Cd.
Victoria, Tam. - En vísperas de la reciente
elección, el señor LÓPEZ OBRADOR concedió varias entrevistas, una de ellas muy
ríspida en el programa de PEPE CÁRDENAS y otra más significativa con CARMEN
ARISTEGUI.
Pese a la buena química entre CARMEN y
AMLO, ello no impidió abordar los aspectos polémicos que el buen periodismo
exige. Las notas de las campañas llegando a su fin.
Tratándose de una dama (amiga, además) LÓPEZ
OBRADOR no podría darle el trato áspero que propinó a CÁRDENAS. Pero, ante las
preguntas difíciles, intentó concluir la entrevista.
Hábilmente, ARISTEGUI insiste una y otra
vez que no corte (“Oye, no corras ANDRES MANUEL, no corras”) logrando así una charla
de casi 50 minutos.
El líder de MORENA había lanzado esa
mañana un reiterado exhorto por #Twitter para que los abanderados de otros
partidos declinaran en favor de su candidata DELFINA GÓMEZ.
Apoyo crucial que rompería el empate
técnico entre DELFINA y el priísta ALFREDO DEL MAZO.
Invitación a la que respondió
positivamente el Partido del Trabajo, sólo que el modesto capital político de dicho
membrete no añadía mucho a MORENA. Si observamos hoy el resultado de la
elección, veremos que el PT alcanzó el triste 1.08%.
La verdadera joya de la corona era el
PRD, ya que su joven candidato JUAN MANUEL ZEPEDA, había logrado construir una
imagen fresca y muy dinámica que le permitió superar con creces a la panista
JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA, para desplazarla al cuarto lugar.
OPORTUNIDAD
PERDIDA
En efecto, atrás de DELFINA y ALFREDO,
el abanderado del Sol Azteca representaba una cuota que las diversas encuestas
ubicaban arriba de los 15 puntos porcentuales. Al final quedó en 17.7%, frente
al 11.2% de VÁZQUEZ MOTA.
En cualquier caso, una declinación del
PRD en favor de MORENA habría catapultado a DELFINA arriba de los 40 puntos.
Los números posteriores del PREP la ubican en 30.8% frente a los 33.7 de
ALFREDO.
En varias ocasiones hablé en esta
columna de la función que, tanto en elecciones como en votaciones legislativas,
tienen los llamados “partidos bisagra”.
Los de mediano tamaño para abajo que, aunque
se ubiquen lejos del triunfo, tienen sin embargo la fuerza suficiente para
fungir como fiel de la balanza cuando las organizaciones mayores se encuentran
empatadas.
Finalmente, el PRD sostuvo a su
candidato JUAN ZEPEDA y jamás dio su brazo a torcer ante las exigencias de
AMLO.
El argumento más fácil es culpar a
ZEPEDA por negar un apoyo que (sin asomo de duda) le habría dado un triunfo arrollador
a DELFINA.
Por los corredores de MORENA se escucha hoy
este reclamo donde califican al aspirante perredista como esquirol y palero de
la consabida “mafia del poder”.
INTOLERANCIA
De aquí la mención a la entrevista con
ARISTEGUI, porque nos ofrece un indicativo de la forma errática y autoritaria como
el obradorismo pretendió el apoyo del Sol Azteca.
En resumidas cuentas, CARMEN le señala a
AMLO que, sin voluntad de diálogo, el PRD nunca aceptaría la alianza. Y le
pregunta:
-“¿Tú no te sentarías a la mesa
formalmente para negociar una declinación, una alianza en el Estado de México?,
¿Eso no lo vas a hacer?”
-“¡Nada más que den el primer paso, los
estoy esperando!”, responde AMLO.
-“A ver, ¿Quién tiene que dar el primer
paso y cómo?, ¿Qué les pides que hagan”, revira CARMEN.
-“¡Nomas que declinen!”
Las palabras de AMLO son terminantes, no
dejan lugar a dudas. Ni por asomo ofrecía una negociación decorosa, cara a
cara, con el Sol Azteca. Lo que exigía a gritos era una capitulación,
incondicional y sin reservas. Propuesta, a todas luces, inaceptable.
Que la izquierda vuelva a fracasar en Edomex
no es noticia. La pregunta, en todo caso, para los simpatizantes sinceros de
MORENA, sería: ¿En verdad tiene toda la culpa el PRD?