miércoles, 9 de mayo de 2018

Un dirigente espartano


Cd. Victoria, Tam. – Apenas se confirmó el despido del impresentable ENRIQUE OCHOA REZA para entronizar al exgobernador guerrerense RENÉ JUÁREZ CISNEROS y la duda asomaba en oficinas y pasillos del edificio tricolor en esta capital.
Los priístas de Tamaulipas se preguntaban desde las redes si una medida equivalente sería necesaria (y urgente) en el comité estatal que dirige CHECO GUAJARDO.
Por aquello de que los números tristes hoy patentes en la campaña de TOÑO MEADE, tienen su equivalente en el bajo desempeño estadístico de sus candidatos a diputados, alcaldes y senadores en la entidad.
Y esto va desde CHUCHÍN DE LA GARZA, MAGDA PERAZA y OSCAR ALMARAZ hasta los aspirantes a la Cámara Alta ALEJANDRO GUEVARA y YAHLEEL ABDALA, por citar los casos más relevantes.
Sencillamente no pintan (o pintan mal) frente a las locomotoras del PAN y MORENA, donde el trabajo de estructura jamás se ha interrumpido desde la elección estatal de 2016.
Ello, a diferencia de una maquinaria tricolor que hizo alto total durante el primer año del presente régimen y empezó a salir cansinamente de su modorra a partir del otoño pasado. Sin alcanzar todavía el ritmo y la cobertura de sus mejores tiempos.

NUEVO TIMONEL
En esas condiciones ocurre la aparición, un tanto cuanto inesperada, del economista acapulqueño JUÁREZ CISNEROS, exmandatario estatal que vivió muy de cerca el advenimiento de la alternancia. Conoce de derrotas.
Gobernó entre el año cinco de ZEDILLO (1999) y el quinto de VICENTE FOX (2005).
También ha sido alcalde de Acapulco (1990-93), diputado federal (1994-97) y senador de primera minoría (2012), de donde salió en 2016 para convertirse en Subsecretario de Gobernación.
Gente identificada con el hidalguense extitular de SEGOB y hasta hace poco presidenciable MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG.
El arribo de JUÁREZ permite augurar, de entrada, una mayor disciplina organizativa, seriedad discursiva y una gestión rigurosa, orientada a resultados. Es hombre que prefiere los hechos a las palabras.
Su problema es que llega tarde, con un partido desvencijado por la frivolidad de OCHOA REZA y desprestigiado por las corruptelas de no pocos exgobernadores.
Amén de un candidato débil como TOÑO MEADE y un presidente PEÑA en el más bajo nivel de aceptación en muchos lustros.
El humor de las redes dice que el nuevo mandamás tricolor tiene cara de enterrador, encargado de pompas fúnebres. Y pronostican que aterriza para administrar la derrota.
Ello, como parte de un control adelantado de daños, destinado a mantener la cohesión de sus filas, más allá de julio próximo, para lo que venga, regular, malo o peor.
Ingrata tarea que ya avizora el panorama postelectoral, donde las organizaciones perdedoras (las que sean) vivirán algo parecido a la noche más oscura del alma.
Etapa negra de reajustes y acomodos donde estará en duda su viabilidad como partidos.

DOS TAMAULIPECOS
Mención aparte merece los cuatro nombramientos anunciados por el nuevo mandamás del PRI, como parte de la urgente reestructuración anunciada tras el “golpe de timón” asestado en las oficinas principales de Insurgentes Norte.
Estrenan cartera dos secretarios generales adjuntos y dos subsecretarios de operación política.
En cuanto a los primeros, se trata del exgobernador tamaulipeco MANUEL CAVAZOS LERMA y el exdiputado sonorense ENCARNACIÓN ALFARO. Dos norteños, oriente y poniente.
En referencia a los subsecretarios, fueron nombrados el neolaredense RAMIRO RAMOS, exdiputado local y expresidente del Congreso en la pasada legislatura, así como ENRIQUE MARTINI, oriundo de Taxco, Guerrero, donde ya fue alcalde, diputado federal y líder estatal de su partido.
Respecto a CAVAZOS LERMA, por razones obvias son mejor conocidos sus méritos y deméritos. Dos veces diputado federal, tres veces senador, alguna vez oficial mayor de SEGOB, no goza de muchas simpatías entre el ciudadano promedio, la gente de la calle.
Entre otras razones por su carácter agrio, eternamente a la defensiva, desconfiado.
Y también por las extravagancias de corte ocultista que rebasaron el ámbito de lo privado para convertirse en estilo de gobierno.
Desplantes, frases, poses, cursos pagados desde el erario, donde el gabinete en pleno practicaba mantras y técnicas respiratorias de manera obligada.
Se recuerda también su cuestionado gusto por alternar y bailar con jovencitas, algunas de ellas menores de edad, que le salían al paso en las comunidades ejidales.
Fuera de ello, en el plano profesional, CAVAZOS se ha distinguido como un disciplinado, discreto y eficaz operador político. Es por ello que se mantiene vigente, a 20 años de haber concluido su régimen.

CIUDAD ENFERMA
Y, bueno, en esta capital, todavía no empiezan las campañas municipales y candidatos de distintos partidos parecen coincidir en el diagnóstico de que Ciudad Victoria está enferma.
Magros resultados en materia de servicios públicos, dineros que se orientan en caprichos ornamentales cuando las colonias carecen de lo indispensable.
Para sacarla de su marasmo le harían falta cuidados intensivos (dicen). La auscultación y el diagnóstico, rubro por rubro, el tratamiento adecuado en cada sector.
De lo cuál se hace eco el regidor del PVEM FERNANDO ARIZPE GARCÍA en charla con los medios cuando declaró “reprobado” al actual gobierno municipal.
Y lo hizo con argumentos como de que “dicen que hacen cosas y no se hacen”, o bien “hacen una cosita y la ponderan como si fuera mucho”.
Comparada con otras capitales de la República, explica el médico ARIZPE, Victoria estaría entre las últimas, “en desarrollo y en seguridad”,
Demandó además terminar con simulaciones en la administración local y exhortó al alcalde OSCAR ALMARAZ para que solicite licencia definitiva del cargo y deje de usar recursos públicos en su ambición releccionista.
Tiempos plurales, sin duda, los que hoy vivimos.