Cd.
Victoria, Tam.- Una renovación del tamaño de la derrota
fue la propuesta del hombre que alguna vez fungió como dirigente del PAN y hoy
está por concluir su misión como Presidente de la República FELIPE CALDERÓN
HINOJOSA.
De ahí la palabra
“refundar” que con tanto énfasis empleó CALDERÓN en los días posteriores a la
elección de julio.
Contienda donde su
partido no solamente se desplomó al tercer lugar en la urna presidencial sino
que sufrió descalabros equivalentes en el poder legislativo y en las
gubernaturas estatales.
Utilizó en dicho
exhorto la metáfora bíblica de reconstruir “piedra sobre piedra” como un punto
de partida necesario para combatir a fondo los vicios y desviaciones que
alejaron, dijo, al partido del votante.
Habría que reformatear
todo, revisar estatutos, doctrina y principios, reconsiderando métodos de
selección para candidaturas y dirigencias, todo.
Para ello, FELIPE
propuso adelantar una asamblea general extraordinaria donde no solamente se abra
la discusión sobre las razones de ser de su partido sino que, además, contemple
la renovación de la dirigencia hoy en manos de GUSTAVO
MADERO.
Y aunque CALDERÓN no lo
maneje de manera explícita, dicha agenda incluye, (insisten sus colaboradores
más cercanos) la inaplazable sanción a VICENTE FOX a quien se le acusa (con
abundantes argumentos) de traidor.
Desde luego, no a todos
gustó el diagnóstico ni la cura de caballo propuesta. Entre ellos el dirigente
formal de ese partido GUSTAVO MADERO, quien no solamente se había opuesto a la
realización de dicha asamblea extraordinaria (entre otras razones, porque no
quiere irse) sino que además se observa receloso hacia las reformas y parece
convencido de un enfoque gradual.
Desde luego, alguna de
las dos opiniones habría de prevalecer y todo indica que el hilo se habrá de
romper por lo más delgado.
Orador en el cónclave
panista de este sábado, CALDERÓN dictó un discurso atractivo por su sentido
crítico y ejemplar por su visión de futuro, donde además le receta una severa
tunda a los partidarios del gradualismo, entre ellos
MADERO.
Su urgencia es franca y
se dibujó nítidamente: “no hace falta un año ni seis meses”. No hay tiempo que
perder.
Señaló el riesgo de
dejar los cambios para después, “como si no hubiésemos perdido las
elecciones.”
El próximo reto no son
los comicios federales intermedios del 2015, sino los regionales del próximo año
y es menester llegar a ellos con la reforma partidista en
marcha.
A su contundencia
oratoria añadió el haber logrado que se aprobase la formación de un grupo de 20
notables a cuyo cargo estará la consulta para la renovación partidista, entre
ellos, sus amigos LUIS FELIPE BRAVO MENA, GERMÁN MARTÍNEZ y CÉSAR
NAVA.
Para antes del 15 de
octubre deberán lanzar convocatoria para la asamblea extraordinaria y la
formulación de un anteproyecto de reforma estatutaria que será punto de partida
para dicho proceso de cambio.
Transformación cuyos
tiempos, desde luego, sobrepasan el tránsito sexenal pues tiene por fecha
probable el mes de marzo del 2013.
Fueron muchas las
críticas al panismo actual. Entre ellas “el control clientelar del padrón
interno”, su fragmentación en grupos y fracciones, el debilitamiento de sus
liderazgos y algo que calificó como “quiebre moral y
ético”.
Y de ahí partió para
atizarle a la campaña de la (por cierto, ausente) excandidata JOSEFINA VAZQUEZ
MOTA al mencionar que el lema y la propaganda de su campaña no fueron
suficientemente claros para el electorado.
En suma, un presidente
fajador con un discurso acaso polémico en su contenido, pero impecable (incluso
brillante) en su larga y detallada exposición.
La semana que inicia
abre la oportunidad de que los diversos sectores del PAN se manifiesten al
respecto. Veremos que tan rica y explícita resulta esa pluralidad de
posturas.
Por lo pronto FELIPE ya
planteó la suya con una franqueza inusual que merece respuestas de la misma
calidad y calibre.