Cd. Victoria.- El apagón decembrino
que afectó a 10 millones de mexicanos sigue ocasionando disputas por el
diagnóstico y explicación sobre su naturaleza y origen.
Todo ello muy necesario para el deslinde de responsabilidades.
El encono subió de color ante el pretexto tan inverosímil ofrecido por la Comisión Federal de Electricidad y su director general MANUEL BARTLETT DÍAZ.
¿Qué ocasionó todo?, un incendio en pastizales de Padilla. Ande usted, qué fácil se la encontraron.
Casi, casi, como el efecto mariposa del que nos habla el meteorólogo norteamericano EDWARD LORENZ.
Muy inspiradora, por cierto, su frase favorita (un proverbio chino) que ha dado tema al cine y la literatura:
-“El aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”.
Siguiendo esta lógica, el insecto que agita su vuelo en Hong Kong sería capaz de desencadenar una secuela de causalidades a larga distancia, hasta provocar una tempestad en Nueva York. A esto le llaman teoría del caos.
Acaso por ello, porque nuestra Comisión Federal de Electricidad es un verdadero caos, la gente de BARTLETT pretende establecer una relación causal igualmente exótica.
Órale pues, ya podrán sentirse los amigos padillenses muy importantes, si una quemazón en sus zacatales (30 hectáreas, presume la CFE) tras afectar dos líneas de transmisión eléctrica, fue capaz de conmocionar a la república.
Y mire usted, a estas alturas del calendario todo tiene una lectura política, es decir, electoral. Demostrar quien tenga la razón es asunto que adquiere el rango de disputa por la verdad oficial.
Hay intercambio de culpas y estas apuntan hacia gobiernos de banderas opuestas. Por Tamaulipas el PAN, por el gobierno de la República los chicos de MORENA.
La administración que preside CABEZA DE VACA consideró el tema con la seriedad suficiente para poner en manos del ministerio público una denuncia de hechos donde acusa a la CFE (a quienes resulten responsables) de “elaborar y difundir documentos apócrifos”.
Ello, con fundamento en los artículos 221, 222, 223 y 224 del Código Nacional de Procedimientos Penales, para que las investigaciones identifiquen a los responsables de la falsificación, que estos sean sancionados conforme a derecho y el caso no quede impune.
La propia CFE había fundado su diagnóstico citando un comunicado presuntamente emitido por la Coordinación Estatal de Protección Civil en Tamaulipas.
Solo que dicha dependencia regional no reconoce como suyo el documento y además añade que se trata de una falsificación.
Las firmas (por citar un detalle) no coinciden, el número de folio es fraudulento pues tampoco concuerda con la serie institucional y carece de los sellos usuales de despachado.
También son diferentes el formato y la disposición de logotipos. No se parecen a los que emplea dicha coordinación en sus tareas regulares.
Interesante el tema. Una autoridad federal esgrime argumentos para quitarse responsabilidades por una falla de grandes proporciones, utilizando en ello comunicados balines de una instancia regional.
Por igual, Protección Civil niega haber participado en dicha conflagración, tampoco existe registro de alguna llamada de auxilio a la propia CFE o al número de emergencias 911.
La denuncia fue presentada por la Secretaría General de Gobierno y ayer, al cerrar la jornada, se informó que cuenta con el respaldo del presidente nacional albiazul MARKO CORTÉS quien calificó de “ridícula” y de “inverosímil” la explicación dada por el gobierno federal sobre el apagón del lunes anterior.
Pidió, de paso, la renuncia de BARTLETT, aunque ya de antemano sabemos la respuesta de LÓPEZ OBRADOR, cuando minimizó las quejas contra la CFE como un “asunto político-electoral”, al que calificó como “un argüende, un zapareco.”
Esta última palabra (“zapareco”) de probable origen macuspano, no aparece en los diccionarios consultados por el autor de esta columna, aunque sí una muy cercana (“zaperoco”) que la Real Academia Española identifica como “alboroto, desorden, revoltijo.”
Las redes sociales se dieron vuelo en estos días con el apagón nacional. Decían que a BARTLETT se le cayó el sistema, recordando su frase empleada en 1988, cuando era Secretario de Gobernación y ordenó echar abajo la primitiva red de cómputo, para frenar la votación masiva en favor del ingeniero CUAUHTÉMOC CÁRDENAS.
Horas después declararían ganador al entonces candidato del PRI CARLOS SALINAS DE GORTARI, consumando así un gigantesco fraude que SALINAS pagó con creces a MANUEL BARTLETT haciéndolo secretario de Educación y luego gobernador de Puebla.
Amistad que, por cierto, continúa muy firme. Hoy en día, en plena Cuarta Transformación, se sabe que entre los primeros contratos (sin licitación) entregados por la CFE para la compra masiva de medidores domésticos, salió beneficiada una compañía trasnacional cuyo representante en México es (nada menos que) el ingeniero RAÚL SALINAS DE GORTARI.
