Cd. Victoria.- Siendo tantos parió la abuela, los
siete partidos que de alguna manera contendieron en la elección presidencial de
2012 estrenan tres hermanitos: el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA),
el Humanista y el llamado Encuentro Social.
La nota periodística es, sin lugar a dudas, MORENA,
cuyo registro por demás esperado consuma su escisión del PRD.
Pedazo de sol que ahora busca brillar con luz propia
y al amparo de un personaje bien posicionado como ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Fuerza que es también su debilidad pues de alguna
manera lo hermana a otros membretes surgidos al amparo de una individualidad
relevante y cuyo destino reposa en la luminaria en turno.
La duda queda en cuanto a su supervivencia dentro
del mediano plazo cuando, por ley natural, el personaje que lo anima culmine su
carrera política.
Cabría suponer que las organizaciones partidistas
estarían fincadas en doctrina y propósitos ideados y proyectados para plazos
más largos. Esto es, más allá del oportunismo que representa el medrar de una
coyuntura concreta.
PARTIDOS Y CAUDILLOS
Recuérdese el caso del Frente Cardenista (antiguo
PST), que se jugó su viabilidad en torno a la personalidad del hoy octogenario
ingeniero CUAUHTEMOC CÁRDENAS.
Similar amago de orfandad presentarían agrupaciones
que en la última década del siglo 20 y en la primera del 21 cobraron vida en
torno a proyectos personales: el Partido Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano,
MC) del exgobernador veracruzano DANTE DELGADO y el PANAL de ELBA ESTHER
GORDILLO.
Pendiente aún ver si tales partidos preservarían su vigencia
tras el declive lógico y comprensible de sus animadores.
Dato necesario, si no ha ocurrido así con el PRD es
porque, desde sus inicios, estuvo fincado en proyectos ya existentes que
confluyeron en él, ciertamente a la sombra del ingeniero CÁRDENAS pero nunca
dependientes ni anclados a su historia personal.
El actual Sol Azteca pudo remontar a la generación
de CÁRDENAS por la variada mezcla de sus componentes fundacionales que van
desde el viejo Partido Comunista hasta grupos de pasado guerrillero, troskistas
y disidentes del PRI.
Y es MORENA la noticia principal por la relevancia
de AMLO, dos veces candidato presidencial y exjefe de gobierno capitalino,
entre otros cargos.
También por el efecto que tendría en el propio PRD,
de cuyos cuadros se nutre (y para muestra ahí está el propio líder MARTÍ BATRES)
amen de compartir el mismo nicho de mercado electoral.
Se cierne para el 2015 y el 2018 el fantasma de la
división que tradicionalmente ha vulnerado a las izquierdas.
Y esta no es una buena noticia para sus
simpatizantes porque las posibilidades de triunfo disminuyen. Incluso se
encuentra en duda la preservación de sus avances, con riesgos de retroceso como
ya ocurrió en Michoacán.
De hecho, el propio Distrito Federal estaría en la
mira del PRI para 2018, como proyecto prioritario.
DESTINO INCIERTO
En cuanto al Partido Encuentro Social (PES), su
líder es un pastor evangélico de nombre HUGO FLORES CERVANTES, alguna vez
funcionario público en SEMARNAT, de donde fue destituido por un presunto fraude
que lo dejó inhabilitado para el ejercicio de cargos públicos hasta el año 2020.
Membrete clasemediero, sin identidad visible que le signifique
un campo específico de trabajo proselitista, difícil saber si resistirá la
prueba de las urnas.
El mismo nombre de “Encuentro” tendría resonancias
algo religiosas, término cercano a las iglesias, asambleas y congregaciones
cristianas.
Tampoco le vemos mucho futuro al Partido Humanista donde
lo mismo concurren ex panistas que antiguos miembros del Partido Alternativa
Socialdemócrata como IGNACIO YRIS SALOMÓN quien hoy figura como dirigente
nacional.
Su página Web (http://partidohumanista.org.mx) aún
luce en construcción. Poco se puede ahondar en cuanto a pretensiones, salvo que
emplea el color guinda y tiene por símbolo la figura estilizada de un colibrí.
Idea frágil en términos de marketing.