Cd.
Victoria, Tam. Aunque no hay comparaciones
exactas ni tampoco extrapolación perfecta, la designación de un hombre rudo en
cualquier dependencia gubernamental puede interpretarse como indicativo de un
propósito dirigido a poner orden.
La persona es el mensaje. Así podríamos
entender el anunciado nombramiento del exsecretario de Gobernación MANUEL
BARTLETT DÍAZ en Comisión Federal de Electricidad, a partir del primero de
diciembre.
El rostro pétreo que lo mismo sirve para
(1) meter en cintura a proveedores y contratistas trasnacionales, que (2)
capotear a un sindicalismo cuyos privilegios le salen muy caros al contribuyente
y (3) combatir la infiltración del crimen organizado que hoy regentea con total
impunidad el robo de cableado y la venta de “diablitos” (puentes o bypass) que
permiten al usuario evadir el pago de la tarifa.
No es la primera vez que BARTLETT asume estas
tareas de policía. Se recordará que al arranque del gobierno salinista (1989) fue
nombrado al frente de la SEP para instrumentar el relevo sindical de CARLOS
JONGUITUD.
Papel muy similar al que sería convocado
en 2012 EMILIO CHUAYFFET, otro exdragón de Bucareli al que ENRIQUE PEÑA NIETO
encargó la misma SEP para instrumentar la salida de ELBA ESTHER GORDILLO.
Volviendo al régimen de SALINAS, se
recordará también al expolicía administrativo FRANCISCO ROJAS, excontralor del
gobierno lamadridista (“Pancho Rejas”, le llamaba la prensa), llamado en
diciembre de 1988 a dirigir PEMEX, al tiempo en que se preparaba el golpe
contra JOAQUÍN HERNÁNDEZ GALICIA.
Más atrás, en 1976, JOSÉ LOPEZ PORTILLO
había aterrizado en Palacio Nacional colocando al exprocurador echeverriísta
PEDRO OJEDA PAULLADA nada menos que en la Secretaría del Trabajo.
Son los mismos elementos, la mano pesada
y la mentalidad persecutoria haciéndose cargo de una zona potencialmente
conflictiva.
En el caso de OJEDA, la contención del
sindicalismo independiente que por aquellos años observaba una notable
beligerancia en todo el país.
El arribo, pues, de BARTLETT DÍAZ a la Comisión
Federal de Electricidad pudiera ser el anuncio de un reordenamiento a fondo en
la paraestatal, fincado en drásticas medidas de austeridad.
Lo cual, naturalmente, afectará
demasiados intereses, tanto en la casta privilegiada de ejecutivos como en la estructura
sindical y (por supuesto) en las mafias empresariales, nacionales y extranjeras,
que por generaciones han ordeñado a esta empresa, a costa de su salud
financiera.
Nacido en Puebla, el hombre ya fue gobernador
de dicho estado, aunque ello no impide recordar que su padre (MANUEL BARTLETT
BAUTISTA) fue gobernador de Tabasco durante el alemanismo.
Raíz tabasqueña que lo acerca a LÓPEZ
OBRADOR, sin ser explicación suficiente. Cuenta también el hecho de que
BARTLETT DÍAZ haya fijado su postura contra las privatizaciones en PEMEX y
Comisión Federal, ostentando con ello una postura nacionalista en el sector
energético.
En sus años como titular de SEGOB, solía
darse sus escapadas del viejo palacio de Bucareli para disfrutar su deporte
favorito, el box, nada menos que en la arena México.
De su paso por el lamadridismo viene la
acusación norteamericana que pretendió vincularlo con el narcotráfico. La cuál,
siendo grave, jamás se comprobó ni avanzó en las cortes (como sí ocurriría
después con varios exgobernadores).
Le reprochan también el haber protegido
a JOSÉ ANTONIO ZORRILLA, el exdirector federal de seguridad que en un lapso de
pocos días pasó de “amigo personal del periodista MANUEL BUENDÍA” a presunto
autor intelectual de su muerte (30 de mayo de 1984, Ciudad de México).
La figura de BARTLETT también es
referida como pieza central en el fraude electoral de 1988, con la caída de
aquel primitivo sistema de cómputo que permitió al entonces candidato del PRI
CARLOS SALINAS imponerse sobre adversarios de gran peso como CUAUHTEMOC
CÁRDENAS y MANUEL DE JESÚS CLOUTHIER.
Su final ruptura con el PRI ocurre en
2006 cuando manifiesta su desaprobación al abanderado tricolor ROBERTO MADRAZO
y hace público el exhorto al “voto útil” en favor de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ
OBRADOR.
Ello permitió un acercamiento gradual
con las izquierdas que alcanzará un punto crucial en 2012, cuando el Partido
del Trabajo (PT) lo postula candidato a senador por la vía plurinominal, cargo
que aún ostenta (con categoría de jefe de bancada) y habrá de concluir el
próximo 31 de agosto.
Ahora, a sus 81 años cumplidos, retorna
a los primeros planos de la política nacional. Por encima de sus claroscuros (notorios,
serios, inocultables) merecería el beneficio de la duda si (como se piensa) AMLO
quiere aprovechar su experiencia y firmeza de carácter en el propósito superior
de disciplinar a la CFE.
Juzguemos en base a resultados.