Cd.
Victoria, Tam. La empresa PROMO PAPE
DE OCCIDENTE está afincada en Guadalajara, Jalisco y aparece en listas de
proveedores, municipales y estatales, en entidades como Guanajuato, Nuevo León
y el propio Jalisco. Vende material escolar de diversos fabricantes, entre
ellos, la compañía chiapaneca GHIGASA COMERCIAL, S.A. de C.V.
El caso es que estos mercaderes acaban
de cometer un descuido imperdonable. Le vendieron a Tamaulipas más de 400 mil
mochilas que empezaron a ser entregadas por el gobernador CABEZA DE VACA el
martes pasado y los sorprendidos alumnos descubrieron rápidamente que eran…
¡Saldos de otra compra gubernamental en Guanajuato!...
Bajo el logotipo (etiqueta, parche) del
programa tamaulipeco “Con mis útiles a la escuela”, aparece otro, el
guanajuatense “Mochila segura”, noticia que en lapso de horas se convirtió en
#TrendTopic nacional.
Paralelamente le cuento que el gobierno albiazul
de Guanajuato a cargo del hoy saliente MIGUEL MÁRQUEZ (2012-2018) adjudicó a la
referida empresa GHIGASA COMERCIAL la adquisición de 400 mil mochilas
escolares, a un costo de 206 millones de pesos.
Ello, como parte del programa estatal de
Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia de la Secretaría de
Seguridad Pública. Dinero de seguridad invertido en mochilas, así tal cual.
El problema estalló cuando el Centro de
Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas (CIATEC, una filial del
CONACYT) reportó resultados verdaderamente alarmantes, luego de realizar un análisis
en la tela de esas mochilas.
Las cuales tendrían (según dicho estudio)
hasta 14 veces más plomo del que permite la norma internacional fijada para
defender la salud de los consumidores, en este caso, niños de escolaridad básica.
Se hizo grande el escándalo en la
prensa, lo cubrió con mucha precisión el diario AM de León (entre otros) y por
ello el gobierno estatal ordenó retirar las mochilas de circulación y
regresárselas al fabricante de Chiapas (GHIGASA).
¿ACÁ
TAMBIÉN?
El caso es que ahora aparecen (en un
número similar, 400 mil) mochilas de aspecto muy semejante a las que fueron
retiradas en Guanajuato y no solo se parecen, sino que, además, los alumnos descubrieron
que traen etiqueta de aquel estado.
Este error, la superposición mal hecha
de logotipos, quizás haya sido providencial pues acaso permita develar aspectos
más graves de la referida adquisición, como la probable toxicidad del material
escolar que ahora se está repartiendo en Tamaulipas.
Yo no se si sean las mismas, pero (al
menos) se parecen bastante no solo (1) en su aspecto, sino también (2) su
origen guanajuatense y (3) el reconocimiento que el propio gobierno estatal
hace de que el fabricante es GHIGASA, con su respectivo vendedor PROMO PAPE DE
OCCIDENTE.
Y, bueno, el levantón de enaguas fue tan
evidente, que de inmediato se puso en marcha un control de daños, como mandan
los cánones:
(1) Renombrando el problema. Mire usted,
donde la prensa nacional dice “material fraudulento”, la Secretaría de
Educación describe “útiles escolares en condiciones incorrectas.”
(2) Minimizando el daño (fueron nomás
100 mochilas, dicen).
(3) Ofreciendo pronta solución (“fue
suspendida la entrega” y las mochilas “serán sustituidas”).
ALERTA
DE SALUD
La pregunta es si (en verdad) deben ser
reemplazadas, por otras piezas del mismo fabricante, mismo origen, vendedor,
marca, características.
Asunto (oiga usted) bastante más amplio,
largo, complejo y profundo que un simple “ay me equivoqué, ahorita se las
parcho, no se preocupen, fue descuido de un empleado.”
Ciertamente, entre proveedores es bien
conocido el truco del “roperazo”. Vender saldos (algunos ya previamente
cobrados a otro cliente) como si fuera material nuevo.
Pero ocurre que esto ya rebasó el asunto
de una simple operación fraudulenta para mostrar visos de convertirse en un tema
de salud pública que podría eventualmente amenazar a la población más
vulnerable, la infantil.
Cabe pensar que quienes decidieron esa
adquisición en Tamaulipas leen poco la prensa nacional o están mal enterados de
lo que ocurre en el entorno regional.
O bien que autorizaron a sabiendas una
compra poco escrupulosa, aprovechando el natural descuento, el jugoso precio de
liquidación que observan los productos defectuosos o descontinuados, remates o
sobrantes.
Ya sabrán los de acá como lo documentan
o facturan, por lo pronto allá deben haberlo vendido muy barato, si recordamos
que su retiro fue noticia. Imagine usted: todo un lote de productos tóxicos
vendido a precio de “outlet”, para que salga rápido.
Si estoy equivocado lo reconoceré. Si las
mochilas no son las mismas cuya distribución se prohibió en Guanajuato, será
necesario aclararlo, una vez que el gobierno así lo informe.
Pero el dicho popular es muy claro: si
grazna como pato, camina como pato y tiene plumas de pato, la lógica elemental
nos indica que es un pato.