Cd.
Victoria, Tam. – Pecan de ingenuos
los especuladores de redes y medios cuando imaginan que la estrategia del “voto
útil” incluye la renuncia formal de algún candidato y el endoso abierto de sus
activos políticos en favor de otro, en la añeja tarea de unir fuerzas contra AMLO.
Por
citar los dos procesos más recientes, ni ROBERTO MADRAZO necesitó abdicar para
que sus operadores canalizaran el sufragio hacia FELIPE CALDERÓN en 2006, ni
JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA abandonó su candidatura para que transfundieran sus votos
a ENRIQUE PEÑA NIETO en 2012.
Todo
se manejó en el reino de los valores entendidos. En 2006, los gobernadores
priístas (empresarios, en su mayoría) operaron de manera implacable para hacer
ganar a FELIPE.
Seis
años después, el propio CALDERÓN les pagó el favor abandonando a VÁZQUEZ MOTA
para catapultar a PEÑA. La meta era idéntica: abortar el ascenso del señor LÓPEZ.
Por
lo mismo, se antoja infantil el que hoy discutan y crucen apuestas sobre quien
deberá renunciar, entre ANAYA y MEADE. La respuesta es ninguno.
Y
no es necesario en un país como México, donde la especialidad de la casa son
los acuerdos en lo oscurito, la simulación, la administración dosificada de las
apariencias, mientras atrás de la cortina se escribe la verdadera historia.
Más
claro aún, la ruta crítica que suele unificar fuerzas en torno a un candidato,
se ubica en la poderosa instancia de los mandatarios regionales. Desde luego,
las cúpulas nacionales participan como negociadoras, pero la ejecución del plan
es asunto de gobernadores.
DEFINIR FUNCIONES
Y
queda claro que en estos pactos hay víctimas y verdugos. Los primeros resultan
desfondados (ROBERTO, JOSEFINA) para que (a sus expensas) engorden los segundos
(FELIPE, ENRIQUE).
En
el presente 2018, parece obvio que el rival más débil es PEPE TOÑO MEADE, aun
siendo el aspirante mejor preparado y con una envidiable experiencia administrativa.
Su
perfil emocional no le ayuda. A un país que arde, hierve en problemas, nada le
dice esta presencia lánguida, de rostro fantasmal. Tibieza tecnocrática, peor
que la de ZEDILLO y LABASTIDA (que ya es bastante decir).
Amén
de que arrastra el pesado lastre de una marca partidista (el PRI) hundida en el
desprestigio, tras los reiterados escándalos de corrupción.
Y
también las pifias de PEÑA, el alto índice de criminalidad, sus promesas
incumplidas de acabar con los gasolinazos y bajar las cuotas de electricidad,
entre tantas.
Ciertamente,
RICARDO ANAYA no llegó limpio a la candidatura, su ascenso y permanencia en la
dirigencia albiazul le costó la acusación de haber traicionado a su antiguo
protector GUSTAVO MADERO.
Luego
vino su choque con la pareja CALDERÓN-ZAVALA, quienes le recriminaron el uso de
los espots partidistas en su beneficio personal y el haberse adjudicado la
nominación presidencial sin competencia alguna.
Razón
por la cual MARGARITA renunció a su militancia panista el año pasado y ahora
compite como independiente.
Para
colmo, de tiempo en tiempo surgen acusaciones que pretenden vincular a RICARDO
con expedientes de corrupción, a lo que ANAYA suele responder puntual, haciendo
los deslindes necesarios. Pero solo logra alejar temporalmente el problema. El fantasma
vuelve.
LOS NÚMEROS
Resulta,
sin embargo, muy interesante que, pese a todos los reclamos, el abanderado
panista se encuentre (con mucho) mejor posicionado que el otro referente de centro
derecha, PEPE TOÑO MEADE.
