hoy sus
paisanos pagan los platos rotos por sus continuos enfrentamientos con el
gobierno de ENRIQUE PEÑA NIETO.
Se recordará que PADRÉS
llegó al poder en julio de 2009 tras derrotar al priísta ALFONSO ELÍAS SERRANO
en votación paralela a la elección federal intermedia del gobierno calderonista.
La diferencia fue, en
números redondos, de 39 mil votos, 464 mil para PADRÉS y 425 para ELÍAS
SERRANO.
Esto ubica a Sonora entre
las entidades que cambiarán de mandatario en los comicios del 2015, para lo
cuál falta menos de un año.
Por el bando tricolor la
puja se encuentra en su recta final y los medios de Hermosillo opinan que (al
no haber “primer priísta” que funja como fuel de la balanza en dicho estado) la
decisión vendrá de la capital mexicana.
Y se basará en lo que
allá conocen como megaencuesta, donde hoy puntean los senadores ERNESTO GÁNDARA
y CLAUDIA PAVLOVICH, esta última apoyada por MANLIO FABIO BELTRONES.
GUERRA DEL AGUA
Sonora está hoy en el
foco de atención tras el derrame masivo de sulfato de cobre suscitado en una
empresa minera.
La gravedad del caso lo
convirtió de inmediato en asunto de interés nacional y por ello los poderes
federales se vieron obligados a intervenir, al menos en dos frentes:
(1) Mediante la intervención de las dependencias involucradas, a través de sus delegados.
(2) Con el traslado de una comisión especial de legisladores que tomaría nota del daño y participaría en tareas de diagnóstico para coadyuvar al deslinde de responsabilidades. La encabeza el tamaulipeco MARCO ANTONIO BERNAL.
(1) Mediante la intervención de las dependencias involucradas, a través de sus delegados.
(2) Con el traslado de una comisión especial de legisladores que tomaría nota del daño y participaría en tareas de diagnóstico para coadyuvar al deslinde de responsabilidades. La encabeza el tamaulipeco MARCO ANTONIO BERNAL.
En paralelo al derrame minero, los medios
han dado cobertura al descubrimiento de una gran presa en tierras de la familia
PADRÉS.
Ello, al momento en que los recursos hidrológicos
de dicho estado se encuentran bajo la mirada de todos. La paradoja aflora y con
ella el reclamo: a los agricultores les falta el agua que el gobernador
acapara.
Tensos y amargos los días de su último año
al mando, PADRÉS se salió de sus casillas y la semana pasada expulsó a los
delegados de CONAGUA, SAGARPA y PROFEPA del Consejo Estatal de Protección Civil donde participaban.
Argumentaría luego que
nunca los corrió del Estado y solamente los privó de su representación en ese
organismo.
En cuanto a sus razones,
muy pronto salió el peine. Le molestó que los reportajes relativos a la presa
en su rancho contaran con información de dichas dependencias.
EL REGAÑO
La respuesta de la
capital mexicana llegó primero por Twitter, donde el vocero presidencial
EDUARDO SÁNCHEZ HERNÁNDEZ estableció que el nombramiento y permanencia de los delegados
en Sonora “es facultad exclusiva del Poder Ejecutivo Federal”.
El mensaje fue claro y vino
de PEÑA NIETO. Más todavía, el jueves pasado el titular de Gobernación MIGUEL
ANGEL OSORIO anunció la cancelación de la audiencia previamente acordada con
PADRÉS en Bucareli.
Tal encuentro, dijo, “no
se llevará a cabo hasta en tanto no existan las condiciones necesarias para un
diálogo respetuoso y constructivo.”
Y, bueno, con quien PADRÉS
sí se reunió fue con el presidente de su partido GUSTAVO MADERO, después de lo
cuál, el gobernante adoptó un tono más conciliador, aceptando la presencia de
los delegados federales y prometiendo colaborar con el gobierno de PEÑA NIETO
en la ayuda a la zona afectada.
Ventajas de la memoria, hace
cinco años la tragedia en una guardería de Hermosillo ocurrida un mes antes de
la elección, indignó a los votantes contra el gobierno priísta de EDUARDO
BOURS, lo cuál abonó simpatías al Partido Acción Nacional, haciendo ganar a
PADRÉS.
Hoy la tragedia minera
podría modificar, al menos, la decisión interna del PRI, en beneficio del grupo
político que ha tomado en sus manos el problema. El de MANLIO FABIO.