Cd.
Victoria.- Tengo a la mano una biografía política
de EVA PERÓN escrita por el profesor LORIS ZANATTA, mientras deambulan por la
pantalla cercana dos personajes del momento, CLAIRE y FRANK UNDERWOOD.
Cuarta temporada de “House of cards” cuyos
13 capítulos se van como agua, frescos y fluidos, acaso más penetrantes y significativos
que las burdas campañas de HILLARY, DONALD y conexos.
Tortuosa la lucha de FRANK, un presidente amoral,
despiadado, que busca por todos los medios limpiar el camino hacia su
reelección.
Competidor temible que esta vez incluye en
la fórmula a su consorte como candidata a vicepresidente. Ahorro detalles para
no afectar al televidente que todavía no llega a esos capítulos.
La postulación de CLAIRE me recordó el
sueño de EVA en 1952, frustrado por un cáncer cervical que la obligó a declinar
a una postulación ya acordada y prácticamente en la bolsa.
De hecho, moriría el mismo año, empezando así
el declive de un gobierno, el colapso de un proyecto, el fin de una etapa en la
vida argentina.
OTRO
PERFIL
El libro de ZANATTA cuenta entre sus
virtudes el acceso amplio a fuentes diplomáticas de la época, reportes
discretos de embajadas, anotaciones, apuntes que el tiempo ha desclasificado,
susceptibles hoy de consulta.
La visión fría del representante extranjero,
diferente y por momentos más rigurosa que las fuentes locales, afectadas por su
ubicación política frente al peronismo.
Es otra EVA la que asoma en este libro,
contradictoria, compleja, nítida en bordes y claroscuros, más densa, real.
Muy distinta a la presencia decorativa que habría
dado lustre y proyección al régimen militar, versión propia de las biografías convencionales.
La mártir adolorida que hace llorar a los descamisados y canta desde el balcón
con voz de MADONNA.
El autor destaca, en cambio, a la operadora
política de primer orden que lejos de complementar, comparte el poder con su
marido y, por momentos, compite con él en la rebatinga de posiciones dentro del
organigrama gubernamental.
Una activista cuyas astucias se observan
antes aún de su ascenso al máximo cargo nacional. Ambición urgida y precoz que
se involucró previamente en las intrigas y negocios del poder, el tráfico de
influencias, la conquista de territorios, botines, ganancias.
Se lo permitía su condición paralela de estrella
radiofónica (figura mediática, diríamos ahora) y amante visible del entonces
Ministro del Trabajo JUAN PERÓN.
Compañera y socia en la batalla diaria, mancuerna
en glorias y tropiezos, será luego usufructuaria (a mitades) del triunfo mismo.
ALIANZA
INTIMA
Presidencia bicéfala que hoy vemos en los
UNDERWOOD. Finiquitada la relación amorosa, CLAIRE y FRANK no tienen hijos ni tampoco
demasiado tiempo para el cariño. Lo que realmente los une es la ambición común.
La pasión compartida por el mando que, en
momentos de notable dinamismo, los hace razonar a dúo proyectos y discursos,
fraguar venganzas a dos voces, aliados perfectos en jugarretas y traiciones.
Deliberadamente, la cuarta temporada no agota
el tema de la contienda electoral que, por cierto, apenas empieza, tanto en el
mundo de los CLINTON y los TRUMP como en la ficción televisiva de los UNDERWOOD.
En ambos universos los candidatos se
aprestan para una lucha que desde ahora se vaticina cruenta y muy sucia.
Cabe imaginar el “timing” de la inevitable
temporada quinta, la que vendrá, no sabemos cuando. ¿Antes o después de la
elección real, la de noviembre próximo?
Otra duda es si los resultados serán los
mismos en uno y otro ámbitos.
Todo hace pensar que los demócratas podrían
salirse con la suya, lo mismo en los noticieros de CNN que en la zaga de
NETFLIX. La batalla, no obstante, será infernal.
