viernes, 6 de julio de 2012

38, 31, 25



Cd. Victoria, Tam.- Al momento de escribir estas líneas, el cómputo por distrito relativo a la urna presidencial estaba por concluir con el 98% de votos contabilizados.
Este conteo distrital nos indica que ENRIQUE PEÑA NIETO iría adelante con 38.23% de los votos, mientras ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR registraría el 31.54% de los sufragios y JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA tendría el 25.44%.
Necesario es subrayar que estas cuentas se parecen mucho a las que ofreció el PREP entre domingo y lunes, mismas que (con el 98.95% de su universo computado) arrojaban un 38.15% para PEÑA NIETO, con 31.64% de AMLO y 25.40% de JOSEFINA.
La nota se antoja propicia para una comparación con los dos procesos anteriores:
Hace 12 años, el abanderado del PAN VICENTE FOX QUESADA (VFQ) logró el 42.52% de los votos, contra 36.11% del priísta FRANCISCO LABASTIDA OCHOA (FLO) y un triste 16.64% de CUAUHTEMOC CÁRDENAS SOLÓRZANO (CCS).
Hace 6 años, el panista FELIPE CALDERÓN HINOJOSA (FCH) terminó arriba con 35.89%, seguido por el representante de las izquierdas ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR (AMLO) con 35.33% y del priísta ROBERTO MADRAZO PINTADO (RMP) quien se quedó en un magro 22.26% de los sufragios.
Para entender la comparación de un vistazo, me permito eliminar decimales y emplear solamente números enteros, con las iniciales respectivas:
- 2000: 42, 36, 16 (VFQ, FLO y CCS).
- 2006: 35, 35, 22 (FCH, AMLO y RMP).
- 2012: 38, 31, 25 (EPN, AMLO y JVM).
De estos tres procesos, los comicios del 2000 tienen la particularidad de arrojar al ganador más alto (FOX, con 42%), al segundo lugar más alto (LABASTIDA, con 36%) y también al tercer lugar más bajo (CUAUHTEMOC, 16%).
En 2006 se apretó significativamente la competencia entre el primero y el segundo (FELIPE y ANDRES MANUEL) mientras levantaba el tercero (ROBERTO).
Pues bien, para el presente 2012, ni el primero resultó tan alto, ni el segundo tan cercano ni el tercero se ubica demasiado abajo.
La novedad en los comicios del domingo pasado es que el partido gobernante haya bajado al tercer lugar, situación que no ocurrió en 2000 (LABASTIDA fue segundo) ni mucho menos en 2006, cuando ganó el mismo PAN.
Renglón aparte merece el preguntarnos hacia donde va la lucha postelectoral de las izquierdas inconformes con el resultado actual, acaudilladas de nuevo por LÓPEZ OBRADOR.
Evidentemente, el automovilista capitalino vería con preocupación que se reeditara el escenario del 2006, cuando la emblemática avenida Paseo de la Reforma fue paralizada por un largo plantón de protesta.
Rebeldía estacionaria que, a la postre, en nada sirvió pues FELIPE CALDERÓN de cualquier manera asumió el mando el primero de diciembre.
Quiero pensar (soy optimista) que en este 2012 la catarsis colectiva no será un espejo del 2006. Pienso que tenderá a parecerse más a la de 1988, cuando el ingeniero CUAUHTEMOC CÁRDENAS encabezó la movilización popular contra lo que consideró una imposición fraudulenta de su adversario CARLOS SALINAS.
Ocurrió entonces que al paso de las semanas, CÁRDENAS fue encausando dicha energía social de manera constructiva, hacia la edificación de un nuevo partido capaz de aglutinar a las fuerzas coaligadas bajo el Frente Democrático Nacional (FDN) que lo postularon en aquel 1988. Así nació el PRD.
En 2006, en cambio, la lucha se significó por su estridencia improductiva. Las cinco décimas que separaban a FCH de AMLO fueron factor crucial para que la protesta se alargase con la esperanza de revertir resultados.
Hoy, en cambio, la delantera de EPN supera los seis puntos, amen de que el sector moderado del actual PRD (léase MARCELO EBRARD y MANUEL CAMACHO) está esperando a que se aquiete la tolvanera para lanzar el nuevo proyecto de fusión y refundación de la izquierda, englobado en el Partido del Frente Amplio Progresista (FRAP).
Como en 1988, la agenda constructiva y reorganizativa pudiera eventualmente convertirse en motivo central para aquietar los demonios. Al menos eso quisiéramos, otro 88 en vez de un nuevo 2006.