Pero esa es otra historia…
Todo ello muy necesario para el deslinde de responsabilidades.
El encono subió de color ante el pretexto tan inverosímil ofrecido por la Comisión Federal de Electricidad y su director general MANUEL BARTLETT DÍAZ.
¿Qué ocasionó todo?, un incendio en pastizales de Padilla. Ande usted, qué fácil se la encontraron.
Casi, casi, como el efecto mariposa del que nos habla el meteorólogo norteamericano EDWARD LORENZ.
Muy inspiradora, por cierto, su frase favorita (un proverbio chino) que ha dado tema al cine y la literatura:
-“El aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”.
Siguiendo esta lógica, el insecto que agita su vuelo en Hong Kong sería capaz de desencadenar una secuela de causalidades a larga distancia, hasta provocar una tempestad en Nueva York. A esto le llaman teoría del caos.
Acaso por ello, porque nuestra Comisión Federal de Electricidad es un verdadero caos, la gente de BARTLETT pretende establecer una relación causal igualmente exótica.
Órale pues, ya podrán sentirse los amigos padillenses muy importantes, si una quemazón en sus zacatales (30 hectáreas, presume la CFE) tras afectar dos líneas de transmisión eléctrica, fue capaz de conmocionar a la república.
Y mire usted, a estas alturas del calendario todo tiene una lectura política, es decir, electoral. Demostrar quien tenga la razón es asunto que adquiere el rango de disputa por la verdad oficial.
Hay intercambio de culpas y estas apuntan hacia gobiernos de banderas opuestas. Por Tamaulipas el PAN, por el gobierno de la República los chicos de MORENA.
La administración que preside CABEZA DE VACA consideró el tema con la seriedad suficiente para poner en manos del ministerio público una denuncia de hechos donde acusa a la CFE (a quienes resulten responsables) de “elaborar y difundir documentos apócrifos”.
Ello, con fundamento en los artículos 221, 222, 223 y 224 del Código Nacional de Procedimientos Penales, para que las investigaciones identifiquen a los responsables de la falsificación, que estos sean sancionados conforme a derecho y el caso no quede impune.
La propia CFE había fundado su diagnóstico citando un comunicado presuntamente emitido por la Coordinación Estatal de Protección Civil en Tamaulipas.
Solo que dicha dependencia regional no reconoce como suyo el documento y además añade que se trata de una falsificación.
Las firmas (por citar un detalle) no coinciden, el número de folio es fraudulento pues tampoco concuerda con la serie institucional y carece de los sellos usuales de despachado.
También son diferentes el formato y la disposición de logotipos. No se parecen a los que emplea dicha coordinación en sus tareas regulares.
Interesante el tema. Una autoridad federal esgrime argumentos para quitarse responsabilidades por una falla de grandes proporciones, utilizando en ello comunicados balines de una instancia regional.
Por igual, Protección Civil niega haber participado en dicha conflagración, tampoco existe registro de alguna llamada de auxilio a la propia CFE o al número de emergencias 911.
La denuncia fue presentada por la Secretaría General de Gobierno y ayer, al cerrar la jornada, se informó que cuenta con el respaldo del presidente nacional albiazul MARKO CORTÉS quien calificó de “ridícula” y de “inverosímil” la explicación dada por el gobierno federal sobre el apagón del lunes anterior.
Pidió, de paso, la renuncia de BARTLETT, aunque ya de antemano sabemos la respuesta de LÓPEZ OBRADOR, cuando minimizó las quejas contra la CFE como un “asunto político-electoral”, al que calificó como “un argüende, un zapareco.”
Esta última palabra (“zapareco”) de probable origen macuspano, no aparece en los diccionarios consultados por el autor de esta columna, aunque sí una muy cercana (“zaperoco”) que la Real Academia Española identifica como “alboroto, desorden, revoltijo.”
Las redes sociales se dieron vuelo en estos días con el apagón nacional. Decían que a BARTLETT se le cayó el sistema, recordando su frase empleada en 1988, cuando era Secretario de Gobernación y ordenó echar abajo la primitiva red de cómputo, para frenar la votación masiva en favor del ingeniero CUAUHTÉMOC CÁRDENAS.
Horas después declararían ganador al entonces candidato del PRI CARLOS SALINAS DE GORTARI, consumando así un gigantesco fraude que SALINAS pagó con creces a MANUEL BARTLETT haciéndolo secretario de Educación y luego gobernador de Puebla.
Amistad que, por cierto, continúa muy firme. Hoy en día, en plena Cuarta Transformación, se sabe que entre los primeros contratos (sin licitación) entregados por la CFE para la compra masiva de medidores domésticos, salió beneficiada una compañía trasnacional cuyo representante en México es (nada menos que) el ingeniero RAÚL SALINAS DE GORTARI.
Pero esa es otra historia…