jueves, 21 de agosto de 2014

Moción de orden



Cd. Victoria.- Pregunta de rigor, respuesta de cajón, el dirigente nacional del PRI CESAR CAMACHO QUIROZ fue consultado por los medios sobre la inquietud que a estas alturas del sexenio flota en el ambiente: la sucesión gubernamental.
Nada nueva su reacción, CAMACHO QUIROZ recurrió al manual de consideraciones pertinentes que su partido tiene dispuestas para ocasiones así desde que la revolución reencarnó en presupuesto.
Tiempo propicio para denostar a los acelerados. Mejor aún, su referencia puntual al refranero popular (“no por mucho madrugar”) tampoco es muy distinta a la que en su momento formularon hombres como FIDEL VELAZQUEZ o ALFONSO MARTÍNEZ DOMÍNGUEZ.
Ello, por mencionar a dos expositores notables de las llamadas “reglas no escritas” del sistema.
Ni antes ni después, todo en su momento, la fraseología se multiplica al infinito y cada traductor, cada generación, sólo añade más de lo mismo.
La fiebre futurista, el golpe de calor y esas cosas.
La diatriba contra el apresuramiento sigue, por definición, pautas muy claras al ser (1) de carácter admonitorio, (2) expresarse en un vocabulario amparado en la interpretación abierta y (3) atacar al bulto sin destinatario preciso, dirigiendo el saco a quien le quede y quiera ponérselo.

YO INVOCO, TU NOMBRAS
¿Quiénes son los madrugadores?... El declarante no lo dirá, su misión explicativa estará al 100% cumplida si provoca el suficiente número de miradas irónicas en los representantes de los medios que anotan y graban sus respuestas.
El murmullo a trasmano, la risa contenida a flancos y espaldas, serán señales inequívocas de que el mensaje se captó y lubricará el interés en las redacciones regionales, dando tema a columnas y caricaturas para que al final lo entiendan quienes deban entenderlo.
Tampoco debe extrañarnos el que CAMACHO matice su advertencia añadiendo que el mensaje no es “para nadie en especial”.
Por el contrario, iría dirigido a todos los políticos con legítimo derecho a ser “tomados en cuenta”.
Decir que primero es el partido y las tareas de gobierno repite también fórmulas vigentes desde los años de REYES HEROLES.
-“Los personajes vamos detrás del partido”, en efecto.
Primero el proyecto, luego el candidato.
Por supuesto, no será CESAR responsable si en los días sucesivos los tundemáquinas especulan que el recado era para GUEVARA, HINOJOSA o BERNAL.
Tengamos en cuenta que la especulación es el complemento lógico de ese modelo discursivo a base de cábalas que las cúpulas priístas emplean en casos así.
De CALLES a ZEDILLO y luego con PEÑA NIETO, la cultura tricolor tiene alegorías para toda ocasión cuyo objetivo es sugerir en lenguaje metafórico aquello que la disciplina partidista ha señalado como innombrable.
Manejo sibilino de la ambigüedad cuya otra mitad son las charlas de café y el regodeo entre los propios reporteros.
Mismos que apenas el día anterior habían invertido el mejor de sus entusiasmos en atizar la fiebre futurista.
Dicho de otra manera…
Tan oportuno será ponerle nombre a los “regañados” por la cúpula que seguirlos mencionando al día siguiente en la lista de prospectos.

OIDOS SORDOS
Pero ocurre que el hambre de poder no es sólo de candidatos sino (sobre todo) de sus huestes, reales y susodichas. El compadre del pariente del vecino del amigo.
Y, mire usted, en épocas de la alternancia, la advertencia igual le cuadra a personajes afuera del perímetro tricolor como son los panistas PACO CABEZA, CARLOS CANTUROSAS y LETY SALAZAR, sin olvidar al actual franquiciario del Movimiento Ciudadano GUSTAVO CÁRDENAS.
Calmen sus ímpetus, serenen sus ánimos, moderen sus apetitos, amengüen su luz, falta todavía una elección federal y (aún después) las tareas de gobierno continúan.
El quid del mensaje es que solamente en la cercanía de la hora sonada será legítima la expresión de tales aspiraciones.
Reconvención aceptada por todos, pero a la cuál (la verdad sea dicha) nadie hace demasiado caso, ni hoy ni en los lejanos días de URUCHURTU.