Cd. Victoria, Tam.- Es oriental, dicen, el proverbio que alerta sobre "el
aleteo de una mariposa” y sus presuntas consecuencias “al otro lado del
mundo".
En
lo grande y en lo pequeño, explican, la realidad se encuentra finamente
interconectada y un suceso de apariencia inofensiva o banal puede desencadenar
acontecimientos mayores a distancias considerables.
Desde
luego, habrá que entenderlo con reservas ya que el matemático EDWARD LORENZ
emplea esta figura para explicar su Teoría del Caos en un sentido metafórico (otras
lecturas que pecan de ligeras lo interpretan literal).
En
fin, la cita viene al caso hoy que la República Popular China está viviendo un
proceso doble de renovación política y despertar ciudadano el cuál (quiérase
que no) afecta de muchas maneras a los habitantes de lugares tan lejanos como
México o, incluso, Tamaulipas.
Desde
su despegue como potencia económica mundial en los años ochentas, China descansó
en la enorme ventaja de cimentar una agresiva industria capitalista arropada
por un Estado comunista cuyo control social le permitió competir con un bajo
costo en su mano de obra.
Desde
luego, importan factores como la cultura del trabajo, la organización eficaz y la
disciplina.
Aunque
también es cierto que sus recursos humanos bajo férreo control partidista (mano
de obra barata, ausencia de huelgas, alta productividad) han sido el principal
argumento de las trasnacionales europeas y norteamericanas para mudar allá sus
fábricas.
Sin
embargo, elementos nuevos en el ambiente global nos hablan hoy de reacomodos
interesantes hacia el interior de dicho país asiático que (como el efecto
mariposa) podrían tener consecuencias al lado opuesto del planeta.
El
despertar de la base laboral en ese país con mil 300 millones de habitantes
está presente en el actual proceso sucesorio gubernamental iniciado el verano
pasado, mismo que alcanzará su culminación a mediados de noviembre.
Y
aunque estamos lejos de esperar un movimiento democrático como el que culminó
en la masacre de Tiananmen
en 1989, la necesidad de fortalecer su mercado interno y la presión soterrada
pero efectiva de los trabajadores se sienten ya en el ascenso de sus niveles
salariales.
El tema está de moda en la prensa económica global.
Un reporte de la CEPAL publicado por diario REFORMA el mes de junio pasado
compara la evolución del salario en China y México durante la última década y
revela tendencias significativas.
Dice:
-“China alcanzó en 2012 un costo laboral unitario
de 2.4 dólares, con lo cual supera el precio de la mano de obra mexicana,
tasado en 2.2 dólares.”
Añade el análisis que hace diez años dicho costo “era
de 0.7 dólares” mientras que en México andaba en “2.1 dólares”.
Y, bueno, el próximo noviembre China vivirá el
mayor cambio generacional en su cúpula política desde los días se MAO ZEDONG.
Ayer en EXCELSIOR comentaba PASCAL BELTRAN que se trata de la quinta élite del poder que asciende desde el
triunfo de la Revolución (1949).
Lo cuál implica el retiro de quien
hasta ahora era el hombre fuerte HU JINTAO (ingeniero hidráulico, cercano a los
70 años) y la llegada de una nueva generación liderada por XI JINPING
(ingeniero químico, 59 años).
Vienen muchos
cambios en China, una nación cuyas instituciones se encuentran hoy bajo presiones
crecientes en favor de la apertura política, sin olvidar el renovado brío de
las luchas separatistas no sólo en el Tíbet sino en la región islámica de
Sinkiang.
Comentaba JORGE CASTAÑEDA en su entrega semanal del domingo
antepasado (REFORMA) que el saldo más interesante de los debates entre los
candidatos ROMNEY y OBAMA es el papel que jugará nuestro país en la estrategia económica
norteamericana de los años venideros.
Precisamente hoy, cuando la recuperación estadounidense se
considera un hecho y las inversiones a gran escala situadas en China están
buscando moverse hacia América Latina, con atención especial a México.
Por supuesto, se abren oportunidades muy interesantes para
Tamaulipas.