Cd.
Victoria.- Metáfora romántica, de telenovela y
marketing político, el hablar de sueños como si fueran ideales filosóficos, sueños
como anhelos y metas por cumplir, sueños que representan deseos por satisfacer
y vivir.
El problema es que hay sueños muy
aburridos, tanto que tienen el efecto de un anestésico severo, embotan, atontan.
Y la verdad yo me dormí.
Cuando supe que la actriz KATE DEL CASTILLO
daría su versión al semanario PROCESO en torno a las complicidades que le
imputa la justicia mexicana, pensé en un formato tipo entrevista.
Una exposición de datos duros donde algún
(alguna) profesional la fuera llevando gradualmente a las revelaciones
profundas que el lector esperaba, dándole cuerpo y
coherencia a su testimonio.
Luego vi que lo escribió ella directamente.
Órale, dije, a ver…
Cabeza de portada: “El Chapo y yo”.
Nota principal, página siete: “El día que
conocí a GUZMÁN LOERA”.
Texto complementario, a manera de recuadro,
con firma también de KATE: “El origen de la embestida”.
INCLUSIÓN
ATÍPICA
Como devoto lector de dicho semanario desde
su fundación o, mejor aún, desde su primer número (6 de noviembre de 1976) me
pareció que trabajos así, encabezados así, portadas así, nada tendrían que
hacer ahí.
Que acaso merezcan un buen espacio en
publicaciones como ¡HOLA!, Cosmopolitan, TV&Novelas.
Soporífero el ladrillazo. Nada dice la
actriz que justifique la expectativa manejada en la víspera, según la cuál KATE
hablaría al viejo estilo del periodismo de denuncia (“por fin, toda la verdad”),
sin cortapisas, ni pelos en la lengua.
Sin duda, lo único salvable es el trabajo
final del reportero ARTURO RODRIGUEZ quien desmenuza al detalle la
investigación de Procuraduría y señala sus debilidades (“Intuición y Wikipedia,
las pruebas de la PGR”, página 15).
Parto de los montes, en el fondo la gran beneficiada
es ella.
Digamos pues que si logra sobrellevar los
dos años y nueve meses que le restan al gobierno de PEÑA, quedará posicionada
como la actriz de narcohistorias más conocida al norte y sur del Río Bravo.
No en vano llevó a la televisión la novela
de ARTURO PÉREZ-REVERTE “La reina del Sur”, donde encarna al personaje
principal, TERESA MENDOZA.
PLANES,
SIN CAMBIO
Y bueno, además por estos días nos
amanecimos con la noticia de que el motivo principal de su persecución sigue
ahí, vigente, esperando a que la tormenta amaine.
El proyecto de filmar para la empresa
NETFLIX una versión mexicana de “House of Cards”, con la mansión de Los Pinos
en lugar de la Casa Blanca.
Es algo que ya comenté aquí. La serie
llevaría por nombre “Ingobernable” y KATE haría el papel de una primera dama
cuyo nombre ficticio es IRENE URZUA.
Y es que, mire usted…
Si recordamos la liberalidad con que estos
chicos de NETFLIX narran las intimidades del poder…
Si tomamos en cuenta su regusto por los
temas escabrosos, asuntos de alcoba…
Pues hombre, como que la pura intención, la
sola propuesta, el proyecto mismo ya acalambra un poco.
En Estados Unidos están más acostumbrados a
estas cosas. Tanto que un día antes de estrenarse la cuarta temporada de “House
of Cards”, el señor OBAMA le dedicó un pequeño comentario en Twitter.
Por aquellos rumbos tienen la piel más
dura. Las parejas presidenciales han sido tema de incontables novelas y
películas, comedias, thrillers y hasta obras de ciencia ficción.
La propia actriz texana ROBIN WRIGHT
(intérprete de CLAIRE UNDERWOOD) recuerda haber saludado a OBAMA y que este bromeó
con ella diciéndole: “no soy tan malo como FRANCIS”, en referencia al personaje
principal de la serie.
Diferentes naciones, diferentes culturas, los
mexicanos somos más reacios al manejo de temas que consideramos sensibles. La
figura presidencial es uno de ellos.