lunes, 29 de octubre de 2012

Efecto mariposa


Cd. Victoria, Tam.- Es oriental, dicen, el proverbio que alerta sobre "el aleteo de una mariposa” y sus presuntas consecuencias “al otro lado del mundo".
En lo grande y en lo pequeño, explican, la realidad se encuentra finamente interconectada y un suceso de apariencia inofensiva o banal puede desencadenar acontecimientos mayores a distancias considerables.
Desde luego, habrá que entenderlo con reservas ya que el matemático EDWARD LORENZ emplea esta figura para explicar su Teoría del Caos en un sentido metafórico (otras lecturas que pecan de ligeras lo interpretan literal).
En fin, la cita viene al caso hoy que la República Popular China está viviendo un proceso doble de renovación política y despertar ciudadano el cuál (quiérase que no) afecta de muchas maneras a los habitantes de lugares tan lejanos como México o, incluso, Tamaulipas.
Desde su despegue como potencia económica mundial en los años ochentas, China descansó en la enorme ventaja de cimentar una agresiva industria capitalista arropada por un Estado comunista cuyo control social le permitió competir con un bajo costo en su mano de obra.
Desde luego, importan factores como la cultura del trabajo, la organización eficaz y la disciplina.
Aunque también es cierto que sus recursos humanos bajo férreo control partidista (mano de obra barata, ausencia de huelgas, alta productividad) han sido el principal argumento de las trasnacionales europeas y norteamericanas para mudar allá sus fábricas.
Sin embargo, elementos nuevos en el ambiente global nos hablan hoy de reacomodos interesantes hacia el interior de dicho país asiático que (como el efecto mariposa) podrían tener consecuencias al lado opuesto del planeta.
El despertar de la base laboral en ese país con mil 300 millones de habitantes está presente en el actual proceso sucesorio gubernamental iniciado el verano pasado, mismo que alcanzará su culminación a mediados de noviembre.
Y aunque estamos lejos de esperar un movimiento democrático como el que culminó en la masacre de Tiananmen en 1989, la necesidad de fortalecer su mercado interno y la presión soterrada pero efectiva de los trabajadores se sienten ya en el ascenso de sus niveles salariales.
El tema está de moda en la prensa económica global. Un reporte de la CEPAL publicado por diario REFORMA el mes de junio pasado compara la evolución del salario en China y México durante la última década y revela tendencias significativas.
Dice:
-“China alcanzó en 2012 un costo laboral unitario de 2.4 dólares, con lo cual supera el precio de la mano de obra mexicana, tasado en 2.2 dólares.”
Añade el análisis que hace diez años dicho costo “era de 0.7 dólares” mientras que en México andaba en “2.1 dólares”.
Y, bueno, el próximo noviembre China vivirá el mayor cambio generacional en su cúpula política desde los días se MAO ZEDONG.
Ayer en EXCELSIOR comentaba PASCAL BELTRAN que se trata de la quinta élite del poder que asciende desde el triunfo de la Revolución (1949).
Lo cuál implica el retiro de quien hasta ahora era el hombre fuerte HU JINTAO (ingeniero hidráulico, cercano a los 70 años) y la llegada de una nueva generación liderada por XI JINPING (ingeniero químico, 59 años).
Vienen muchos cambios en China, una nación cuyas instituciones se encuentran hoy bajo presiones crecientes en favor de la apertura política, sin olvidar el renovado brío de las luchas separatistas no sólo en el Tíbet sino en la región islámica de Sinkiang.
Comentaba JORGE CASTAÑEDA en su entrega semanal del domingo antepasado (REFORMA) que el saldo más interesante de los debates entre los candidatos ROMNEY y OBAMA es el papel que jugará nuestro país en la estrategia económica norteamericana de los años venideros.
Precisamente hoy, cuando la recuperación estadounidense se considera un hecho y las inversiones a gran escala situadas en China están buscando moverse hacia América Latina, con atención especial a México.
Por supuesto, se abren oportunidades muy interesantes para Tamaulipas.