Cd.
Victoria, Tam. - Más allá de errores
humanos, complicaciones imprevistas, choques y descomposturas vehiculares registrados
ayer durante el traslado de reos en esta capital, importa decir que la
penitenciaría local está urgida de un rediseño acorde con los tiempos.
Entre otras razones para que la entrada
y salida de vehículos no se empalme con la vía de acceso por donde deambulan
familiares de reclusos.
Esto es, que el camino de unos y otros se
reubique a distancia suficiente para que, en casos de emergencia, la
circulación de camionetas policiales, militares y ambulancias pueda fluir sin
encontrar resistencia peatonal.
Y es que, mire usted, con un poquito de
planeación, los desaguisados de ayer podrían haberse evitado.
Cabe preguntar la razón de un traslado
diurno, a la hora en que las familias hacen guardia en la entrada. Decisión que
propició la aparatosa gresca entre policías y visitantes.
Y también el innecesario uso de gas
lacrimógeno y hasta balas de goma que hirieron en pleno rostro a un camarógrafo
de Televisa.
Lógica elemental, a lo largo del día existen
momentos más propicios para ejecutar un operativo tan delicado, de la manera
más discreta posible.
Casos así ameritarían también un cerco
de seguridad con sus respectivas vallas policiacas, en lugar de ese puñado de
agentes mal organizados que gesticulaban atrás de la reja antes de embestir
contra la gente de la calle, en su mayoría mujeres.
Luego vino el infortunado accidente
entre un autobús de traslado y una camioneta policial que le servía de escolta,
mientras transitaban por el libramiento Naciones Unidas.
Sin confirmar, en redes sociales se
añadió que el mismo camión se habría detenido por una descompostura en la
carretera a Zaragoza. Finalmente se reportó que dicho convoy había cumplido su misión,
entregando la cuerda de reos al reclusorio altamirense.
Las fallas, en todo caso, fueron de
forma y no de fondo. La decisión era muy necesaria y se adoptó con la celeridad
debida. El traslado descongestiona el CEDES de Victoria y habrá de tranquilizar
los ánimos.
MÁS
ALERTAS
En paralelo llegaban noticias de Reynosa
sobre un fallido intento de sabotaje en la subestación eléctrica de la colonia LÓPEZ
PORTILLO.
La oportuna intervención de los cuerpos
de Bomberos, Protección Civil y Fuerza Tamaulipas desactivó el peligro y
permitió desmentir la especulación inicial sobre medio centenar de granadas,
precisando que solo había una.
Aunque la imagen (real o apócrifa) de
una bolsa con explosivos tirada sobre un matorral hizo presencia en redes.
La misma tarde se reportó otro episodio
delictivo en la cabecera de Reynosa. Enfrentamiento de bandas rivales con armas
de fuego sobre el bulevar Morelos de la Colonia San Ricardo.
La vocería de seguridad gubernamental consignó
vía Twitter persecuciones y detonaciones en dicho sector. Más tarde informaría
de tres detenidos y armas aseguradas, declarando el cierre formal de la llamada
alerta de riesgo.
La misma fuente oficial confirmó haber
culminado con éxito el traslado de 165 internos a diferentes prisiones de la
entidad.
El incremento exponencial del delito
tiene raíz económica y corre paralelo a la drástica caída del ingreso popular. Fenómeno
que se desencadena desde las últimas décadas del siglo 20 al presente 2017.
La sobrepoblación penitenciaria es problema
heredado que exige reacomodos como el dispuesto ayer, para prevenir riñas de
grupos rivales. Caso concreto, la del martes pasado en Victoria.
En efecto, había noticias más agradables
que comentar esta semana, como el conjunto de iniciativas y acciones
gubernamentales en defensa del medio ambiente, las cuáles, para mala fortuna,
quedaron opacadas por la estridencia de la nota policial.