miércoles, 7 de junio de 2017

Martes negro

Cd. Victoria, Tam. - El Centro de Ejecución de Sanciones (CEDES) de esta capital hizo crisis nuevamente en la media tarde de ayer, tras la inconformidad de reos contra un operativo de seguridad dispuesto por autoridades estatales.
Reos inexplicablemente bien armados y pertrechados hicieron frente a policías de Fuerza Tamaulipas, en cuyo refuerzo luego acudirían elementos del ejército y la Policía Federal.
La cobertura periodística realizada en vivo con teléfonos móviles vía redes sociales registró un nutrido intercambio de fuego que se alargó por dos horas, mientras familiares de los reclusos aguardaban tras la reja de entrada exigiendo información que tardaba en llegar.
La cifra total de víctimas aún se desconoce, pero diversos nosocomios de la capital reportan el ingreso de agentes heridos de gravedad y se habla de al menos dos policías muertos.
Oficinas y centros educativos aledaños fueron desalojados, como es práctica común, mientras efectivos de seguridad acordonaban el área.
Desde ambulancias elementos de protección civil repartían cubrebocas a la gente apostada en las inmediaciones, por el intenso olor a gas lacrimógeno llegado desde las crujías hasta la calzada LUIS CABALLERO.
Ello mientras un helicóptero de Policía Federal sobrevolaba la zona. Hay imágenes áreas que ubican claramente el punto de los enfrentamientos de donde se elevaba una columna de humo.
Al caer la tarde un audio apócrifo que circuló por redes sociales hablaba de cifras extraoficiales de muertos, acaso demasiado altas para darlas por buenas, hasta que la autoridad haga el recuento definitivo.
Otra versión insistía en un ataque perpetrado por bandas locales contra reos recientemente trasladados de Nuevo Laredo a Victoria.
Contra especulaciones de ese tipo el mejor antídoto es la información oportuna, que no se conforme con reportar el hecho, sino que además ofrezca pormenores, detalles, cifras, números.

NUEVO PARADIGMA
Episodios como el de este martes han sido el pan de cada día en todos los penales de la República Mexicana durante décadas.
La diferencia es que ahora se multiplican los medios para el acopio y difusión de la noticia, como la tecnología que permite a los periódicos sobrevolar drones registrando detalles desde el lugar de los hechos.
O la transmisión de video en tiempo real para la cual solamente se necesita un teléfono celular conectado a Internet. Las redes, en efecto, han modificado nuestra manera de ver las cosas.
Quedaron atrás aquellos días cuando debíamos esperar al noticiero de la noche o a los medios impresos del día siguiente. Lo cual permitía a las fuentes gubernamentales administrar con mayor tiempo la información conveniente.
La noticia hoy en día se difunde al instante, a menudo confusa, contradictoria, acaso incompleta o afectada por sesgos interpretativos, pero con una velocidad de vértigo.
Fenómeno que exige un esfuerzo mayor y excelentes reflejos en eso que llaman “control de daños” por parte de las oficinas encargadas de la comunicación social en los tres niveles de gobierno.
Y, bueno, Victoria no fue la única ciudad afectada este martes por la violencia. Al tiempo que atendíamos el motín del penal, llegaban imágenes del centro comercial Plaza Real en Reynosa.
Policías, ambulancias, patrullas, cristales rotos, gente tirada sobre el camellón contiguo del boulevard Hidalgo, miedo en los rostros.
Se hablaba de un asalto (o intento de secuestro) en una joyería que habría sido frustrado por elementos de seguridad poco después del mediodía, suscitándose el consabido intercambio de fuego.
Gente aterrorizada refugiándose en un centro comercial cercano (HEB). Desde el estacionamiento de la empresa Cinemex se hablaba de muertos. Todo sin confirmar, pendiente de datos duros, precisos, valederos.