Cd.
Victoria, Tam. Ruego al lector que
lea y escoja la interpretación más cercana al siguiente apunte, relativo al
estado de ánimo que hoy guardan nuestras instituciones republicanas. Mire usted…
En los primeros días de la Cuarta
Transformación, los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional, sus
dirigentes y representantes en cámaras, sus gobernantes regionales y municipales,
ojo…
(1) ¿Son víctimas de rudeza innecesaria,
hostilidad reiterada y trato agresivo injustificado, por parte de una nueva
mayoría de MORENA que aterriza en plan revanchista, todavía mareada por el
triunfo electoral?
(2) ¿Están probando una sopa de su
propio chocolate, tras largas décadas de bloquear, marginar, ningunear y
perseguir a las izquierdas?
Lo interesante es que ambas
observaciones no sean excluyentes. Pudieran ser complementarias, si tan solo eliminamos
los signos de interrogación y unimos ambas parrafadas con una frase que
convierta a la segunda en consecuencia de la primera, colocando, entre una y
otra, la frase: “y por dicha razón”.
Una cosa llevó a la otra, punto. La vida
es una tómbola, dice la canción, una rueda de la fortuna. O acaso más ilustrativa
resulta la idea de un péndulo. A toda acción corresponde una reacción en igual
magnitud y dirección, pero de sentido opuesto, diría la segunda ley de NEWTON.
Caben muchas interpretaciones a lo que
está pasando ahora entre las bancadas de MORENA, arriba y abajo, diputados y
senadores.
La hostilidad anti-PRIAN, ¿Es ánimo
general o asunto de unos cuantos radicales, de alma atormentada y lengua filosa,
como GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA, por citar el más actual?
PRENDIENDO
LUMBRE
Porque, oiga usted, no había siquiera
empezado las actividades dentro del legislativo nacional, cuando ya el
colimense MARIO DELGADO incendiaba la tribuna para reclamarle al PRI su magra
herencia de criminalidad y corrupción. Le tupió con todo a doña CLAUDIA RUIZ
MASSIEU.
Ello fue durante la etapa de
posicionamientos previa a la entrega oficial del informe, el sábado pasado.
Se recordará que, de finales de FOX para
acá, el documento se entrega (impreso primero, luego digitalizado) a través de
un representante en San Lázaro.
El discurso, en cambio, el mensaje
político, se genera desde un lugar aparte, hora distinta y hasta día diferente,
en aras de evitar interrupciones, interpelaciones, griterío, alboroto,
bullicio, escándalo. Dicho en forma más escueta, por razones de seguridad.
Orden y caos, hay una separación de tiempo
y espacio para acomodar cada cosa, cada etapa de este “reality show” denominado
informe.
Se concede al palacio de San Lázaro la
libertad natural para despotricar, zarandear al partido gobernante, pisotear el
guión preestablecido (si es que lo hubiera) y posar para la historia en la era
de las comunicaciones instantáneas: la foto, el audio y el video desde el
celular.
Sin embargo, las calabazas se fueron
acomodando de manera natural a partir de VICENTE FOX, para que un segundo
escenario apareciera en auxilio. Llámese Auditorio Nacional de Chapultepec o el
mismísimo Palacio Nacional.
Ese lugar tranquilo donde la entrada
está restringida (lo sabe, entre otros, NOROÑA), las reglas de etiqueta son
otras y el guión del evento se sigue al pie de la letra. Hay poco lugar para la
improvisación y margen prácticamente nulo para los actores espontáneos que abundan
en Palacio Legislativo.
Hay un tiempo para que las instituciones
contengan la respiración y otro para soltar su bocanada de aire, al ritmo
musical de sus preferencias.
TREMENDISMO
INUTIL
Si la izquierda más infantil dentro de
MORENA no desea entenderlo, se estará aparejando a los protestantes de afuera,
los irreductibles.
Los chicos y chicas de la CNTE que desde
la campaña se deslindaron claramente de AMLO y (en consecuencia) hoy se sienten
en libertad de impugnar el cambio de mandos, a mentadas de madre, desde la
barda perimetral.
Aunque uno esperaría de quienes están
adentro una mayor congruencia porque lo que digan y hagan (desde halagar a KIM JONG
UN o aplaudir a NICOLÁS MADURO) ofrece argumentos perfectos a los adversarios
de AMLO.
No se ve tampoco mucha mesura entre
estos grupos cuando observamos que, desde la plaza del Zócalo, le gritan “traidores”
a MARTI BATRES y PORFIRIO MUÑOZ LEDO.
Les molesta que no le exijan a PEÑA
presentarse personalmente a entregar su sexto informe, que lo haya dispuesto a
través de un representante, en este caso, el titular de SEGOB.
Les incomoda que los nuevos líderes
camerales de MORENA asistan a Palacio Nacional para el postrer acto público de
un mandatario saliente que tiene el mérito de haber permitido (como ningún
otro) una alternancia hacia la izquierda.
Gestos diplomáticos, de mera cortesía,
que en nada modifican el proyecto de nación que deberá encabezar LÓPEZ OBRADOR,
a partir de diciembre.
En fondo y forma, la divergencia existe
y hace necesario un llamado a la disciplina, en aras de la institucionalidad.
No debe haber demora en ello.