Cd.
Victoria.- Comprensible, la prudencia observada por
ENRIQUE PEÑA NIETO, gobernadores y alcaldes fronterizos ante las bravatas del
aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos DONALD TRUMP.
Su xenofobia, su odio a los mexicanos, la patética
oferta de construir una muralla divisoria, representan posturas cuyo impacto
inicial habría de sentirse en municipalidades y entidades al sur del río Bravo.
De Tamaulipas a Baja California y de
Matamoros a Tijuana, la cautela tendría sus razones. En la convivencia
cotidiana con el gigante del norte, hemos visto pasar muchos casos como el de TRUMP.
Del Golfo al Pacífico, la reflexión es que
siempre hubo y habrá aspirantes algo desquiciados en las competencias vecinas.
No representa mucha novedad la existencia
de figuras excéntricas, si recordamos el caso de ROSS PEROT, aquel
independiente militarista y archiconservador que compitió en las sucesivas
contiendas de 1992 y 1996, contra BILL CLINTON.
No menos exótico fue el proyecto de GEORGE
WALLACE, reaccionario y racista confeso, pues defendía el segregacionismo étnico,
lo cuál lo convertía en adversario acérrimo de JOHN F. KENNEDY.
ÉXITO
INESPERADO
La novedad es que esta vez TRUMP tiene la
candidatura de un partido grande prácticamente en la bolsa.
No es un independiente como PEROT ni un tránsfuga
del Partido Demócrata como WALLACE, sino un republicano exitoso.
Confieso haberme equivocado cuando hace un
año supuse que opciones más mesuradas como el neurólogo afroamericano BEN
CARSON o el exgobernador JEB BUSH se disputarían la interna de ese partido.
El caso es que ni BUSH ni CARSON compiten
ya. Ambos se han retirado de la contienda, dejando libre el camino a DONALD TRUMP.
Los senadores de origen latino, MARCO RUBIO
de Florida y TED CRUZ de Texas, tampoco muestran músculo suficiente para frenar
a TRUMP, ni siquiera sumando fuerzas.
De ahí el por qué, la reciente visita a México
del vicepresidente JOE BIDEN se ha convertido en un detonador de los
posicionamientos que el gobierno de PEÑA NIETO postergó por largo tiempo.
El mensaje de BIDEN es que la prospectiva
de TRUMP es real. No es una broma de mal gusto ni una más de las locuras
fallidas que de repente afloran en las disputas por la Casa Blanca.
Ante un enemigo jurado de los migrantes
cabe imaginar cualquier cosa, desde altanería diplomática hasta deportaciones
masivas.
Y
MÉXICO HABLÓ
De aquí el valor de las posturas asumidas
por la canciller CLAUDIA RUIZ MASSIEU y el titular de SHCP LUIS VIDEGARAY.
La primera declaró al diario Washington
Post que es imposible “tapiar una frontera de tres mil 200 kilómetros.”
Luego VIDEGARAY añadiría que “no hay
escenario para que México pague ese muro” por ser “una pésima idea que se basa
en la ignorancia” pues “no tiene sustento en la realidad de la integración de
América del Norte.”
Destacando un dato:
“Hace más de cinco años que la migración entre México y Estados Unidos es negativa; es decir, hay más estadounidenses que vienen a México que mexicanos yendo a Estados Unidos".
“Hace más de cinco años que la migración entre México y Estados Unidos es negativa; es decir, hay más estadounidenses que vienen a México que mexicanos yendo a Estados Unidos".
Cabe esperar en lo sucesivo más
declaraciones en ese tenor entre autoridades regionales, estatales y
municipales, amén de legisladores, particularmente en la zona limítrofe con
Estados Unidos.
Lo cuál incluye a quienes hoy aspiran a
cargos de elección popular, en diversos niveles y de todas las corrientes políticas.
Y bueno, acaso sirva de consuelo recordar un
detalle. Los miembros de la vieja guardia republicana le tienen pavor a TRUMP.
¿La razón?, piensan que su candidatura sería
una catástrofe para dicho partido, en beneficio de su adversaria demócrata HILLARY
CLINTON.
Los numerosos electores que componen el ala
moderada del republicanismo se verían tentados a votar masivamente por HILLARY.