lunes, 25 de abril de 2016

Virulencia y dispersión

Cd. Victoria.- Es nota el debate sabatino, primero en la historia tamaulipeca, cuyo montaje no logró rebasar el nivel experimental.
Se diría que acusó deficiencias claras acaso útiles para autoridades y partidos si asumen con franqueza suficiente que aún tienen bastante por aprender.
Señalo seis:
El encuentro, por principio, fue (1) tardío en su planeación, aunque también (2) ortodoxo en cuanto a diseño, (3) disperso en su formulación, (4) con un disparejo nivel propositivo, (5) virulencia innecesaria en sus contenidos y (6) limitado en su difusión.
Va el desglose:
(1) Por principio los trabajos preparatorios empezaron tarde. Se organizó a contrarreloj porque apenas dos sábados atrás, el 9 de abril, había tomado posesión la Comisión Especial de Debates del IETAM conformada por TANIA CONTRERAS (Presidenta), FRIDA GÓMEZ, NOHEMÍ ARGÜELLO, ÁNGELES QUINTERO y ÓSCAR BECERRA.
Distinto pudo ser el resultado de cultivar el modelo con mayor anticipación y estudiar los distintos formatos que hoy se instrumentan en las democracias del mundo, incluyendo la mexicana.
(2) Acaso por dicha premura de tiempo se optó por un modelo demasiado conservador. Un rol inicial de intervenciones marcado en 2 minutos y medio cada una, roles de réplica y contrarréplica de un minuto en cada tema.
El primero sobre Seguridad, Justicia y Derechos Humanos, el segundo sobre Desarrollo Social. A lo que luego se añadiría un rol final de conclusiones de un minuto a cada participante.
Un solo moderador (el conductor televisivo FRUCTUOSO SAENZ) cuya parquedad tiene una explicación clara.
Debía atenerse a la regla de presentar tan solo a los ponentes, sin facultad alguna para interactuar con ellos o (menos) permitir la réplica inmediata ante alusiones personales acostumbrada en otros ámbitos.
Ciertamente, algunos formatos permiten que los candidatos sean cuestionados de manera adicional por un panel de especialistas con preguntas específicas a uno o varios aspirantes.
Nada de eso ocurrió este sábado porque el diseño del IETAM estableció tiempos fijos y un orden, por igual, inamovible.
(3) A esto se agregó el alto número de participantes (ocho) que sumado a la rigidez antes dicha, prácticamente imposibilitó el contraste cercano entre posturas antagónicas.
Por citar un ejemplo, para que el independiente FRANCISCO CHAVIRA contestara a las imputaciones del perredista JORGE VALDEZ hubo que esperar cinco turnos.
El mismo número de intervenciones que BALTAZAR aguardó antes de revirar los señalamientos de CABEZA.
Ello dificultó al auditorio el valioso ejercicio de comparar argumentos. La temática se disparaba en distintas direcciones antes de que un candidato aludido pudiera regresar el golpe.
(4) En cuanto a la irregularidad de las propuestas, la impresión es que (salvo honrosas excepciones) los equipos de campaña diseñaron el trabajo expositivo en función de propósitos generales, sin detenerse en metas específicas.
En políticas públicas, a la gente no le basta el “qué”, quiere saber además el “cómo”. Los grandes ideales en seguridad, justicia, educación o bienestar social resultan insuficientes si no se detallas las rutas que piensan seguir para cristalizar la promesa enunciada.
(5) Y, bueno, acaso los cuatro incisos anteriores expliquen por qué varios candidatos privilegiaron la estridencia y el ataque personal sobre la formulación de planes y programas de gobierno. Abordar esto al detalle será tema de mi siguiente columna.
(6) Finalmente, resulta lamentable el que se haya elegido la red Internet como única vía para difundir el encuentro. De nueva cuenta caemos en la falta de previsión. ¿Y los tiempos oficiales de la televisión abierta?