Cd.
Victoria.- Es propio de la tradición priísta el que
la renuncia de un secretario como LUIS VIDEGARAY lo elimine automáticamente de
la lucha sucesoria.
En el esquema tricolor sigue vigente la
regla de que para ser considerado papable es requisito obligatorio el cargo de
cardenal.
Por ello, al salir del gabinete perdió también
el lugar que ocupaba en el olimpo de los presidenciables. Esta fuera, punto.
El derrumbe afecta, sin duda, al
tamaulipeco BALTAZAR HINOJOSA, quien navegó en los últimos años bajo el supuesto
padrinazgo de VIDEGARAY.
Veremos ahora si los colaboradores
cercanos a la fallida campaña de HINOJOSA lo siguen candidateando para el senado
en 2018.
Y también si todavía piensan que el
matamorense puede ser factor para conseguir una curul en San Lázaro o, incluso,
una delegación federal en Tamaulipas.
Importa recordar que tras su derrota en
junio pasado, BALTAZAR regresó a su condición de “diputado raso”, sin presidir ya
la comisión que antes le dio lustre, Presupuesto y Cuenta Pública.
En otros partidos operan reglas
distintas. En el PAN, por ejemplo, la renuncia de FELIPE CALDERÓN como titular
de Energía (junio de 2004) jamás sería impedimento para que (desde la banca) fuera
capaz de pelearle la candidatura a SANTIAGO CREEL (gallo del presidente FOX) y
ganarle de calle en las internas de 2005.
CAÍDA
CON RED
Difícil decisión la del presidente PEÑA
NIETO al prescindir de un amigo y colaborador tan cercano, cortando de tajo sus
aspiraciones y relegándolo a una probable nominación para la gubernatura mexiquense
en 2017.
Cargo que LUIS VIDEGARAY buscó sin
fortuna en 2011, pero el destape favoreció al actual mandatario ERUVIEL ÁVILA.
Para entonces LUIS ya había sido
Secretario de Finanzas en el gobierno estatal de PEÑA NIETO (2005), chamba que
dejaría para convertirse en diputado federal (2009).
Tras coordinar la campaña gubernamental
de ERUVIEL en 2011 y la presidencial de PEÑA en 2012, VIDEGARAY se convertiría
en Secretario de Hacienda y aspirante puntero a la presidencia, por el bando
priísta.
Importantes sus méritos, grande la
amistad, todavía hasta hace pocas semanas columnistas de la talla de RAYMUNDO
RIVA PALACIO consideraban al titular de SHCP como puntero indiscutible en la
carrera presidencial, adelante del titular de SEGOB, MIGUEL ANGEL OSORIO.
EFECTO
TRUMP
Economista del ITAM, doctorado en
finanzas por el MIT, la imagen de VIDEGARAY es de un administrativo frío, al
estilo ERNESTO ZEDILLO, ajeno a la pasión popular.
Perfil demasiado técnico, como el de su
antiguo jefe PEDRO ASPE, de quien fue asesor en los noventas. Aún así contaba
con la venia presidencial, pese a las turbulencias económicas del país cuyo
principal pararrayos es la SHCP.
Curiosamente, la imagen externa de
fortaleza proyectada por VIDEGARAY contrastaba con su vulnerable posición en el
gabinete donde (hoy sabemos) estaba prendida con alfileres.
Su tropiezo final se empezó a gestar en
la última semana de agosto cuando se convierte en artífice y operador de la
iniciativa de diálogo con los candidatos a la presidencia de Estados Unidos.
Misión donde el titular de Hacienda invadió
funciones propias de Relaciones Exteriores desplazando a CLAUDIA RUIZ MASSIEU.
Fue LUIS autor de la idea y anfitrión de
TRUMP en el aeropuerto capitalino, de donde volarían juntos en helicóptero a
Los Pinos.
Por ello, cuando el jueves pasado,
JOAQUÍN LÓPEZ DÓRIGA dedicó su programa a la polémica visita, la silla de
CLAUDIA lució vacía.
Fungiría VIDEGARAY como defensor único del
régimen frente a la artillería del líder panista RICARDO ANAYA y del senador
ARMANDO RIOS, del PRD.
El desastre en la imagen presidencial
tenía, pues, un responsable directo, con nombre y apellido. Sin mayor demora, pagó
por ello.