jueves, 26 de abril de 2012

Ahora sí, las encuestas


Cd. Victoria, Tam.- A principios de marzo pasado comenté en esta columna mi resistencia a tomar al pié de la letra los resultados de las encuestas que por entonces se publicaban.
Entre otras razones porque no habían empezado las campañas y el país se encontraba en una exótica “veda electoral” que impedía a candidatos y partidos hacer actos abiertos de proselitismo, incluyendo mítines y tareas propagandísticas. ¡No había spots!
Todo marzo estuvimos así. Incluso señalé que, por travesuras del destino, la canija veda terminaría justo antes de que iniciaran las vacaciones de semana mayor, la catorcena santa.
Lo cuál alejaría temporalmente a un importante sector social de las tareas proselitistas y su cobertura mediática.
Por todo esto me atreví a posponer cualquier comentario definitivo respecto a los sondeos de opinión, para esperar a que las estrategias de propaganda hubieran agarrado vuelo suficiente, tras concluir las dos semanas de asueto.
Me permití opinar que los sondeos verdaderamente significativos serían los que se publicasen en la segunda quincena de abril.
Y el tiempo llegó, pues, acompañado de una lluvia de encuestas que ahora ya pueden y deben interpretarse como indicativos firmes del estado que guardan las intenciones del voto.
A dos meses y una semana de las votaciones presidenciales hoy es posible señalar tendencias importantes.
Al respecto, tengo cinco estudios a la vista, de los cuales solamente el de MITOFSKY se levantó a finales de la semana mayor. Los otros cuatro son posteriores.
Cito tan sólo a los tres contendientes principales por sus iniciales…
(1) PARAMETRÍA / Sol de México, 22 de abril: EPN 51%, JVM 25% y AMLO 23%.
(2) MILENIO / GEA-ISA (tracking diario de ayer martes): EPN 50.1%, JVM 26% y AMLO 22.3%.
(3) GRUPO REFORMA, 22 de abril: EPN 42%, JVM 29% y AMLO 27%.
(4) COVARRUBIAS y Asociados, 17 de abril: EPN 47%, JVM 27% y AMLO 25%.
(5) CONSULTA MITOFSKY, 12 de abril: EPN 50.1%, JVM 26.9% y AMLO 22.3%.
Simplificando, las diversas casas encuestadoras coinciden en dos puntos fundamentales: (1) la ventaja amplia de ENRIQUE PEÑA NIETO (¡De dos dígitos!) sobre sus más cercanos competidores y (2) algo muy cercano al empate técnico entre JOSEFINA VAZQUEZ MOTA y ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Ignoro que suerte de evento sobrenatural tendría que ocurrir para que PEÑA NIETO perdiese 20 o más puntos porcentuales en el corto lapso que resta para los comicios.
Se necesitaría, acaso, un verdadero desastre en la trinchera tricolor durante los dos debates que vienen, los días 6 de mayo y 10 de junio.
O bien, que alguno de los aspirantes segundones (JOSEFINA, AMLO) observase un inesperado repunte, redimensionando su estrategia de campaña en términos por demás sobresalientes.
Circunstancias todavía posibles, pero de probabilidad mínima. Entre otras cosas porque los candidatos del PRD y el PAN ya mostraron prácticamente lo más sustantivo de sus capacidades.
Y resulta que dicha artillería, a todas luces, no les alcanza para realizar proezas de tal envergadura. Más difícil aún, tendrían que hacerlo en tiempo record.
Mi impresión a estas alturas de la contienda es que la única incógnita pendiente de precisar es la medalla de plata.
Y bueno, para el PAN sería trágico que AMLO le arrebatase esta segunda posición a JOSEFINA.
Pasar de partido gobernante a tercera fuerza nacional significaría un trago muy amargo y difícil de asimilar, por aquello de que las derrotas son huérfanas (peor cuando se pierde de calle).
Las posibilidades de que LOPEZ OBRADOR rebase a VAZQUEZ MOTA no sólo se fundan en el paulatino incremento que el abanderado de izquierda ha observado en las últimas semanas.
Cuenta también que el tabasqueño es el candidato con más colmillo de los cuatro, amen del mayor en edad (58 años) y el único que ha sido dirigente de su partido, es decir, operador político. 
Su experiencia se va a dejar sentir en los debates, acaso no para alcanzar a PEÑA NIETO, pero si para achicar a JOSEFINA.