Cd.
Victoria, Tam. “El PES por su voto
muere”, es lugar común que encabezados y columnistas vienen trabajando desde
que la elección federal más reciente le fue adversa al Partido Encuentro Social,
pese a la abundante cosecha de cargos legislativos. Primera paradoja de varias.
Organización constituida inicialmente
por líderes evangélicos, el Tribunal Electoral acaba de confirmar (por voto
unánime, además) su pérdida de registro como partido nacional, al no obtener el
mínimo del 3% requerido en las urnas.
Lo cuál no significa que desaparezca o
se colapse. No parece ser el caso, si consideramos las experiencias previas de organizaciones
como el Partido del Trabajo (PT) que han sabido sobrevivir a crisis similares (peores,
tal vez) reactivando sus bases regionales.
Haciendo ronchita con lo que tienen, más
con menos, multiplicando panes y peces, redirigiendo (sobre todo) su política
de alianzas.
El PES saltó a la palestra en 2005 bajo
el formato de asociación civil. Como tal, crece y se multiplica hasta lograr su
registro partidista en 2014.
En medios consultados, hay quienes dicen,
afirman, aseguran, que Encuentro Social se empezó a gestar en la antigua residencia
oficial de Los Pinos a finales de los 90s.
Entre el verdor y la abundancia, el pastor
pentecostal, abogado por la UNAM y postgraduado en Harvard HUGO ERIC FLORES CERVANTES
prestaba sus servicios como consejero personal de ERNESTO ZEDILLO.
El buen fario le siguió acompañando.
Luego sería funcionario público bajo la cobija del PAN. Todavía como asociación
civil, las huestes de HUGO apoyarían en 2006 la candidatura de FELIPE CALDERÓN.
PIAN,
PIANITO…
Lo cierto es que el destino del PES ha
sido marcado por su sentido de la oportunidad, trepado (como muchos membretes) en
hombros de partidos mayores. Táctica que permite jalar votos, sobrevivir,
permanecer en la pelea, en espera de tiempos mejores.
En 2018 Encuentro Social se alió con
AMLO, algunos dicen que debido a la orientación cristiana ya conocida en la
familia del tabasqueño, pese a divergencias claras de orden ideológico. Más
paradojas, izquierda y derecha en un mismo costal.
La alianza PES-MORENA causó escozor
entre los sectores liberales de la coalición “Juntos Haremos Historia”, al
recordar las posturas conservadoras del PES en materia de salud reproductiva,
acordes con su filiación cristiana.
Como aliado incómodo de MORENA, le
aportó sin embargo un millón y medio de votos al total de 30 obtenidos por el
tabasqueño en julio pasado. Algo así como 2.7% de los 53% cosechados por los
partidos de la Cuarta Transformación.
En premio, HUGO ERIC es hoy representante
(es decir, superdelegado) del gobierno obradorista en el estado de Morelos.
Hay quien compara al PES con el
desaparecido Partido Demócrata Mexicano (PDM, el “Gallito Colorado”), la
diferencia es que el primero se inspira en el fundamentalismo protestante,
mientras que el segundo se asentó sobre una plataforma católica, sinarquista y
cristera. Con un buen platón de enchiladas potosinas.
¿NACER
DE NUEVO?
Y, bueno, la anunciada pérdida de su
registro parece deberse a insuficiencias de orden territorial. Su fuerza no se
distribuye de manera uniforme en el mapa de la República, sino que se focaliza
en entidades (y ciudades) muy concretas.
Por citar un ejemplo, revisando la lista
inicial subida al portal de San Lázaro en septiembre pasado, entre un total de
56 curules adjudicadas al PES, cuatro son de Tamaulipas (OLGA GUERRA, ADRIANA
LOZANO, OLGA SOSA, HECTOR VILLEGAS), tres mujeres y un hombre.
El género femenino dentro de este
partido demostró también una fuerza contundente en la Cámara Alta. Sus cinco
escaños senatoriales están en manos de damas.
Y bueno, un gesto que se antoja muy
(pero muy) mexicano es la habilidad (no exenta de picaresca) para retornar a
las lides electorales sorteando prohibiciones y aplicando una “manita de gato”
al proyecto. Los corren por la puerta, se meten por la ventana.
Es decir, si la autoridad electoral anuncia
haberle quitado el registro a un organismo denominado “Partido Encuentro Social”,
ahora buscarán quitar la tranca, pero con otro nombre, lea usted: “Partido
Encuentro Solidario.”
Diríamos entonces que entre lo “Social” y
lo “Solidario”, el PES resulta ser idéntico a sí mismo, solo que con un ligero
(casi imperceptible) cambio de apariencia.
Y es que, pese a su irregular cobertura
nacional, este partido ubicado al centro derecha del cuadrante (sus enemigos
dicen que en la extrema derecha), además de presencia en ambas cámaras, cogobierna
en Michoacán (con PRD y PANAL) y en Morelos (con MORENA y PT).
Ello, amén de seguir manteniendo
relaciones saludables con el presidente LÓPEZ OBRADOR. La primera noticia es que
se van, la segunda es que ahí vienen de regreso.