Cd.
Victoria, Tam. Mucho ruido en los
medios nacionales y abundantes imprecisiones acompañan a la alianza (por demás,
harto previsible) del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) con el triunfal
Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), en ambas cámaras.
En principio, necesario es decir que el
interlocutor de AMLO en dicho partido no es el “niño verde”, JORGE EMILIO
GONZÁLEZ MARTÍNEZ (aunque ahora reaparezca como diputado plurinominal) sino el
nuevo hombre fuerte de dicho partido, el hoy gobernador saliente y senador
entrante de Chiapas MANUEL VELASCO COELLO.
Tampoco es raro que el PVEM se cobije en
la sombra de un partido gobernante. Lo hizo, desde su nacimiento (1986) como
aliado del PRI durante los sexenios de MIGUEL DE LA MADRID, CARLOS SALINAS y
ERNESTO ZEDILLO.
Y luego, para la elección presidencial
del 2000, los verdes cambiaron de padrino, sumándose al proyecto en ascenso de
VICENTE FOX, con la expectativa de obtener cartera y posiciones en SEMARNAP.
Poco les duró el gusto, al no ver
cumplidos sus sueños, para septiembre de 2001, el PVEM, en boca del propio
JORGE EMILIO, daría por terminado su compromiso con el gobierno de FOX.
Por ello, para la elección federal
intermedia de 2003, el PVEM ya había vuelto al redil del PRI, asociado con ROBERTO
MADRAZO, a quien haría su candidato presidencial en 2006, sumándose, de paso, a
las nominaciones regionales del partido tricolor, para alcaldías, diputaciones y
gubernaturas.
Tónica que continuaría sin interrupción en
los sucesivos comicios medieros y presidenciales de 2009, 2012, 2015 y 2018,
invariablemente al lado del PRI.
En Tamaulipas, los verdes abanderaron, sucesivamente,
a EUGENIO HERNÁNDEZ (2004), EGIDIO TORRE (2010) y BALTAZAR HINOJOSA (2016).
En las presidenciales, después de su
acuerdo con MADRAZO (2006), el PVEM fue aliado también de ENRIQUE PEÑA NIETO
(2012) y JOSÉ ANTONIO MEADE (2018).
COMPAÑEROS
DE RUTA
Gracias a dicha alianza y al apoyo de la
empresa TELEVISA, el joven VELASCO COELLO alcanzaría la gubernatura en 2012 el
mismo día que PEÑA NIETO era votado para la primera magistratura del país.
La propia historia de VELASCO da cuenta
de los jugosos dividendos políticos que dicho partido cosechó en su recurrente vocación
satelital. Su labor de “socio junior”.
Gracias a ello, VELASCO obtuvo la
diputación federal plurinominal (2003-2006), después la senaduría (2006-2012),
enseguida la gubernatura (2012-2018) y ahora de nueva cuenta la senaduría
(2018-2024).
Mire usted, cuatro cargos al hilo, todos
de excelente nivel, para un hombre que el pasado 7 de abril cumplió apenas 38
años.
Pero muerto el rey, viva el rey. En la
primera mitad del presente 2018, MANUEL VELASCO (ya en su doble papel de mandamás
chiapaneco y aspirante por segunda ocasión al senado) empezó a observar un
gradual, pero muy bien articulado, acercamiento al obradorismo, sin romper lanzas
con el PRI.
El resultado está a la vista. En los
comicios de julio pasado, no solo AMLO se llevó de calle el voto chiapaneco
para la Presidencia de la República.
Además, las fórmulas de MORENA ganaron en
dicho estado (1) la gubernatura para RUTILIO CRUZ, (2) 11 de 13 diputaciones de
distrito y (3) las dos senadurías de mayoría con SASIL DE LEÓN VILLARD y OSCAR
RAMÍREZ AGUILAR.
Posteriormente, una vez instalado el
nuevo Congreso de la Unión, el hombre intervino también para que 5 diputados
federales del PVEM se pasaran a MORENA, permitiendo a este partido afianzar su
mayoría. ¡Oiga usted!...
CAMBIO
EN CIERNES
Quizás parezca un exceso que VELASCO
haya entregado prácticamente todo su territorio (y más) a cambio de un escaño
senatorial de primera minoría.
Hay, sin embargo, una parte de dicho maridaje
que aún no se alcanza a observar. Del brazo de AMLO, el chiapaneco se incorpora
de lleno al proyecto de la Cuarta Transformación como el hombre fuerte del
PVEM.
En calidad de mientras, ya es líder de
su fracción en la Cámara Alta y su voz cada día pesa más, ante la visible decadencia
del liderazgo histórico, regenteado como franquicia familiar por la familia
GONZÁLEZ.
Tras la obsolescencia del “niño verde”, VELASCO
COELLO emerge como el principal interlocutor legislativo del nuevo presidente
en el ramo ambientalista.
Rubro donde ya asoman planes ambiciosos
de reforestación masiva, inversiones en recuperación de cuencas hidrográficas,
manglares, zonas lacustres.
Todo esto, en un PVEM que en sus 32 años
de vida solamente ha tenido tres dirigentes. El fundador JORGE GONZÁLEZ TORRES (1986-2001),
su hijo JORGE EMILIO GONZÁLEZ MARTÍNEZ (2001-2011) y el flamante diputado
federal hidrocálido CARLOS ALBERTO PUENTE (2011).
Asoma, pues, un nuevo PVEM, satélite
ahora de MORENA y, por ende, inclinado a la izquierda. Cada día más distante de
sus viejos aliados, el neoliberalismo tricolor y el conservadurismo albiazul.
Habrá que ver cómo se refleja todo esto
en las elecciones venideras, estatales y locales, empezando por las de 2019,
programadas para el domingo 2 de junio, en cinco estados.
El proceso más completo será el de Baja
California: un gobernador, cinco alcaldías y 25 diputaciones. Aunque
también habrá votaciones en Aguascalientes (11 alcaldías), Durango (39
alcaldías), Quintana Roo (25 diputaciones) y, por supuesto, Tamaulipas (36
diputaciones).
Todo indica que el protector y aliado
natural del PVEM será de ahora en adelante el obradorismo, pues de Palacio
Nacional le deriva el soporte. Vienen, al respecto, reacomodos interesantes.