lunes, 22 de octubre de 2012

Tres sexenios paralelos


Cd. Victoria, Tam.- Liderazgos personalísimos y ejercidos sin contrapesos, la maestra ELBA ESTHER GORDILLO del SNTE y CARLOS ROMERO DESCHAMPS del STPRM.
La historia reciente narra que se renovaron por seis años más en forma casi simultánea este fin de semana, en Cancún y en la capital del país.
Vidas paralelas, mañas contiguas, en los tiempos de FIDEL VELAZQUEZ y JOAQUIN HERNANDEZ GALICIA, la prensa solía enjaretar a los dirigentes charros el segundo mote de “sempiternos”.
En vocabulario de hoy (propio del siglo 21 y estas épocas impregnadas de alternancia) serían llanamente: impunes.
A cada cuál su sexenio entrante: GORDILLO, ROMERO y PEÑA.
Enterada de que la disidencia se embarcó con tiempo hacia la sede original en Rosarito, Baja California, ELBA sorprende a simpatizantes y malquerientes con un desplante inusual, solo viable desde el poder absoluto.
En rápido giro mudó la sede del anunciado Sexto Congreso Nacional Ordinario al extremo opuesto de la República: Cancún, Quintana Roo.
Rudo trabajo para segundos y terceros de mando, cancelar reservaciones en una punta del país y abrir otras del lado puesto, pidiendo el auxilio del gobernador ROBERTO BORGE para que todos cupieran en la zona hotelera, en el mejor lugar y con la misma gente.
Asunto que para nada cambia la opacidad en cuanto al origen de los gastos de viaje, avión, hospedaje y las 3 mil 500 laptops obsequiadas.
La dama cambió de título, dejando intacto su poder. Gatopardismo, en efecto, otro nombre, la misma rienda, seis años más de vigencia.
La novedad es que su silla ahora lleva por membrete la presidencia del Consejo General Sindical para el Fortalecimiento de la Educación Pública.
Más todavía, ahora tendría argumentos mayores para defenderse de una embestida gubernamental. Está recién llegada, en calidad (o casi) de virginidad recuperada.
Y luego viene su discurso, mire usted, con esas advertencias propias del show-bizz, emanadas de las telenovelas, cuando lanzó aquello de… “El que anda en Europa”, para referirse a ENRIQUE PEÑA NIETO.
Bajo una percepción menos ritual de la política, no habría razón para emplear sobrenombres cuando se refiere al presidente electo de México.
Tan fácil como nombrarlo en forma diáfana, sin alusiones esquivas como lo hace GORDILLO.
Pero ocurre que ELBA ESTHER está formada en la antigua escuela de la frase críptica y el mensaje cifrado. La adivinanza a medias enviada al banquete de los especuladores, al festín de los adivinos.
Aquel PRI de FIDEL VELAZQUEZ y CARLOS JONGUITUD, cuando no sólo era una necesidad sino (incluso) un regocijo memorable el decir las cosas en clave, para honrar el miedo a la autoridad venerada.
La tan mexicana subcultura de la indirecta, sin la cuál la sobremesa de los políticos quedaría huérfana, sin sal ni pimienta.
Aquel que les platiqué, no digo su nombre pero lo estoy viendo, te lo digo “mija” para que me entiendas nuera, como tú comprenderás, acá mis ojos, ese que todos sabemos pero no digo quien.
Por lealtad, entonces, a su formación personal, la líder del SNTE menciona a PEÑA NIETO entre líneas, para exacerbar el morbo y ganarse con él (como tantas veces FIDEL VELAZQUEZ y hasta MUÑOZ LEDO) el sagrado derecho a la primera plana y a los espacios estelares de la comentocracia nacional.
¿Golpe bajo y en ausencia?, no se sabe, pues se conocen tan bien que podría pasar por un leve cariño, una palmada.
O acaso sí lo sea (interpretación contraria) porque de cara a la nación no hay tiempo para juegos y ella se está insubordinando, tensando el hilo más allá de lo aconsejable.
Le dice (¿A quien más si no a PEÑA?)…
-“Yo no soy sirvienta de nadie.”
Ora pues.
Lo que en buen castellano significa:
-“No admito órdenes”.
O bien:
-“Lo de nosotros es alianza, no sometimiento”.
Debemos, entonces, sopesar cada fuerza.
Por lo pronto, la reacción sucesiva en medios y redes no se hizo esperar y dice:
“Habrá respuesta del que anduvo en Europa.”
En efecto, viene.