miércoles, 16 de mayo de 2018

Oscar y Xico, la pugna


Cd. Victoria, Tam. – Las comparaciones son inevitables, se diría que indispensables. Dos mítines, dos arranques de campaña, sendas estrategias de reclutamiento electoral y posicionamiento en los medios.
A media semana, la comidilla del día. Quién juntó más gente, medido longitudinalmente, en cuadras, ¿Tres ALMARAZ, dos y media XICO?...
Y también a quien le fue mejor en su comparecencia con los chavos de ULSA, ¿cuestionado ALMARAZ, exitoso XICO?
Más todavía, con qué alianzas cuenta cada cual, su respectivo arsenal político conformado por financieros, operadores, “influencers”, gurús, sombras del pasado en vías de rehabilitación. Fantasmas.
A quién apoyan quienes y desde donde, dentro y fuera del estado.
El esperado choque de trenes está en marcha. En días previos, una frase recorría redes y medios anunciando el diagnóstico: “Victoria está enferma”, insistían, preparando el camino al arribo inminente del auxilio médico.
Y el galeno llegó, puntual a la cita, ahondando el peritaje. La capital, dijo el doctor GONZÁLEZ URESTI, se encuentra en “cuidados intensivos”. Ora pues.
Corre y se va corriendo. La audacia de XICOTÉNCATL contra la experiencia de OSCAR. La carta del gobernador CABEZA DE VACA, versus el último reducto del geñismo.
Tocayos por segundo nombre, FRANCISCO JAVIER versus EUGENIO JAVIER.
Lo que queda de aquel famoso y multicitado “Corazón de Tamaulipas”, cuyo personero hoy se debate entre afrontar la extradición o sortear únicamente la acusación local.
El expediente sureño, altamirense, que por ahora lo retiene en Tamatán. Aunque el fin de mes habrá noticias, vendrán definiciones.
Dictámenes de la justicia que podrían abonar elementos de color a la competencia, en cualquier dirección.
Para los seguidores de OSCAR está claro. Saben que en este proceso se juegan la supervivencia política de su líder. La derrota sería fatal, el triunfo oxígeno puro.
Aquel viejo sueño de competir por la gubernatura, acariciado desde que fue titular estatal de Finanzas y se enamoró perdidamente de la silla, a fuerza de verla tan cerca.
Tras contemplarla largamente, creyó tenerla a la mano el día que murió RODOLFO. Encontró entonces oportuna ayuda para que columnistas nacionales incluyeran su nombre como prospecto firme a la candidatura relevista.
No faltaron gacetilleros que lo dieran por un hecho, era el bueno, el único. Su nombre se catapultó a la prensa chilanga. Lo proyectaron.
Aunque después el fiel de la balanza apuntaría en otra dirección y el señor extesorero hubo de conformarse con su curul local.
Atrás los fielders, pecho a tierra. Guardaría para más adelante su sonrisa del millón de dólares.
Pensamiento esencialmente aritmético el suyo. Suma, resta y divide, pero (sobre todo) multiplica, eleva al cuadrado al cubo, a la enésima potencia, con aquellas cualidades de Rey Midas que (de sobra) lo distinguen.
Perfil idóneo para las dos cosas que mejor sabe hacer: dinero y votos.
El doctor XICO, en cambio, viene de un lapso corto en la dirección del Hospital General, el ejercicio privado de la medicina y un intento fallido tras la misma presidencia en 2016, entonces como independiente.
Conoce el camino, aunque nunca lo ha vivido con la presión ni el compromiso que significa el ser candidato del partido gobernante. Lo está sintiendo ahora, por primera vez.
La alta responsabilidad de sacar adelante una elección compleja, en la que finca grandes esperanzas el propio gobernador CABEZA DE VACA.
Y deberá lograrlo, además, frente a un contrincante de mucho peso. En el sentido político, claro, aunque también literal (masa, volumen), incluso económico.
Sabe bien XICOTÉNCATL que OSCAR defenderá con todas sus fuerzas la corona, tiene a mano el presupuesto municipal, así como una bien entrenada oficina de comunicación social. A la vieja usanza, la antigua escuela que no ha perdido eficacia ni “punch”.
Y también compromisos con los medios que datan formalmente de 2016, pero que podríamos rastrear varios años atrás, desde aquella siembra de favores que (hombre previsor) emprendió, con paciencia de tejedor, desde Finanzas, durante la administración geñista.
El alcalde con licencia tiene rato operando en colonias y comunidades rurales. Las conoce bien, de manera personal trata a sus líderes. Aunque quizás por ello (porque lo identifican y recuerdan sus promesas) enfrenta también reclamos.
No hay agua, la inseguridad sigue en alza, los servicios públicos están del carajo…
Caso contrario, al médico neopanista le ayuda la ventaja de no haber gobernado todavía. Cualquier tema resulta abordable, bienvenido el diagnóstico crítico, sobre el rubro que fuere. Escriba ahí secretario.
Hoy la novedad se impone. Ninguna problemática le es ajena. Todo sirve, ayuda, nutre el diagnóstico, aporta argumentos a la campaña, cargas de artillería. Eso que llaman antipropaganda.
Por ello, al sonar la campana, el retador se levanta primero de su silla, a toda prisa camina hacia el centro del encordado, inflama el pecho, alza los hombros, amaciza la guardia, lista la metralla para el jab, el gancho, el uppercut.
En el bando opuesto, defender el cetro es razón que obliga a la mesura, más conservador su trote por el ring, más prudente, se atiene a la técnica, el colmillo que dan los años.
Justo es señalarlo, la reelección asoma como experiencia nueva para el votante mexicano, tamaulipeco, victorense. También las variables que aporta dicha modalidad al diseño de escenarios en todas las trincheras.
Distintos los tiempos, cuando los alcaldes volvían después de una década o con intervalo de dos o tres trienios. El recuerdo colectivo operaba a su favor.
Los candidatos podían acogerse a las dulzuras de la nostalgia, en el entendido de que la memoria popular es selectiva y suele acordarse más de lo bueno.
Había justificaciones de sobra. Después de todo no fue tan ratero. Sí robó, pero repartió. Es cabrón, pero buena persona.
Operaba en ello la coartada falaz de que todo tiempo pasado fue mejor y detallitos así. Ese perdón engañoso que solo los años conceden.
Ahora será diferente. Con la reforma jurídica que estrenamos el próximo julio, la postulación para un periodo inmediato obliga a valorar el momento actual. No hay lugar para la nostalgia, la distorsión. El reclamo es en tiempo real.
Y mire usted que luce amplia la lista de puntos vulnerables, ahí donde no cumplió, acá donde la gente piense que no trabajó lo suficiente, allá donde dijo hacer y no hizo.
Severo el juicio en las verdades a medias y en las mentiras flagrantes. Gastos que solo aparecen en el papel y quien sabe a dónde se fueron. De todo ello podrán ocuparse redes y medios.
Tela hay de donde cortar.