Acusaciones
van y campañas negras vienen, pero RICARDO ANAYA se sostiene sin problemas en
el segundo lugar, con una cómoda ventaja sobre MEADE y bastante más arriba de
MARGARITA ZAVALA y JAIME RODRÍGUEZ, el Bronco.
Cabría
recordar como andan los punteros en tres encuestas recientes, difundidas al
cerrar abril:
(1)
Según BLOOMBERG, en las intenciones del voto, ANAYA tendría el 27.9% y MEADE
18.6%, con una ventaja del primero sobre el segundo de 9.3%. En dicho estudio, AMLO
andaría en 46.6%.
(2)
De acuerdo a BERUMEN, ANAYA tiene 27.3%, contra 16.6% de MEADE. La ventaja acá es
de 10.7%. En esta valoración, AMLO registra 50.8%.
(3)
MASSIVE CALLER, por su parte, informa que ANAYA se ubica en 28.70% y MEADE un
12.25%. La diferencia sería de 16.45%. Aquí, AMLO aparece con 38.15%, su estimación
más baja en los tres estudios citados.
Con
tales números a la vista, resulta obvio que el único competidor capaz de
enfrentar a la aplanadora de ANDRÉS MANUEL es RICARDO, caiga bien o caiga mal, guste
o disguste.
El
fracaso de PEPE TOÑO es por demás evidente. Estamos hablando de 9.3% abajo del
segundo lugar en BLOOMBERG, 10.7% de rezago en BERUMEN y un escandaloso 16.45% de
desventaja en MASSIVE CALLER.
CONTRAPRODUCENTE
Se
antoja absurdo, entonces, que los propagandistas del PRI propongan a su
candidato MEADE como el eventual beneficiario del voto útil. Ni soñando, salvo
que VICENTE FOX tenga a bien compartirles alguna dosis de su medicina herbolaria.
Y
así como el voto del PRI anti-AMLO reforzó a CALDERÓN en 2006 y el voto del PAN
anti-AMLO se movió hacia PEÑA NIETO en 2012, la única opción viable para el
citado voto útil en 2018 es ANAYA.
Si
declinan MARGARITA o JAIME será otro cantar. Lo pueden hacer, tomando en cuenta
que son independientes y no tienen tras de sí compromisos o responsabilidades
de índole partidista.
Pero
ni MEADE ni ANAYA pueden renunciar de manera formal a sus respectivas
candidaturas. Entre otras razones porque (1) defraudarían a los partidos que
los postularon, provocando (2) un efecto contrario, la diáspora de sus bases
hacia el obradorismo, amen de (3) una colosal crisis interna, en caso de
derrota. Una quiebra, acaso, terminal.
LOS GUIÑOS
Hay
incluso intercambio de mensajes entre dos excompañeros de partido y hoy enemigos
jurados como RICARDO y MARGARITA, en ocasión de sus respectivas visitas al Tecnológico
de Monterrey, la semana pasada.
El
jueves 26 de abril, ANAYA declaró, a pregunta expresa que, de no ser candidato
presidencial, votaría por MARGARITA ZAVALA, pues ella sería abanderada del PAN.
“Por supuesto que yo la habría apoyado”, dijo.
Luego
resulta que, al día siguiente, viernes 27, en el mismo auditorio “LUIS ELIZONDO”,
los estudiantes del ITESM hicieron la misma pregunta a MARGARITA y respondió en
términos semejantes:
-"Si
RICARDO fuera candidato del PAN, probablemente hubiera votado por él."
Para
añadir que ANAYA:
-"Es
un hombre muy listo, es talentoso, está muy bien, es estructurado, y es un buen
polemista, lo acabamos de ver, articula muy bien.”
Aunque
luego dijo que no pensaba declinar, entre otras razones, porque “solo llevamos
la tercera parte de un proceso electoral, en donde mi primer espot salió el 5
de abril.”
Parecen
señales de humo, en efecto, el temor los une, veremos en qué acaban.