Cd. Victoria.- Hoy Iguala, Guerrero, ayer Apatzingán, Michoacán, pueblos históricos convertidos en territorios de disputa mafiosa, cruentas batallas con las fuerzas del gobierno y sangre inocente derramada en abundancia.
Los nombres completos de estas
municipalidades son de una sonoridad que nos remite a nuestras lecciones
infantiles, a momentos entrañables frente a los viejos libros de texto:
Apatzingán de la Constitución, Iguala de la Independencia.
En Apatzingán se promulga
la primera carta magna de la historia patria (MORELOS, octubre 22 de 1814) y en
Iguala se firma el plan que consuma la independencia (ITURBIDE y GUERRERO, febrero
24 de 1821).
Detalle curioso, a pesar
de la importancia crucial que ambas localidades tuvieron en los albores del
México soberano, hoy en día siguen siendo rústicos pueblitos donde el tiempo
parece detenido.
El más reciente censo
nacional (2010) contabilizó 118 mil habitantes en Iguala y 99 mil en
Apatzingán.
Cifras que en poco
corresponden al crecimiento demográfico general de un país que entre 1810 y 2014
creció de 6 a 120 millones de mexicanos.
BASTIONES DELICTIVOS
Apatzingán fue hasta hace
poco asiento principal de la organización delictiva conocida como “Caballeros
Templarios”.
De ahí era oriundo su
líder máximo, NAZARIO MORENO, “El Chayo”, muerto en marzo pasado durante un
enfrentamiento con fuerzas federales en el cercano municipio de Tumbiscatío.
Y, ojo al dato,
Apatzingán también fue el eje de los llamados grupos de autodefensa organizados
desde abajo, como iniciativas horizontales, para enfrentar a las bandas
criminales.
La ciudad de Iguala, por
su parte, es territorio bajo control del cartel autonombrado “Guerreros
Unidos”, escisión de la Familia Michoacana que se formó con ex-operadores de
los hermanos BELTRÁN LEYVA.
Su alcalde con licencia (prófugo)
es el perredista JOSÉ LUIS ABARCA, a quien miembros del
mismo partido habían acusado, desde hace al menos un año, de operar al servicio
de la delincuencia.
El propio RENE BEJARANO, líder de la
fracción Izquierda Democrática, puso a disposición del gobierno información completa,
con pelos y señales, de las actividades criminales perpetradas en la zona de
Iguala y que involucraban directamente al alcalde ABARCA y a varios miembros de
su familia.
La razón por la cuál ni SEGOB ni PGR
actuaron contra ABARCA habrá que buscarla en la filiación de este caballero
dentro de la geografía perredista. Se le identifica con la tribu de los
“Chuchos”, ZAMBRANO y ORTEGA.
Y, bueno, el grupo
“Guerreros”, hasta hace poco era dirigido por un señor de
nombre MARIO CASARRUBIAS (“El Sapo Guapo”) importante proveedor de droga en la
ruta con destino a Chicago, Illinois, en cuyo trasiego emplean autobuses de
línea y trailers cargados de fruta.
CASARRUBIAS fue detenido
por elementos federales en la ciudad de Toluca el mes de mayo pasado y está
sujeto a proceso.
AGENDA REGIONAL
En el cumpleaños 142 de
la maestra ESTEFANÍA CASTAÑEDA, el gobernador EGIDIO TORRE CANTÚ encabezaría
este miércoles un acto cívico y conmemorativo en la preprimaria del mismo
nombre, esquina del 17 Juárez, a una cuadra de Palacio.
A las diez horas lo
esperan en la Universidad La Salle (ULSA), en cuyo Campus de la Salud (ahora llamado
“Dr. RODOLFO TORRE CANTÚ”) pondrán la primera piedra del hospital
universitario.
Ello, mientras el
secretario estatal de Seguridad, general ARTURO GUTIÉRREZ encabezó reuniones de
trabajo en Reynosa con el general DAGOBERTO ESPINOZA, comandante de la Octava
Zona Militar y los responsables de la base local de operaciones mixtas.
Lo cuál incluye a todos
los miembros del llamado Grupo de Coordinación Tamaulipas (GCT), mandos
militares, navales y de la Policía Federal.
El general GUTIÉRREZ viajó
acompañado por el Subsecretario de Operación Policial, PABLO CASTELLANOS y los
delegados regionales de dicha dependencia en Reynosa (LAURENCIO ORDAZ), Nuevo
Laredo (RICARDO NIÑO) y San Fernando (MIGUEL MARTÍNEZ).