Cd.
Victoria.- Es nota el debate sabatino, primero en
la historia tamaulipeca, cuyo montaje no logró rebasar el nivel experimental.
Se diría que acusó deficiencias claras acaso
útiles para autoridades y partidos si asumen con franqueza suficiente que aún
tienen bastante por aprender.
Señalo seis:
El encuentro, por principio, fue (1) tardío
en su planeación, aunque también (2) ortodoxo en cuanto a diseño, (3) disperso
en su formulación, (4) con un disparejo nivel propositivo, (5) virulencia
innecesaria en sus contenidos y (6) limitado en su difusión.
Va el desglose:
(1) Por principio los trabajos preparatorios
empezaron tarde. Se organizó a contrarreloj porque apenas dos sábados atrás, el
9 de abril, había tomado posesión la Comisión Especial de Debates del IETAM conformada
por TANIA CONTRERAS (Presidenta), FRIDA GÓMEZ, NOHEMÍ ARGÜELLO, ÁNGELES
QUINTERO y ÓSCAR BECERRA.
Distinto pudo ser el resultado de cultivar
el modelo con mayor anticipación y estudiar los distintos formatos que hoy se
instrumentan en las democracias del mundo, incluyendo la mexicana.
(2) Acaso por dicha premura de tiempo se
optó por un modelo demasiado conservador. Un rol inicial de intervenciones
marcado en 2 minutos y medio cada una, roles de réplica y contrarréplica de un
minuto en cada tema.
El primero sobre Seguridad, Justicia y
Derechos Humanos, el segundo sobre Desarrollo Social. A lo que luego se
añadiría un rol final de conclusiones de un minuto a cada participante.
Un solo moderador (el conductor televisivo FRUCTUOSO
SAENZ) cuya parquedad tiene una explicación clara.
Debía atenerse a la regla de presentar tan
solo a los ponentes, sin facultad alguna para interactuar con ellos o (menos)
permitir la réplica inmediata ante alusiones personales acostumbrada en otros
ámbitos.
Ciertamente, algunos formatos permiten que los
candidatos sean cuestionados de manera adicional por un panel de especialistas con
preguntas específicas a uno o varios aspirantes.
Nada de eso ocurrió este sábado porque el
diseño del IETAM estableció tiempos fijos y un orden, por igual, inamovible.
(3) A esto se agregó el alto número de
participantes (ocho) que sumado a la rigidez antes dicha, prácticamente
imposibilitó el contraste cercano entre posturas antagónicas.
Por citar un ejemplo, para que el
independiente FRANCISCO CHAVIRA contestara a las imputaciones del perredista
JORGE VALDEZ hubo que esperar cinco turnos.
El mismo número de intervenciones que
BALTAZAR aguardó antes de revirar los señalamientos de CABEZA.
Ello dificultó al auditorio el valioso
ejercicio de comparar argumentos. La temática se disparaba en distintas
direcciones antes de que un candidato aludido pudiera regresar el golpe.
(4) En cuanto a la irregularidad de las
propuestas, la impresión es que (salvo honrosas excepciones) los equipos de
campaña diseñaron el trabajo expositivo en función de propósitos generales, sin
detenerse en metas específicas.
En políticas públicas, a la gente no le
basta el “qué”, quiere saber además el “cómo”. Los grandes ideales en
seguridad, justicia, educación o bienestar social resultan insuficientes si no
se detallas las rutas que piensan seguir para cristalizar la
promesa enunciada.
(5) Y, bueno, acaso los cuatro incisos
anteriores expliquen por qué varios candidatos privilegiaron la estridencia y
el ataque personal sobre la formulación de planes y programas de gobierno.
Abordar esto al detalle será tema de mi siguiente columna.
(6) Finalmente, resulta lamentable el que
se haya elegido la red Internet como única vía para difundir el encuentro. De
nueva cuenta caemos en la falta de previsión. ¿Y los tiempos oficiales de la
televisión abierta?