Cd.
Victoria.- Propuesta relevante del abanderado tricolor
BALTAZAR HINOJOSA en el primer debate, la creación de una fiscalía estatal que
reemplace y absorba las funciones de la Procuraduría y la Secretaría de Seguridad.
Al abordar el tema de seguridad, justicia y
derechos humanos, el matamorense señalaría, como punto de partida, el fracaso
de la guerra calderonista, sus 100 mil muertos y 30 mil desaparecidos.
Estrategia equivocada, “cara y bastante
mala”, dijo, que nunca resolvió el problema. Batalla perdida.
De aquí se desprenden los ejes de su
programa destinados a otorgar a las familias certidumbre y confianza.
Mesas de participación ciudadana, la ya
citada creación de la fiscalía general, las policías de proximidad o cercanía
para prevenir delitos del fuero común (respetando el esquema de mando único,
aclara), un sistema de videovigilancia carretera en todo el Estado y nuevas
unidades antisecuestro.
DIFICIL
TRÁNSITO
Hombre de hablar pausado, el candidato de
MORENA HECTOR GARZA había señalado antes su preocupación por lo que califica
como “un mar de violencia, caos y muerte”, señalando a Victoria y Nuevo Laredo
como localidades donde la criminalidad alcanza relevancia mundial.
Aunque no dijo como resolverlo y se limitó
a proponer una persona capaz para el cargo de Procuraduría, garantizar su apoyo
al nuevo esquema de juicios orales y abrir un dialogo ciudadano para replantear
los esquemas de justicia.
La inseguridad caminera fue también
preocupación de ABDÍES PINEDA, el candidato del PES, al cuestionar que los
tamaulipecos deban moverse en caravana, protegidos por fuerzas policiales para transitar
el estado.
Monótono en su lectura, la mirada fija en
el papel, criticaría también que “más de tres mil ranchos” en toda la entidad
fueran abandonados por sus dueños ante el acoso delictivo, lamentando el efecto
que ello tiene en la baja producción ganadera.
RARA
AVIS
En cuanto al independiente FRANCISCO
CHAVIRA fue quizás el más preocupado por fincar su identidad en contraposición
a todos sus contendientes. Se asume distinto por no tener partido y de aquí
deduce ser el mejor.
Idea recurrente en todas sus
intervenciones, esa condición sui géneris que le otorga (dice) una superioridad
moral.
De todo culpa CHAVIRA a los partidos, desde
la inseguridad y la corrupción, hasta la guerra de lodo en el debate, aduciendo
en un tono molesto, que “agarran dinero cochino, agarran dinero con sangre,
dinero producto del secuestro y la extorsión”.
Lo cuál explicaría, desde su punto de
vista, la impunidad que toleran ya siendo gobierno. Diagnóstico fácil de
entender, pegajoso pero maniqueo.
Como si el pertenecer o ser postulado por
un partido fuese (por sí mismo) un lastre, acaso un pecado original.
IDEAS
FIJAS
También CHAVIRA habla de carreteras y, con
apoyo de un mapa, propone centros de mando y vigilancia cada 150 kilómetros
porque (recalca, mirando a sus vecinos) “estos señores no saben de eso” (apunta
con el dedo) porque “andan en aviones privados.”
A lo largo del debate, una y otra vez habrá
de argumentar que “durante 87 años” los partidos han fallado en las tareas de
gobierno.
Habremos de escuchar ese numerito muchas
veces. Por aritmética simple (2016 menos 87) su referencia es 1929, el año
fundacional del PNR (Partido Nacional
Revolucionario) abuelo del PRI.
A manera de reflexión, llevando la idea
hasta sus últimas consecuencias, si en dicho umbral (según CHAVIRA) se
encuentra el origen de todos nuestros males, cuesta trabajo imaginar que clase
de nación habrían podido construir los mexicanos disputándose el poder entre
puros independientes.
Utopía oscura (distopía, antitopía) basada
en el individualismo extremo, tan caótica en su concepción como imposible en la
práctica.