Cd.
Victoria, Tam. La propuesta formal de
crear una zona libre en los 3 mil 185 kilómetros de frontera norte tiene por
antecedente más notorio el discurso ofrecido por AMLO durante su gira por El
Paso, Texas, el 6 de marzo de 2017.
Localidad de resonancia histórica para
un político memorioso como LÓPEZ OBRADOR, por haber sido refugio sucesivo de dos
presidentes que el tabasqueño admira, JUÁREZ y MADERO.
En dicha visita habló ANDRÉS MANUEL ante
una comunidad méxico-texana muy receptiva, sin duda atribulada por la fobia
antimigratoria de la (entonces recién estrenada) administración estadounidense.
Apenas 45 días antes, el 20 de enero de 2017, había asumido la presidencia
DONALD TRUMP.
El aspirante de MORENA venía de visitar
Los Ángeles y Phoenix: Sus siguientes escalas serían Washington y Nueva York.
Pero fue en El Paso donde se abrió de
capa, desgranó la mazorca y explicó su proyecto binacional. La zona franca con
propuestas específicas como los estímulos fiscales a la inversión productiva, la
reducción a los precios de energéticos y combustibles, así como el incremento salarial
a los trabajadores.
Con su estilo característico de explicar
con imágenes, dijo además que “se recorrerán las aduanas mexicanas hacia el
sur, de 20 a 100 kilómetros de la línea divisoria.”
Y precisó desde entonces sus planes de
reducir el ISR al 20% y el IVA a un 8% en promedio, la mitad de lo que se cobra
hoy.
Bajaría igualmente el Impuesto Especial
sobre Producción y Servicios (IEPS) para establecer tarifas y precios iguales a
los de Estados Unidos en gasolinas, diésel y energía eléctrica.
Posteriormente, a lo largo de 2017 y ya
en su campaña de 2018, ANDRÉS MANUEL va a visitar muchas veces las ciudades
fronterizas, de punta a punta, de Tijuana a Matamoros, abundando en el mismo pronunciamiento.
Ofreciendo detalles.
Simpatizantes y seguidores de MORENA en
Tamaulipas recordarán sus cierres como candidato en Reynosa y Ciudad Victoria,
en junio de 2018.
No es con muros ni con el uso de la
fuerza como se resuelven los problemas sociales, dijo, al reiterar sus planteamientos
formulados desde aquel discurso en El Paso.
La zona franca como detonador del
desarrollo, que arraigue en su país a quienes hoy son migrantes. Respuesta
cabal a la intolerancia de TRUMP y la extrema derecha xenófoba, racista.
INTERÉS
GENERAL
Desde luego, en plena contienda
presidencial, la propuesta despertaría interés en las entidades norteñas y, de
manera muy concreta, la legislatura local de Tamaulipas empezaría a trabajar en
un punto de acuerdo propuesto por la mayoría panista para impulsar la reducción
del IVA en la franja fronteriza.
Pero había un pequeño problema. Nos
encontrábamos en la primera mitad del 2018, todo el país andaba en campaña y,
acaso por ello, las diversas facciones del Congreso tamaulipeco acordaron aplazar
dicho tema para evitar que fuera visto como un asunto planteado con propósitos
electorales.
Ya en el presente otoño, una vez
concluido el proceso eleccionario, la legislatura local retomaría el proyecto
elaborado inicialmente por la bancada del PAN, pero con añadidos del partido
tricolor que le otorgarían una dimensión más amplia, involucrando a toda la
geografía estatal.
Esto significa que la iniciativa
tamaulipeca pasa del recorte al IVA de la bancada panista, para incorporar un
conjunto de modificaciones que (de aprobarse) convertirían a toda la geografía
estatal en zona libre, de Nuevo Laredo a Tampico, por citar dos puntos extremos
de la entidad.
Lo cual va compilado en el documento del
matamorense RAFAEL GONZÁLEZ BENAVIDES, quien lanza el exhorto al poder
legislativo federal para incluir la totalidad del territorio tamaulipeco en la
multicitada zona franca.
Ello, en el entendido de que dichas
condiciones ya comprenden a las entidades federativas de las dos Baja
Californias y Quintana Roo.
Se argumenta al respecto que “Tamaulipas
hace una amplia aportación a la hacienda pública a través del IVA, diversos
aranceles y derechos, por su geografía, tanto en la frontera como en los
puertos de Tampico y Altamira.”
Y, bueno, de varios gobiernos y décadas
atrás, la queja recurrente de las autoridades estatales es que nuestro estado
aporta a la federación bastantes más recursos de los que (pobremente) nos
regresa.
El reclamo observa, pues, una base
histórica real, más allá de partidos y doctrinas. Posee todos los visos de una vigorosa
bandera común en la que podrían estar involucrados todos los partidos, en
defensa de la economía tamaulipeca.
Sin importar de quién fuera la autoría
de este proyecto, el propio gobernador FRANCISCO JAVIER, los senadores AMÉRICO,
LUPITA, ISMAEL, los 43 alcaldes, toda la diputación local y federal, podrían
hacer suya esta causa.
Ello, con la absoluta tranquilidad de
que el beneficiario tiene un solo nombre: Tamaulipas.