Cd.
Victoria.- Reynosense, tiene 48 años y un apellido
zoomorfo que ha logrado convertir en truco de marketing. El claxon de su
camioneta literalmente muge, las puntas de un “longhorn” son parte esencial en
logotipos, escudos y leyendas.
Es administrador de empresas por la
Universidad Bautista de Houston, donde también se habría licenciado en
Mercadotecnia, amen de un postgrado en Comercio Internacional por la neoleonesa
UDEM.
Su tarjeta de presentación comprende una
suma de nombres y apellidos que (contando los espacios) requiere 38 golpes para
su escritura completa.
Acaso por ello (y sin afán de molestar) el
autor de esta columna ha dado en llamarlo PACO CABEZA, por elemental economía
de palabras, en lugar de su laberíntico nombre de pila: FRANCISCO JAVIER GARCÍA
CABEZA DE VACA (larguísimo, oiga usted, ¡Solo CHUCHIN el de Matamoros se había
atrevido a tanto!).
Pesadilla favorita del partido tricolor, a
CABEZA se le atribuyen toda suerte de maldades en sus años inquietos de
juventud. Una auténtica leyenda negra.
Aunque ello no importa mucho a sus
seguidores (¡seguidoras!) que desde diversas trincheras albiazules le han sido
fieles en victorias y fracasos.
SU
COYUNTURA
A voz baja se repite que sin el visto bueno
de un exgobernador, la figura de PACO sería inexplicable, al menos en sus
primeros años.
Lo cierto es que de ser un perfecto
desconocido se catapultó al triunfo en el segundo distrito de mayoría por la
gracia del llamado “Efecto FOX” en el año 2000.
Aquel ranchero guanajuatense, hablantín, atrabancado,
supo construir una campaña de alto impacto que cristalizaría el mero día de su
cumpleaños (2 de julio) con un triunfo insólito sobre PANCHO LABASTIDA, abanderado
del PRI.
Que VICENTE después haya incumplido las
expectativas (decepcionado, incluso) haciendo un gobierno entre malo y
mediocre, es otra historia. Ello no impide sin embargo reconocer que FOX fue un
excelente candidato, un fenómeno de marketing político mundial.
Sacó al PRI de Los Pinos, un partido 70 años
invicto, detalle que se convirtió en su principal motivo de presunción cuando
las cosas empezaron a salirle mal, al mediodía de su régimen.
Que después (como agudamente vaticinó el
jefe DIEGO) el mismo FOX haya trabajado para revertir el proceso y regresar al
PRI a Los Pinos, es también otra historia.
En efecto, la carrera meteórica de aquel VICENTE
candidato que hipnotizaba a las multitudes, significó el ascenso de este
tamaulipeco al que los malquerientes de su pueblo le llaman “Chompa”.
ALTO
DE MIRAS
A partir de entonces, ya desprendido de su
origen foxista, el paisano irá construyendo una carrera que incluye la alcaldía
de Reynosa (2005-2007) en cuyo equipo, por cierto, figuraron luminarias
cercanas al priísta OSCAR LUEBBERT.
Sería luego diputado local (2008-2010) en
la menos heroica representación proporcional y finalmente senador (2012-2018)
tras derrotar nada menos que a la dupla formada por MANUEL CAVAZOS y LUPITA
FLORES.
En el presente 2015, CABEZA es el panista
mejor posicionado de Tamaulipas, superando sin problema al bisoño CANTUROSAS y
a la atribulada LETICIA.
Con una ventaja adicional. Ya no está
GUSTAVO CÁRDENAS en el PAN, quien durante los sucesivos procesos de 2000, 2006
y 2012, monopolizó la franquicia como regenteador ganancioso de las tres
derrotas, las primeras dos por candidatura directa, la tercera por interpósita
persona, su cuñado SACRAMENTO.
La mudanza de GUSTAVO al Movimiento
Ciudadano (su permuta de franquicia) le deja abierto el camino a CABEZA para fijarse
una meta superior.
Algo que por años ha parecido un imposible,
en un estado que fue y sigue siendo eminentemente priísta. El triunfo opositor.