Cd.
Victoria, Tam. - El Centro de
Ejecución de Sanciones (CEDES) de esta capital hizo crisis nuevamente en la
media tarde de ayer, tras la inconformidad de reos contra un operativo de
seguridad dispuesto por autoridades estatales.
Reos inexplicablemente bien armados y
pertrechados hicieron frente a policías de Fuerza Tamaulipas, en cuyo refuerzo
luego acudirían elementos del ejército y la Policía Federal.
La cobertura periodística realizada en
vivo con teléfonos móviles vía redes sociales registró un nutrido intercambio
de fuego que se alargó por dos horas, mientras familiares de los reclusos
aguardaban tras la reja de entrada exigiendo información que tardaba en llegar.
La cifra total de víctimas aún se
desconoce, pero diversos nosocomios de la capital reportan el ingreso de
agentes heridos de gravedad y se habla de al menos dos policías muertos.
Oficinas y centros educativos aledaños
fueron desalojados, como es práctica común, mientras efectivos de seguridad
acordonaban el área.
Desde ambulancias elementos de protección civil repartían cubrebocas a la gente apostada en las inmediaciones, por el intenso olor a gas lacrimógeno llegado desde las crujías hasta la calzada LUIS CABALLERO.
Desde ambulancias elementos de protección civil repartían cubrebocas a la gente apostada en las inmediaciones, por el intenso olor a gas lacrimógeno llegado desde las crujías hasta la calzada LUIS CABALLERO.
Ello mientras un helicóptero de Policía
Federal sobrevolaba la zona. Hay imágenes áreas que ubican claramente el punto
de los enfrentamientos de donde se elevaba una columna de humo.
Al caer la tarde un audio apócrifo que circuló
por redes sociales hablaba de cifras extraoficiales de muertos, acaso demasiado
altas para darlas por buenas, hasta que la autoridad haga el recuento
definitivo.
Otra versión insistía en un ataque perpetrado
por bandas locales contra reos recientemente trasladados de Nuevo Laredo a
Victoria.
Contra especulaciones de ese tipo el
mejor antídoto es la información oportuna, que no se conforme con reportar el hecho,
sino que además ofrezca pormenores, detalles, cifras, números.
NUEVO
PARADIGMA
Episodios como el de este martes han
sido el pan de cada día en todos los penales de la República Mexicana durante
décadas.
La diferencia es que ahora se
multiplican los medios para el acopio y difusión de la noticia, como la tecnología
que permite a los periódicos sobrevolar drones registrando detalles desde el
lugar de los hechos.
O la transmisión de video en tiempo real
para la cual solamente se necesita un teléfono celular conectado a Internet.
Las redes, en efecto, han modificado nuestra manera de ver las cosas.
Quedaron atrás aquellos días cuando debíamos
esperar al noticiero de la noche o a los medios impresos del día siguiente. Lo cual
permitía a las fuentes gubernamentales administrar con mayor tiempo la
información conveniente.
La noticia hoy en día se difunde al
instante, a menudo confusa, contradictoria, acaso incompleta o afectada por
sesgos interpretativos, pero con una velocidad de vértigo.
Fenómeno que exige un esfuerzo mayor y
excelentes reflejos en eso que llaman “control de daños” por parte de las
oficinas encargadas de la comunicación social en los tres niveles de gobierno.
Y, bueno, Victoria no fue la única
ciudad afectada este martes por la violencia. Al tiempo que atendíamos el motín
del penal, llegaban imágenes del centro comercial Plaza Real en Reynosa.
Policías, ambulancias, patrullas,
cristales rotos, gente tirada sobre el camellón contiguo del boulevard Hidalgo,
miedo en los rostros.
Se hablaba de un asalto (o intento de
secuestro) en una joyería que habría sido frustrado por elementos de seguridad poco
después del mediodía, suscitándose el consabido intercambio de fuego.
Gente aterrorizada refugiándose en un
centro comercial cercano (HEB). Desde el estacionamiento de la empresa Cinemex
se hablaba de muertos. Todo sin confirmar, pendiente de datos duros, precisos,
valederos.