Cd. Victoria.- El fin de semana pasado me llegó un reto amistoso por las redes sociales y no precisamente de agua helada.
Habría que elegir una
lista de libros en número de 15 que mayormente hubiesen marcado (influido,
impactado) nuestras vidas.
Pensé que era difícil, no
lo fue.
O, mejor dicho, lo fue
solamente mientras me tardé en aceptar que una respuesta de dicha naturaleza
llevaría implícita cierta tarea introspectiva.
Labor incómoda al
principio, la introspección, el mirar hacia adentro y para atrás, viajar en el
tiempo, trazar certezas a partir de recuerdos nebulosos.
Localizar en la bruma de
la infancia o los desgarres de la adolescencia aquellas primeras letras
asumidas por libre elección (y no por obligación escolar) para recordar las que
pasamos de largo y dejar constancia de aquellas que efectivamente nos dejaron mucho.
Y, bueno, otro detalle espinoso
fue, sin duda, el descarte. Lo que dejas fuera, esto sí, esto no, esto quien
sabe.
Después de publicar mi
lista en FACEBOOK y luego de invitar a gente cercana para que hiciera lo mismo,
alguien me sugirió hacer extensiva la invitación al grupo de paisanos que (de
una manera u otra) han sido considerados por los medios de Tamaulipas como
prospectos a la gubernatura. En verdad, tragué saliva.
LA DUDA INEVITABLE
Lo pensé un ratito. Nadie
me va a pelar (dije para mis adentros) aunque no faltaron amigos (as) que
subrayaron el carácter testimonial que tendría dicho gesto.
-“Si callan, esa es una postura.”
-“Si no responden, su
silencio los inculpa.”
-“Si te ignoran, toma nota
porque el vacío deja huella.”
-“Si les causa burla, recuérdaselos
para que respondan de ello en las urnas.”
Agradecí los consejos y
por ello insisto ahora, en calidad de reto peregrino…
Bueno (la verdad no están
obligados, pero) sería encantador que quienes aspiran a la silla mayor de
nuestro querido Tamaulipas nos permitieran conocerlos un poco.
La sugerencia es:
-“Déjame saber quién
eres, a partir de qué lees…”
Y (hete aquí) que lancé
mi mensaje por las redes sociales para las siguientes personas:
ALEJANDRO ETIENNE, MARCO
BERNAL, HOMERO DE LA GARZA, PALOMA GUILLEN, FRANCISCO CABEZA, GUSTAVO CÁRDENAS,
OSCAR LUEBBERT, ENRIQUE CÁRDENAS, MAKI ORTIZ, CARLOS CANTUROSAS, LETY SALAZAR.
ALEJANDRO GUEVARA, FELIPE SOLÍS, BALTAZAR HINOJOSA, PEPE ELÍAS LEAL y RAMIRO
RAMOS.
La petición se resume
así:
Por favor dame 15 títulos de libros (con sus debidos autores) que hayan impactado en tu ser más íntimo a lo largo de tu vida, que hayan sembrado una inquietud que por ventura te salte a la mente de tiempo en tiempo, a esa hora del lobo, tres o cuatro de la mañana, cuando las dudas impiden dormir.
Por favor dame 15 títulos de libros (con sus debidos autores) que hayan impactado en tu ser más íntimo a lo largo de tu vida, que hayan sembrado una inquietud que por ventura te salte a la mente de tiempo en tiempo, a esa hora del lobo, tres o cuatro de la mañana, cuando las dudas impiden dormir.
DIEZ MÁS CINCO
¿Quince libros son
muchos?...
Mi hija MARIANA que aún
no cumple 15 años respondió con holgura y hubo de recurrir a la penosa labor
del descarte porque tenía en lista una cantidad bastante mayor.
Mejor aún, si consideramos que la edad promedio de los
aspirantes a la silla de EGIDIO TORRE anda arriba del medio siglo, caray, para
completar la lista de 15 tendrían que haber leído un libro cada dos o tres años
desde que alcanzaron la edad adulta.
Por citar un dato
de referencia, el maestro MONSIVAIS leía tres por semana. No creo que sea tan
difícil concluir una lectura cada 20 o 30 meses.
Ese es el reto que lanzo
hoy, el cuál tiene, por supuesto, un lado amable. El deseo de conocerlos
(conocerlas) mejor. Permitan que nos asomemos a sus aposentos mentales
(HANNIBAL, dixit), saber de sus mapas anímicos, sus latidos emocionales.
Lo que leas te define y si
no lees, también. Muéstrame tus resortes íntimos, puesto que con ellos piensas
gobernar. Y esto es casi como el reclamo de transparencia pero llevado a niveles
inmateriales.
A ver tú, que te asumes
capaz de tragar horizontes completos, devorador de mundos, dame un “norte”
sobre los valores que te afectan.
Anda, cuéntame qué te
duele y gusta, no sólo en el plano ético, sino (LIBY dixit) en aquel más
cercano y revelador, el de la belleza.